Desde Ayuda en Acción España seguimos trabajando para mejorar el índice de empleabilidad entre los jóvenes que cursan estudios de Formación Profesional. iMpulsa es nuestra línea de empleo que se articula en una red de 57 centros de alta complejidad con el objetivo de ofrecer una oportunidad a jóvenes en FP Básica, de Grado Medio y Superior. Así, nuestra intervención se diseña sobre nuestro modelo de “transiciones exitosas” con un doble objetivo; por un lado, favorecer la finalización de la escolaridad obligatoria, motivando la continuidad educativa y, por otro, contribuyendo al proyecto de vida de niños/as, adolescentes y jóvenes de sectores en situación de vulnerabilidad.
La Formación Profesional sigue en auge en España con una comunidad que ya supera el millón de estudiantes -1.132.364 según las últimas cifras del Ministerio de Educación y Formación Profesional- y con una tasa de empleabilidad del 42%, superior a otras opciones formativas.
La foto de la FP en 2024
El último informe de la OCDE –Panorama sobre la Educación- aterriza con datos la realidad que ya se vive en los centros educativos: la Formación Profesional asume los retos que plantea un mercado laboral cada vez más cambiante, aunque cuenta, también, con una de las mayores tasas de abandono. En este sentido, en los programas de FP de segunda etapa de secundaria el 46% titula en la duración teórica del programa y el 63% lo hace dos años más tarde. España registra, así, una tasa de abandono del 29% mientras la media internacional es del 23%, lo que supone que la juventud española tiene menos posibilidades laborales en el futuro que impactan también en su proceso de emancipación.
De hecho, el desempleo juvenil sigue siendo mayor frente a otros nichos de población, tal y como se desprende de nuestro último Estudio de prospectiva sobre cambios sociales y el empleo de la juventud. La desigualdad en el acceso al empleo se repite en cuanto a territorios, grado educacional o estudios superiores a pesar de que son más las personas graduadas en ciclos de FP y se mantienen las de grados universitarios. Se evidencia, así, la necesidad de equilibrar oferta formativa y demanda laboral, además de reforzar los servicios de orientación profesional y romper con la brecha digital aún existente.
Creando oportunidades para el futuro
En este contexto, iMpulsa ofrece herramientas concretas y actualizadas para mejorar el índice de empleabilidad de la juventud y mejorar así sus oportunidades en el futuro. Gracias a una red de 57 centros de alta complejidad –en Extremadura, Galicia, Andalucía, Castilla La Mancha, Asturias y Canarias- y a más de un centenar de personas y entidades colaboradoras, más de 13.500 niñas, niños, adolescentes y jóvenes participan o han participado en diferentes proyectos de inserción educativa.
En los tres niveles –FP Básica, Grado Medio y Superior- se comparten objetivos comunes, aunque se adecúan a las distintas etapas. Se trata de impulsar el desarrollo personal y profesional del alumnado, favorecer la identificación vocacional y facilitar la toma de decisiones en relación a la continuidad educativa o la futura inserción laboral. El trabajo en el centro educativo se articula en torno a la orientación vocacional y profesional, la adquisición de competencias clave y la generación de una red de socios con entorno laboral. Este trabajo se realiza en sesión grupales e individuales a través del uso de metodologías activas de aprendizaje.