Si has llegado hasta aquí quizá es porque en algún momento de tu vida te has planteado ser padrino o madrina. A lo mejor lo estás pensando ahora mismo y no terminas de decidirte. Y seguramente sea porque seas de los que se preguntan: ¿sigue siendo necesario? Te contestamos con un rotundo sí y te mostramos las cuatro razones principales por las que el apadrinamiento sigue siendo necesario.


1. Mejoras la vida de toda la comunidad


Con el apadrinamiento no sólo contribuyes a mejorar el presente y el futuro del niño o niña al que has apadrinado. Gracias a estas aportaciones, podemos poner en marcha proyectos que benefician de forma directa y tienen un valor real para toda su comunidad.


Y lo hacemos trabajando codo con codo con ellas, identificando juntos sus necesidades y creando un plan de acción a largo plazo que contribuya a su desarrollo.


Es el caso de nuestro trabajo en los municipios Tarvita y Azurduy (en Bolivia) donde intervenimos en áreas como la educación de calidad, la dinamización de la economía local o la promoción de condiciones de vida saludables.


2. Nos permite desarrollar un trabajo a largo plazo


Existen muchas formas de colaborar. Puedes adherirte a una causa y financiar con tu aportación proyectos destinados al empoderamiento de la mujer o a garantizar los derechos de la infancia, como el acceso a la educación. Aportar una donación puntual para apoyar a una población afectada por una crisis humanitaria. Involucrar a tus compañeros y compañeras de trabajo (o a la propia empresa en la que trabajas) para que colaboren con alguna organización. O hacer que tu ayuda continúe incluso cuando no estés a través del legado solidario.


Y también está el apadrinamiento que es, seguramente, una de las formas de colaboración más estables y prolongadas en el tiempo. La confianza y la regularidad de la colaboración de nuestros padrinos y madrinas permite que trabajemos en proyectos a largo plazo (entre 10 y 12 años), en muchas de estas comunidades llegamos a estar hasta 15 años. Esta estabilidad permite que los cambios sean posibles y duraderos, lo que muestra la importancia del apadrinamiento y porqué sigue siendo necesario. Dejamos de trabajar en las áreas de intervención cuando ya no somos necesarios.


3. La ayuda llega…


Y esto nuestros padrinos y madrinas lo saben bien ya que tienen a su disposición múltiples canales donde están informados de los resultados de su colaboración.


Lo hacemos a través de informes de avance periódicos donde se detalla el trabajo que hemos desarrollado en la comunidad y los logros más destacados. Pero también a través de otros canales como nuestra revista, boletines electrónicos que se envían de forma mensual o memoria anual de la organización. Además, pueden comprobar por sí mismos el resultado de su aportación a la comunidad, ya que tienen la posibilidad de visitar las áreas en las que Ayuda en Acción trabaja.


4. Se genera un vínculo inquebrantable


Si todavía no estás convencido o convencida te damos una última razón que seguro lo hará. Si algo diferencia el apadrinamiento con otras formas de colaboración es la conexión que se genera entre el padrino y madrina y el ahijado o ahijada.


Gracias a la correspondencia que se cruzan los padrinos y madrinas pueden conocer cómo es la vida en la comunidad, a qué dificultades se enfrentan y conocer de primera mano los progresos y los cambios que se van generando. Por otra parte, los niños y niñas conocen de primera mano cómo se vive en otros lugares, otras culturas y costumbres. Esto abre sus mentes y contribuye al desarrollo y aprendizaje de los pequeños. Pero quizá lo más importante y lo que más valoran sea el vínculo que se genera entre ellos. Una relación que se forja y se hace cada vez más fuerte con cada palabra que plasman en sus cartas. Nosotros lo llamamos vínculo solidario.


Ahora que ya conoces todo lo que aporta el apadrinamiento y porque sigue siendo más necesario que nunca, desde Ayuda en Acción te animamos a sumarte a esta experiencia para que las personas y comunidades más necesitadas puedan desarrollar la vida que merecen. Ayúdales con nuestro programa de apadrinamiento.



263 millones de niños y jóvenes en el mundo no pueden ir al colegio.