Antes de hablar sobre qué siente un niño apadrinado, es importante aclarar en qué consiste exactamente el apadrinamiento. ¿Qué es apadrinar? En términos de financiación, apadrinar es una de las principales formas de colaboración que permite a Ayuda en Acción financiar proyectos a largo plazo para mejorar la vida de millones de personas.
En situaciones de emergencia, la sociedad contribuye (sobre todo) con donativos puntuales. Estas colaboraciones son muy importantes, pero para poder poner en marcha proyectos que permitan apoyar el desarrollo de las comunidades a largo plazo se necesitan fondos recurrentes. Estos recursos los conseguimos, en gran parte, gracias a las cuotas mensuales de las personas que apadrinan.
Ayuda en Acción es una organización que se caracteriza por trabajar en los territorios durante periodos largos (de 10 a 15 años). Para ejecutar los proyectos, necesitamos contar con fondos que aseguren dicho trabajo a largo plazo.
Apadrinar es mucho más que una aportación económica
Pero si hablamos de apadrinamiento desde la perspectiva de los niños y niñas que son apadrinados, podríamos hacernos la siguiente pregunta: ¿qué significa para ellos?, ¿qué siente un niño apadrinado? Apadrinar es mucho más que una colaboración económica. El apadrinamiento permite tender puentes entre quienes creen que es posible construir un mundo mejor y más justo, y las personas que reciben su apoyo. Apadrinar equivale a llevar esperanza.
Apadrinar es mucho más que dar dinero: permite crear puentes y llevar esperanza a comunidades completas Clic para tuitear
Hay quienes confunden apadrinar con adoptar, pero en realidad no tiene nada que ver. Los niños y niñas que viven la experiencia de ser apadrinados viven con sus familias y en ningún caso sus padres son sustituidos por sus padrinos. El objetivo de apadrinar no es que los niños vengan o se vayan de su país de origen; lo que se consigue con el apadrinamiento es mejorar las condiciones de vida de esa infancia. Y no solo sus vidas, también las de sus familias y las comunidades en las que viven. Para que progrese una comunidad entera, tienen que mejorar las condiciones de todas las personas que allí viven. Este es el espíritu con el que trabajamos en Ayuda en Acción desde 1981, cuando comenzó nuestra andadura.
En Ayuda en Acción contamos con la confianza de 122.000 socios y socias que colaboran con nosotros. Mujeres y hombres de todo el territorio español –y también de otros países– que saben el potencial del apadrinamiento para transformar vidas. Muchos de esto socios y socias son personas anónimas; otras son muy conocidas, como nuestra querida Concha Velasco que apadrina a través de Ayuda en Acción desde hace muchos años.
https://youtu.be/ja-sVy812Co
Para entender qué siente un niño apadrinado hay que conocer sus circunstancias
¿Tienes curiosidad por saber cuál es el perfil de los niños y niñas que se pueden apadrinar? Son niños que no tienen garantizados sus derechos más básicos. La mayoría de las veces no comen bien porque sus padres no les pueden ofrecer una buena alimentación; otros puede que no conozcan el agua potable o nunca hayan ido al médico ni a la escuela… Los niños y niñas que son apadrinados a través de Ayuda en Acción viven en los hogares más pobres del mundo.
Ser apadrinado equivale a lograr oportunidades. Si Ayuda en Acción trabaja en una región –casi todas son comunidades rurales– eso quiere decir que la población que vive allí, estará acompañada durante muchos años, hasta que logre alcanzar un nivel de desarrollo digno.
En aquellos lugares donde se apadrinan niños y niñas, se lleva esperanza. ¿Cómo? Construyendo escuelas, centros de salud, llevando agua potable a las aldeas. También se forma a los padres y madres para que puedan mejorar sus medios de vida. El apadrinamiento equivale a llevar desarrollo a las comunidades.
¿Qué siente un niño apadrinado?
Un niño o una niña apadrinado siente que existen personas que se preocupan por él o ella; siente que no está solo/a. Para entender lo que siente un niño apadrinado, te propongo pensar por un momento en lo que sentirías tú si estuvieras en una situación absolutamente vulnerable y alguien decidiera apoyarte y acompañarte. ¿Cómo se siente cualquier ser humano cuando no tiene salida, cuando está angustiado o desconsolado y un semejante le ofrece ayuda? Eso es lo que siente un niño apadrinado.
Apadrinar es una muestra de amor, de solidaridad. Los niños y niñas apadrinados son totalmente conscientes de ello. Lo que siente un niño apadrinado es una inmensa gratitud hacia la persona que ha decidido apoyarle, pero también emoción, como la que transmite Orquídea, una joven que fue apadrinada cuando era niña y que no logra contener las lágrimas al acordarse de su madrina.
https://www.youtube.com/watch?v=IeGhUH-41-4
La conexión emocional que permite el apadrinamiento comienza desde el primer día que el padrino o madrina recibe una carta con la fotografía del niño/a o grupo que apadrinan. Junto a su foto, reciben una descripción de cuál es la situación en la que viven, con quién, cuántos hermanos tienen, a qué se dedican sus padres, cuáles son las circunstancias de la comunidad en la que viven, si tienen escuela, agua potable, centro de salud… o si no tienen nada de esto.
Testimonios de niños apadrinados
Antes de terminar de escribir este artículo, me gustaría dedicar unas líneas para presentarte a una chica muy especial. Es una compañera de Ayuda en Acción que actualmente trabaja en Perú. Se llama Deysi y tiene 29 años. Fue una niña apadrinada durante su infancia y ahora es una de las responsables de recoger las cartas que escriben los niños y niñas de Perú a sus padrinos.
https://www.youtube.com/watch?v=pJKQP5oUVvM
Deysi se siente muy afortunada con su trabajo: “tengo la dicha de ver la emoción de los niños cuando llegamos de Ayuda en Acción para realizar la recolección de las cartas. Es realmente gratificante las ganas que le ponen para realizar un lindo dibujo con la esperanza de que su padrino le pueda responder. Los mayores tienen una mirada diferente, cuando reciben ánimos para que sigan estudiando, consejos para proyectarse a un futuro. Yo lo he sentido, lo he vivido.”
Sin lugar a ninguna duda, el apadrinamiento transforma la vida de las personas. Decía el Premio Nobel de la Paz Martin Luther King: “hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos”. Pues he aquí una forma de hacerlo. Aporta en la medida de tus posibilidades, confía en nuestro trabajo y sé testigo directo de lo que podemos lograr gracias a tu ayuda.