María del Carmen Fernández Bermejo es colaboradora de Ayuda en Acción desde hace más de 5 años. Sevillana de pura cepa es madrina de Sindy, una niña hondureña que gracias a su ayuda asiste a clases en la escuela "Jardín de niños" de Guadalupe.
¿En qué momento de tu vida te planteas ayudar a otras personas?
Siempre he querido colaborar con una ONG, de hecho hubiera empezado antes pero mi situación económica no me lo permitía. Comencé a apadrinar con Ayuda en Acción en el momento en que tuve una estabilidad económica y también personal.
Además, ver las imágenes de la situación de los niños, lo mal que lo pasan…en cuanto puede lo hice, creo que es un dinero que no es nada y a mí personalmente me llena mucho.
¿Cómo nos conociste?
En anuncios y campañas publicitarias. Es verdad que hay muchas ONG y para mí son todas muy válidas pero quizás de Ayuda en Acción es de la que tenía más referencias. Además, en todo momento sabes que tu aportación no solo va a mejorar la vida del niño apadrinado, sino también la de toda la comunidad.
También me gustó que hubiese oficina en mi ciudad, es estar más cerca, poder ver cómo trabajáis in situ.
¿Por qué decidiste apadrinar a un niño?
Muchos niños viven en circunstancias muy pobres y empiezan a trabajar a muy temprana edad para ayudar a su familia. Esto hace que no todos los niños tengan la misma oportunidad para recibir una educación mínima que le sirva para su desarrollo personal y profesional, y de alguna forma, poder ayudar mejor a su familia.
Pero no solo la educación es importante para que un niño se desarrolle, también es necesario que reciba una buena atención médica y una buena alimentación.
Es incomprensible que en pleno siglo XXI siga existiendo tanta desigualdad en el mundo. Hay que apostar por los niños, ellos son el futuro. Todos se merecen las mismas oportunidades.
Resume en una palabra qué es para ti apadrinar
¿Una palabra solo? Es como ponerte en el lugar del otro, empatía, ayudar, ofrecer ilusión y esperanza. No he podido definirlo en una sola palabra…
¿Recuerdas el momento en el que recibiste su primera carta?
¡Claro que lo recuerdo! Fue muy emocionante recibir su primera carta donde intentaba hablar de él y su familia. Te sorprenden las primeras cartas, como son tan pequeñitos aún no saben escribir, son solo dibujos. Pero más emocionante es darte cuenta cómo con cada nueva carta mejora su escritura, cada vez escribe más y dibuja menos. Vas siendo consciente de su evolución.
¿A qué te gustaría que llegase tu niño apadrinado en el futuro?
A lo que él quiera llegar, que no se le termine la ilusión de ser lo que él realmente quiere, que vea que tiene esa oportunidad de conseguirlo.
¿Te gustaría ir a visitarlo?
Sí, mucho, lo que pasa que por trabajo no puedo, pero me encantaría.
¿Para qué te gustaría que sirviera tu experiencia?
Espero que mi testimonio ayude a que más personas se animen a apadrinar, porque con muy poco estás contribuyendo a hacer algo muy grande.
¿Qué es lo que más te gusta de lo que te cuenta en sus cartas?
Su manera de expresarse, cómo ha ido mejorando su letra, pero sobre todo, que no pierde la ilusión de aprender.
¿Qué le intentas comunicar en tus cartas?
Cuando le escribo intento que sea una carta que pueda compartir, suelo hacerle dibujos y le escribo cuentos para que los lea con su familia y amigos en la escuela. Le animo para que siga estudiando, pero también quiero que sean cartas divertidas.
Mi sobrina de 8 años me ayuda. Le pintamos en una cartulina, le hacemos dibujos y se la enviamos junto a la carta. Quiero inculcar a mi sobrina el valor de la solidaridad y ella está encantada con su nuevo amigo.
¿Qué crees que le gusta más a él de tus cartas?
Yo creo que le gustan mucho los dibujos, los cuentos…
Pero lo que más me llama la atención es que siempre me da las gracias, ¡me da la gracias hasta por ser su amiga! Son conscientes de que hay alguien que les está cuidando, que gracias a nosotros sus sueños se puedan cumplir.
¿Dónde guardas sus cartas?
En un panel de corcho tengo colgado todos los dibujos que voy recibiendo. Es mi segundo niño apadrinado y me sigo emocionando con cada nueva carta que recibo.
¿Crees que es importante el vínculo que se crea con el niño?
Es muy bonito, pero para mí lo importante es saber los resultados que soléis darnos en vuestras comunicaciones. Ver dónde va el dinero que estoy aportando, que de alguna forma vea que está llegando la ayuda. Y sobre todo que la aportación que yo doy va a toda la comunidad.
¿Si tuvieras que recomendar a alguien el apadrinamiento qué le dirías?
Pues que no se lo piensen. Es verdad que estamos viviendo una época difícil, pero en otros lados están peor. Los niños son el futuro y, lo que siempre defiendo, es que el beneficio va hacia una comunidad entera, a todo el entorno.
Por muy poco, prescindiendo de cosas materiales -que eso te lo quitas en nada-puedes ayudar a otras personas.