Con motivo del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, en Ayuda en Acción presentamos una nueva campaña que pone de relieve la importancia de abrir nuevos caminos frente a los retos humanitarios actuales: “Caminante, sí hay camino".
“Empezamos el año con unas perspectivas ya alarmantes con más de 274 millones de personas en el mundo con necesidad de protección y asistencia humanitaria. Pero entre tanto han surgido otros eventos, como la guerra en Ucrania, que han ido acentuando esta tendencia”, comenta Fernando Mudarra, director general en Ayuda en Acción. “La ayuda es más importante que nunca, y en ese día especial, queremos alzar la voz y mostrar que hay soluciones, caminos”, añade.
De “Caminante no hay camino” a “Caminante, sí hay camino”
Cuando se aborda el concepto del “camino” en el ámbito humanitario, se observa que la posibilidad de poder construir un camino propio consiste en una realidad desigual y que, para millones de personas en condiciones extremas, con enormes incertidumbres respecto a su seguridad y en demasiados casos con escasas herramientas para hacer frente a las vicisitudes de la vida, ese camino se resume en una huida.
Son muchos los obstáculos que las personas pueden encontrar en el camino y que desde Ayuda en Acción se trabaja para mitigar y erradicar: “que todas y todos puedan elegir su propio destino, ese es nuestro mandato: estar al lado de las personas más vulnerables, estén donde estén y en cada etapa de su vida para abrir nuevos caminos de esperanza y de oportunidades”, señala Mudarra.
Camino de la migración y camino de la vida
“Hemos querido darle a la vuelta al poema de Machado con un mensaje en clave positiva para resaltar la importancia de acompañar a quienes más ayuda necesitan con empatía y solidaridad, sea en el camino del migrante, desde el origen, en el tránsito y en su destino, o en el camino de vida de cualquier persona vulnerable desde la niñez, la juventud y en el mundo adulto”, explica Alberto Casado, director de incidencia en Ayuda en Acción.
En ambos caminos, el de la migración o el de la vida, no faltan retos que superar. “Recordamos que, en los últimos meses, hemos superado el terrible hito de los 100 millones de personas refugiadas en todo el mundo, una migración forzosa que obliga a familias enteras a dejarlo todo y salir en búsqueda de seguridad y de una vida mejor”, precisa Casado.
El camino de vida, por su parte, se ve simbolizado por distintas etapas clave, que son la niñez, la adolescencia y la juventud, y la adultez, momentos transitorios que determinan nuestro camino y destino y en los cuales Ayuda en Acción desarrolla también su trabajo facilitando el acceso a oportunidades a través de educación, empleo o acceso a recursos económicos sostenibles. “Hoy sigue habiendo más de 10% de la población viviendo por debajo del umbral de pobreza, y una de las respuestas que podemos aportar es generar entornos de oportunidades y fomentar el acceso a una educación de calidad”, concluye Casado.
Ayuda en Acción en el camino
Los retos actuales globales requieren considerar cada problemática como un todo, aportando atención en cada etapa: en el origen, el tránsito y el destino, sea de manera geográfica o temporal, considerando ese destino como el lugar y la forma de poder vivir de manera digna y próspera.
Es precisamente la manera de trabajar de Ayuda en Acción, para acompañar a las personas más vulnerables estén donde estén y en todas las etapas de su vida, con intervenciones de corto, medio y, sobre todo, a largo plazo.