El pasado 28 de junio tuvo lugar en Bolivia un encuentro nacional sobre experiencias educativas con enfoque técnico-productivo y de género. Dicho encuentro, que se celebraba en el marco de un proyecto financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación al Desarrollo (AACID) y desarrollado entre 2019 y 2022, tenía por objetivo compartir las experiencias y conclusiones extraídas de la puesta en marcha de dicho proyecto. Un total de 130 personas asistieron de forma presencial y virtual al encuentro, que dio un importante papel al propio alumnado participante.
Con presencia de personal de AACID, AECID, el Ministerio de Educación, los socios locales CEMSE y Fundación ACLO y otras instituciones especializadas, se crearon espacios de diálogo entre los diferentes actores que han sido parte activa del proceso, con los que se pudo reivindicar el derecho a una educación secundaria de calidad con enfoque productivo, territorial y de género.
En el encuentro participaron Mª Salomé Mamani (directora nacional de Educación Secundaria del Ministerio de Educación), Juan Pita (coordinador general de AECID en Bolivia), Olga Pozo (jefa del departamento de Iberoamérica de AACID), Isabel Cajías (directora de la oficina nacional de Ayuda en Acción en Bolivia), Federico Escobar (director de CEMSE), Martha Pereira (directora de Fundación ACLO en Potosí) y Miguel Marca (director ejecutivo de la Campaña Boliviana por el Derecho a la Educación).
En el encuentro se expusieron algunos de los proyectos de emprendimiento iniciados por el alumnado tras superar su etapa educativa.
¿En qué consiste el proyecto?
El proyecto, ejecutado en Cotagaita (Potosí), El Alto (La Paz) y Sucre (Chuquisaca) por el consorcio Ayuda en Acción, CEMSE y ACLO, ha contribuido al objetivo de garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa. Gracias a nuestros socios locales y al esfuerzo de la comunidad educativa, gran parte de la juventud de estos municipios ve ahora ampliadas sus oportunidades de educación y empleo.
Sin embargo, pese a que el encuentro realizado es uno de los broches finales del proyecto, no ha sido la única experiencia de intercambio a lo largo de estos años. El diálogo y la puesta en común de iniciativas, resultados y éxitos ha sido continuo para mejorar la calidad del Bachillerato Técnico Humanístico sobre el que se ha trabajado, incluyendo la prevención de violencias en comunidades educativas y comunidades.
Además, se ha promovido la instalación de aulas múltiples, que han permitido mejorar ostensiblemente la calidad educativa. “La implementación de las aulas múltiples nos ha permitido cambiar el aprendizaje para hacerlo más práctico”, señalaban durante el encuentro miembros de la junta escolar de uno de los centros participantes. “La implementación de carreras técnicas prácticas sigue suponiendo una brecha en contextos rurales por falta de equipamiento y asesoría, pero gracias al apoyo de AACID lo hemos hecho realidad”, proseguían.
Por su parte, Magaly Condori, maestra de biología de la Unidad Educativa Totora I (en el municipio de Cotagaita), aludía al aporte y valor de dichas aulas: “son integrales y están abiertas a todas las materias, lo que nos ha permitido trabajar de forma práctica”. El profesorado, además, ha recibido capacitación para adaptar sus asignaturas a nuevas estrategias de aprendizaje, lo que ha permitido al alumnado utilizar instrumentos y experimentar.
Durante el encuentro se compartieron los resultados obtenidos tras la implementación de seis aulas múltiples en el marco del proyecto. Todas ellas fueron reformadas y equipadas con material de química, biología, física, medición matemática y microspcopia. Todo ello ha permitido el desarrollo de prácticas innovadores que han beneficiado a 2600 estudiantes de secundaria en los tres municipios.
Además, se ha mejorado la implementación, equipamiento y apoyo técnico carreras técnicas como robótica, textil, electricidad, gastronomía, agropecuaria, agroecología y transformación de alimentos.
Finalmente, se han impulsado 30 emprendimientos productivos implementados con capital semilla y se han desarrollado estrategias educativas para promover la denuncia y prevención de la violencia de género, estando la mayoría de estas actividades de sensibilización a cargo del propio alumnado.