Los departamentos de Matagalpa y Jinotega, al norte de Nicaragua, registran altos índices de violencia sexual. Según el Instituto de Medicina Legal (IML) en el año 2021 se realizaron en estos dos departamentos 565 peritajes médico legales por violencia sexual. Esta cifra representó un 12% de los peritajes ocurridos a nivel nacional.
Con el objetivo de contribuir a la erradicación de la violencia sexual en contra de niñas, niños y adolescentes en todas sus formas y manifestaciones, Ayuda en Acción ha comenzado a ejecutar junto con cuatro organizaciones socias estratégicas el proyecto Arcoíris de cambio, tiempo de acción.
El proyecto, financiado por la Unión Europea, sienta sus bases en la educación sexual integral, así como en medidas de autoprotección frente a la violencia sexual, la formación de protocolos de prevención de violencia, alerta temprana en situación de violencia sexual contra niñas, niños y adolescentes y la articulación de redes comunitarias.
Proyecto Arcoíris: puesta en marcha
Hasta el mes de mayo de 2022 se ha concluido la fase de aproximación comunitaria y organización del proyecto Arcoiris. Esta fase incluye la presentación del proyecto a los diferentes actores locales implicados, la realización de fases de reconocimiento y ajuste de estrategia de intervención y el andamiaje técnico-metodológico que sirve de sustento para los procesos formativos.
“En las comunidades donde trabajamos el proyecto ha despertado el interés de las familias por trabajar la prevención del abuso sexual. Así mismo, los y las docentes en las escuelas están motivados y consideran que trabajar este tema desde ellas es muy pertinente. Además son conscientes de que juegan un rol clave en el proceso” comenta Francisca Espinoza, vicecoordinadora nacional de la Red de Casas Maternas (REDCAN), organización socia estratégica del proyecto.
Norman Lorío, coordinador técnico del proyecto comenta que “lo más positivo del proyecto, desde la perspectiva de las organizaciones socias estratégicas, es su pertinencia. El proyecto se inserta en una realidad social compleja y aborda un tema altamente sensible desde la perspectiva de la prevención. Considero que ese aspecto es clave para lograr la implicación de actores locales en su desarrollo”.
El impacto del proyecto Arcoíris
Se espera que a su finalización, tras 18 meses de ejecución, los actores vinculados identifiquen la violencia en todas sus manifestaciones como una violación de derechos humanos. Cuando finalice el proyecto, la infancia y la juventud participante se reconocerá como sujetos de derecho. Serán plenamente conscientes de su derecho a una vida libre de violencia sexual en sus diferentes manifestaciones. Además, sus madres, padre y cuidadores/as educarán a sus hijos e hijas sobre las medidas de autoprotección frente a la violencia sexual.