Cuando iniciamos un proyecto de desarrollo nada se deja al azar. Todas las circunstancias que rodean a la comunidad se estudian minuciosamente para asegurar que podemos lograr cambios reales y sostenibles en el tiempo. Hoy te contamos cómo se decide cuáles son los niños y niñas apadrinados en una comunidad:


¿Cómo se elige a los niños apadrinados en una comunidad?


Son muchos los criterios que se tienen en cuenta para elegir el grupo de niños que serán apadrinados en cada comunidad. Algunos de los más destacados son:




  • Compromiso




Para decidir cuáles son los niños apadrinados resulta fundamental el compromiso de las familias y de la comunidad. El nuestro es acompañarles en el largo plazo en cada una de las etapas identificadas con ellos como necesarias para salir de la pobreza. Debe existir un alto grado de compromiso por parte de la comunidad de cumplir con las acciones previstas y en especial de cara a construir el vínculo solidario.


El vínculo solidario es un proceso de intervención que pone a los niños y niñas en el centro de nuestro trabajo. Establecemos una relación entre iguales– personas de aquí y de allá – que, mediante una comunicación permanente, acercan realidades y formas de vida diferentes. Esta relación se basa en la dignidad, la igualdad y el respeto mutuo.


Es importante recordar que, aunque se defina un grupo concreto de infancia apadrinada, la ayuda no va a destinada solo a esos niños o niñas, sino que beneficia a toda la comunidad, que debe implicarse durante el proceso y formar parte del vínculo solidario.




  • Proximidad




Otro criterio para seleccionar los grupos de los niños y niñas apadrinados es que vivan cerca unos de otros. Intentamos que tengan el mayor número posible de actividades en  común y que, en medida de lo posible, tengan la misma edad y haya el mismo número de chicos como de chicas. Si tienen una escuela en la comunidad, por ejemplo, es beneficioso que los grupos de niños y niñas sean compañeros.




  • Accesibilidad geográfica




La accesibilidad geográfica es también muy importante. Nos permite hacer un acompañamiento de las acciones planificadas en la comunidad y un seguimiento al desarrollo de los niños y niñas dentro del Vínculo Solidario. De esta manera podemos dar respuesta inmediata si detectamos algún problema durante la intervención.




  • Estabilidad




Trabajamos con personas pobres que viven en zonas especialmente vulnerables. La exposición a fenómenos naturales recurrentes como inundaciones, desastres climáticos como ciclones, terremotos, etc. es bastante común. En lo posible, intentamos que los niños apadrinados tengan una mínima estabilidad frente a este tipo de eventos, trabajando en soluciones permanentes que les permitan tener una mayor seguridad. Para contribuir a esta estabilidad, intentamos generar oportunidades en las comunidades para que sus habitantes no se vean obligados a migrar.


Aunque se siguen criterios como los que te comentamos, la propia comunidad es quien tiene la última palabra. Ella es la que mejor conoce el entorno y los principales retos que debemos abordar. También nos ayudará a identificar a las personas más proactivas y comprometidas que nos ayuden a llevar a cabo el proyecto con éxito.


Trabajamos siempre de la mano de las comunidades y tenemos unos claros protagonistas de toda la intervención: los niños y niñas apadrinados.



¿Imaginas crecer sin oportunidades de futuro? Nosotros no.


La infancia es la protagonista


Una vez que se constituye un grupo de niños y niñas apadrinados, ¿cuáles son los siguientes pasos? A través de las visitas de nuestros técnicos, poco a poco los pequeños van entendiendo quiénes somos y qué hacemos en la comunidad. Gracias a las acciones de sensibilización y actividades lúdico-educativas que realizamos empiezan también a sentirse protagonistas. Entienden que otras personas que viven en otra parte del mundo se preocupan por ellos. Y así lo ven cuando llegan las esperadas cartas de los padrinos y madrinas.


En el trabajo que Ayuda en Acción en las comunidades los niños cuentan como el que más: les invitamos a reflexionar cuando les hacemos preguntas sobre sus vidas, sobre qué es lo que quieren ser y hacer. Se sienten considerados cuando se toman en cuenta sus respuestas y opiniones. Desarrollan, en definitiva, unos estándares de dignidad que en el futuro no aceptarán rebajar.


A través del apadrinamiento podemos ver a los niños crecer en las fotos. Cómo se van convirtiendo en personas que tendrán visiones y oportunidades que sus padres no tuvieron. Crecen con una educación mejor, una seguridad alimentaria garantizada, conscientes de cuáles son sus derechos y que el cambio necesario para que toda la comunidad pueda salir de la pobreza también pasa por ellos. Ellos y ellas son la primera generación que vive desde el principio el proceso de cambio.