Hasta 2019, Bolivia, ostentaba el triste récord de liderar las estadísticas de violencia en Latinoamérica, especialmente en lo que respecta a feminicidios y violencia de género. A pesar de algunos avances, la lucha contra ella sigue siendo una prioridad urgente en el país. En este contexto, y de la mano de Ayuda en Acción, surge el programa Profes Antiviolencia, que opera en Amazonía, Chaco y Valles. Este ha capacitado a 340 profesionales a través de espacios de reflexión y vivencias, con el fin de implementar medidas para prevenir la violencia en las escuelas.
El desafío de la violencia en Bolivia y su transformación
Durante años, Bolivia encabezó las cifras de feminicidios y agresiones en América Latina. La violencia hacia la niñez también superó el promedio regional en un 25%. En 2018, la violencia de género en Bolivia representaba el 34%, en contraste con el 24% en el resto de la región, revelando la gravedad del problema.
Persistencia de la violencia y un rayo de esperanza
A pesar de una leve disminución en las cifras de violencia en años recientes, la problemática sigue afectando espacios que deberían ser seguros, como el hogar y las relaciones personales. Lo más alarmante es la gradual normalización de estos actos violentos, con niveles de agresión en aumento constante. Esta normalización impacta especialmente a las nuevas generaciones, quienes pueden percibir estos casos como parte de su cotidianidad, perpetuando así el ciclo de violencia.
La iniciativa por un futuro sin violencia
En respuesta a esta problemática, el año 2022 fue declarado el "Año de la Revolución de la Despatriarcalización" en el país sudameriano, un esfuerzo gubernamental para combatir la violencia hacia mujeres, niños y adolescentes. Los Ministerios de Educación emitieron resoluciones que instan a las instituciones educativas a prevenir la violencia desde sus raíces.
Empoderamiento y herramientas prácticas
El programa, Profes Antiviolencia en Bolivia, capacita a docentes en estrategias educativas para prevenir la violencia, aplicables junto con los estudiantes. Estas estrategias, diseñadas para las aulas, incluyen técnicas didácticas y actividades participativas que estimulan el análisis, la reflexión y la acción conjunta, en línea con el nuevo currículo educativo. Los docentes reciben material didáctico, incluyendo cartillas para profesores y estudiantes antiviolencia, contenido audiovisual y herramientas lúdicas, todos destinados a fomentar actividades educativas y lúdicas en el aula.
Fomentando entornos seguros
Estas medidas se orientan a crear entornos seguros y a reducir la violencia entre pares. Se centran en identificar la violencia, diseñar estrategias preventivas y formar líderes antiviolencia entre los estudiantes.
Con un esfuerzo continuo y programas como Profes Antiviolencia, Bolivia está trabajando incansablemente para transformar su realidad y crear un futuro sin violencia para las generaciones venideras.