El programa Aquí también, que nació durante el curso escolar 2013/2014 para dar respuesta a consecuencias concretas de la crisis económica y a los recortes sociales y en educación que afectaban gravemente a familias en España, cumple cinco años. En la actualidad, la situación económica ha mejorado pero los datos sobre desigualdad y pobreza siguen estancados, vertiendo las mismas cifras que en 2013: 1 de cada 3 niños y 1 de cada 5 personas sigue en riesgo de pobreza. Lo confirman las fuentes oficiales –INE, Eurostat, AROPE–, y nos lo trasladan los equipos docentes de los colegios e institutos en los que trabajamos, que siguen observando indicadores de pobreza en sus aulas y apoyándose en servicios y organizaciones sociales para paliar la situación de su alumnado y familias.
Aquí también se desarrolla en centros educativos y a lo largo de cinco años ha atendido a más de 32.000 personas y administrado 74.000 ayudas –becas comedor, material escolar, actividades extraescolares, refuerzo educativo, campamentos de verano, campañas de salud, programas de innovación educativa y empleabilidad–. En este curso escolar 2018/2019, el programa atiende a 12.000 personas en 91 centros, y ha empezado a trabajar en Extremadura, ampliando su radio de acción a 12 comunidades autónomas de nuestro país –Andalucía, Aragón, Asturias, Baleares, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Euskadi, Extremadura, Galicia y Madrid–.
La forma en que Ayuda en Acción lucha contra la desigualdad y los factores que intervienen en la transmisión intergeneracional de la pobreza en España es a través de centros educativos; “la educación es el arma más potente para romper con esta correa de transmisión y por eso el programa se desarrolla con los centros educativos como socios y se centra en garantizar una Educación equitativa, de calidad e inclusiva para la infancia y adolescencia y en apoyar a sus familias”, señala Inma Martín, coordinadora del programa Aquí también en la organización. Es el motivo por el que la intervención que Ayuda en Acción realiza en España, ha ido ampliando sus líneas de trabajo desde la atención de necesidades básicas y educativas de la infancia hacia la innovación educativa –programas contra la brecha digital, proyectos de expresión artística– y la empleabilidad de sus familias, combatiendo la falta de oportunidades o la precariedad y temporalidad laboral –que afecta especialmente a las madres–; dirigiéndose también a alumnado de secundaria para romper el abandono escolar temprano y favorecer la afección educativa y las oportunidades de futuro en los jóvenes, así como contribuyendo a paliar la creciente segregación escolar en los centros.
Los equipos docentes de los centros educativos en los que trabajamos coinciden en apostar por una mayor gratuidad y cobertura educativa y por el empleo digno de las familias, como soluciones al problema de exclusión y desigualdad que viven día a día en sus aulas. “Todos los gastos generados por el mero hecho de que un niño vaya a la escuela deberían estar cubiertos”, señala Luis Esteban Jiménez, director un colegio público de Madrid. Carmen Sánchez, trabajadora social de un centro de Madrid, observa que “la empleabilidad de las familias ha cambiado pero la precariedad sigue existiendo; hay más empleo pero los salarios no llegan a cubrir los gastos que tienen esas familias…”. Por su parte, David García, que dirige un colegio comunidad de aprendizaje en Alicante, desea que “los niños que tienen tanta desventaja social y económica en zonas desfavorecidas puedan tener los mismos derechos y las mismas oportunidades que cualquier otro niño del territorio español”; mientras que a Montse Pérez, vicedirectora de un instituto de secundaria en la misma ciudad, pone la nota en la necesidad de que los jóvenes en riesgo de exclusión “puedan continuar estudiando y formándose, que cumplan sus sueños y que tengan sueños, porque muchas veces les falta motivación a ellos y a sus familias”.
A lo largo de estos cinco años de andadura, Ayuda en Acción ha puesto en marcha varias campañas de sensibilización para alertar de la situación y recabar apoyos, solicitando a nivel político que se tomen medidas urgentes para paliar el problema junto a la Plataforma de Organizaciones de Infancia. “No ha habido un cambio sustancial en las tasas de pobreza infantil y nos encontramos con una desigualdad creciente y estructural en nuestra sociedad; la creación de un Alto Comisionado contra la pobreza infantil es muy buena noticia pero requerimos de un esfuerzo mayor. Solicitamos un Pacto de Estado por la Infancia para paliar este problema, evitando la desigual inversión en infancia que persiste en la actualidad y blinde los recursos necesarios para protegerla”, explica Fernando Mudarra, director general de Ayuda en Acción.