Ayuda en Acción participó el pasado 28 de noviembre como ponente en el programa de “Compliance, responsabilidad social y buen gobierno: potenciando la cultura corporativa de cumplimiento” organizado por el IESE Business School, en colaboración con Bureau Veritas y KPMG. El objetivo de este programa era visibilizar la interrelación entre compliance, cultura ética corporativa, responsabilidad social y buen gobierno, ámbitos que están evolucionando hacia un concepto único e integral.
Dicho programa ha estado históricamente más enfocado al sector privado empresarial. Sin embargo, en esta cuarta edición se ha optado por darle una visión más plural, contando con la participación de organizaciones procedentes de otros sectores.
Así, nuestra compañera Laura Gonzalvo Diloy, responsable de Control Interno, compartió nuestra experiencia como organización del Tercer Sector, señalando las barreras externas a las que estamos expuestos debido al marco normativo vigente cada vez más restrictivo con nuestro sector. De este modo, se genera una brecha entre el plano teórico y la realidad de las organizaciones, en las que el volumen de recursos financieros y humanos destinados exclusivamente a las labores de cumplimiento normativo son muy limitadas. Esta dificultad nace del concepto tradicional del Tercer Sector, con el que tenemos que romper, ya que aunque la prioridad está en destinar los recursos a nuestros fines misionales, también necesitamos invertir en herramientas que garanticen una gestión eficiente y eficaz de los recursos, buscando la excelencia en nuestra gestión interna.
Laura Gonzalvo también comentó la resistencia interna que existe en el seno de las organizaciones a la “formalización” que estamos experimentando como respuesta a las continuas exigencias legales a las que estamos sujetos, ya que es percibido como “burocracia” que ralentiza nuestra intervención. Sin embargo, existe un gran valor en la cultura ética de las organizaciones del Tercer Sector, que han sido construidas sobre unos compromisos sociales que van mucho más allá del cumplimiento normativo.
Para Ayuda en Acción, la transparencia es un deber hacia las personas con y para las que trabajamos, así como para quienes nos apoyan económicamente con el objetivo de que continuemos nuestra labor como agente de cambio. Por ello, toda nuestra gestión interna está impregnada de este principio, que es una garantía de la “cultura de cumplimiento”, sin el que cualquier modelo de gestión sería ineficaz. Como señaló nuestra compañera, “nuestros/as socios/as contribuyen económicamente en base a un compromiso social, por lo que cualquier comportamiento de la organización que fuera cuestionable desde el punto de vista ético implicaría un ataque a su moral, y esto es algo muy difícil de recuperar”.