El pasado 25 de febrero falleció el fundador de Ayuda en Acción, Gonzalo Crespí de Valldaura. Su muerte se produce justo cuando se cierra el año que sirvió a la organización para recordar todo lo conseguido durante los últimos 40 años. Crespí puso la primera piedra en India de lo que hoy es una organización presente en más de 20 países de todo el mundo.
Gonzalo Crespí de Valldaura fue doctor en Historia y economista de profesión. Su trabajo no tenía nada que ver con la cooperación al desarrollo en 1981, cuando fundó Ayuda en Acción. Sin embargo, como él mismo admitía en una entrevista con motivo de nuestro 40 aniversario, su vida cambió cuando la cooperación se cruzó en ella: “mi enfoque de la vida y mi comprensión de las cosas han cambiado totalmente debido a Ayuda en Acción”.
En un viaje a India donde conoció a Vicente Ferrer, este madrileño -heredero del título de Conde de Orgaz- recibió la oferta por parte de un amigo de dirigir y presidir Ayuda en Acción en España. Su experiencia en el mundo empresarial le facilitó llevar a cabo una impecable gestión de los recursos. Comenzar a trabajar junto a Vicente Ferrer en la India le aportó el conocimiento sobre cómo apoyar a la población más vulnerable, primero en el continente asiático para llegar poco después a África y América Latina: “cuando llegué por primera vez a nuestro proyecto en Annantapur junto a Vicente Ferrer pensé: aquí hay muchos problemas, pero se están solucionando”.
Lo que el ahora fallecido Gonzalo Crespí inició como una pequeña ilusión de mejorar el mundo se fue convirtiendo en algo mucho más importante: “al principio era muy emocionante, empezaron a llegar cartas de personas que querían colaborar. No habíamos soñado en nuestro momento de máximo optimismo lo que iba a ser el crecimiento de Ayuda en Acción”. En sus 40 años de historia la organización ha llegado a tener más de 200 000 padrinos y madrinas y ha trabajado en más de 30 países de cuatro continentes para mejorar la vida de millones de personas.
Por iniciativa personal, Gonzalo Crespí viajó por todo el mundo para garantizar la buena marcha de los proyectos y acercarse a las personas a las que ha apoyado la organización, visitando Ecuador tras las inundaciones, momento que , según reconoció, le quedó grabado para siempre.