Silvia Cuevas es una mujer que tiene 23 años de experiencia en apadrinamiento de niños a través de Ayuda en Acción. Por eso, queremos contarte su experiencia. La pasión por colaborar con los demás y ayudar a niños necesitados le viene de muy atrás.
Silvia conoció Ayuda en Acción a través de una campaña. La foto de una niña procedente de la India le encantó. Tanto fue así que esa foto la acompañó en su carpeta durante todos los años de carrera para que nunca olvidara su objetivo de ayudar a los demás.
Cómo empezó todo
Desde muy pequeña, Silvia había querido apadrinar, y alrededor de esa idea empezó a crear una conciencia enorme que siempre se ha dirigido hacia la ayuda a los demás. Fue así como desde que empezó su vida universitaria, en su juventud, ya se comprometió con ella misma y con esa causa. Decidió que desde el primer momento en el que ganara un sueldo, empezaría a colaborar.
De esta forma, hoy hace 23 años que está ayudando. El apadrinamiento es una experiencia que ella recomienda, ya que te conecta con los demás de una manera muy directa, especialmente con los niños. Silvia nos cuenta que aunque es plenamente consciente de que ella no es su madre, es maravilloso saber que puedes ayudarles a que vayan al colegio, a que puedan estar con sus padres biológicos y a llevar una vida mejor.
Cómo es el apadrinamiento para Silvia en la actualidad
A día de hoy es un gran esfuerzo para nuestra voluntaria continuar con el apadrinamiento;. este tipo de ayuda es algo fundamental para ella. Por ello, se sigue esforzando cada día para seguir con el apadrinamiento cada mes.
Para Silvia, apadrinamiento es sinónimo de ayudar. Actualmente, son sus hijas las que con mayor ilusión esperan la carta del ahijado que tienen apadrinado. Según nuestra madrina, ahora se trata también de que "inculques unos valores, enseñando lo que significa la solidaridad". Así lo entiende ella en su familia, para que cuando sus hijas sean mayores quieran también continuar ayudando a los demás.
Si bien ahora mismo es un gran esfuerzo para el hogar el hecho de continuar apadrinando, Silvia no quiere parar de ayudar. Por eso, está convencida de que en el momento que pueda, aumentará su colaboración con el apadrinamiento.
La ilusión de una carta
La primera vez que recibió una carta fue de una chica que también se llamaba Silvia. En concreto, su nombre de pila completo era Silvia Eugenia, y le hizo muchísima ilusión. Lo recuerda como un momento especial, una razón más por la que no rendirse. Lo mejor, nos dice, es "cuando ves cuánto han progresado con su forma de escribir y con las expresiones que utilizan en sus cartas. También cuando ves sus dibujos".
Lo que le intenta transmitir en las cartas que ella escribe a sus ahijados es similar a lo que estos le escriben a ella. Es decir, la forma en la que su vida funciona y qué hacen durante el día a día. Pero ahora, según Silvia, son sus hijas las que escriben y les cuentan a los ahijados sus días en el colegio, sus aficiones, las cosas que más les gustan o incluso les habla sobre los amigos que tienen.
Tanto nuestra madrina como sus hijas guardan todas las cartas. Las conservan en una carpeta y las leen con una sonrisa. A ellas lo que les gustaría es que los niños pudieran de verdad llegar a ser felices. "Que cuando haces una aportación, los niños puedan con ella conseguir una seguridad mínima y unas buenas condiciones de vida, pero sobre todo felicidad".
Un sueño futuro
En un futuro, le encantaría visitar a los niños que ayuda con el apadrinamiento, aunque en la actualidad las circunstancias no se lo permiten. Aun así, desde que la idea de apadrinar era un sueño lejano en su cabeza, siempre ha deseado conocerlos personalmente. Esto es un anhelo que, en la actualidad, sus hijas comparten con ella.
Ese sueño de sus hijas alegra a Silvia enormemente. Según nos cuenta, hoy en día no es solo ella, sino la familia la que comparte las ganas de ayudar con el apadrinamiento. Por ello, su objetivo fundamental respecto a su familia es que sus hijas se conviertan en personas solidarias cuando sean mayores. Es decir, su ayuda no solo se dirige a los niños que apadrina, sino que también le aporta mucho de manera personal en su ámbito familiar.
El apadrinamiento en su entorno
Silvia está acostumbrada a que, cuando habla de su experiencia, sus amigos y las personas cercanas a ella le pregunten que cómo se fía, que cómo sabe que el dinero de verdad llega a esos niños. Su respuesta es siempre la misma, que ese tipo de preguntas son excusas para no dar el paso a una experiencia tan positiva, porque lo fácil es quedarse de brazos cruzados.
Pero las pruebas están ahí, no hay nada que le haga más ilusión que recibir una carta de uno de esos niños agradeciéndole todo lo que está haciendo, contándole todo lo que consiguen gracias a su ayuda y ver por ella misma los resultados de sus avances cada mes, gracias a las aportaciones que realizan los socios de Ayuda en Acción.
Por qué eligió Ayuda en Acción
De acuerdo con la experiencia del apadrinamiento de Silvia, la razón por la que eligió Ayuda en Acción para colaborar con un mundo mejor fue un trabajo que realizó en su último año de la carrera. Tuvo que informarse a fondo sobre el trabajo de Ayuda en Acción, y ya desde entonces supo que sería con quien colaboraría para cumplir su sueño; el suyo y el de los pequeños que esperan sus noticias en cada nueva carta.