Según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), el 39% de la población hondureña es menor de 18 años. Es decir, 4 de cada 10 personas en el país son niños o niñas. Tan sólo el 51% de la niñez de entre 13 y 15 años tiene acceso a la educación, 4 de cada 10 acceden a preescolar y 3 de cada 10 no culminan la primaria.


Pero esta situación se agudiza cuando hablamos de poblaciones indígenas o afrohondureñas. Por ejemplo, el 75% de las niñas de Lempira -región en la que acaba de empezar su trabajo Ayuda en Acción-, abandonan la educación para dedicarse a las actividades domésticas de la familia o contraer matrimonio.


Y en el caso de la enseñanza secundaria, en 2015, tan sólo el 15% de las y los jóvenes tenían acceso a la educación superior; para las poblaciones indígenas y afrohondureñas, el porcentaje desciende hasta el 3.2 %.


Infancia hondureña, existiendo sin existir y sin garantías


El derecho de cada niño y niña a una identidad, a tener un nombre y un apellido, es la puerta de entrada al goce del resto de los derechos de la niñez. En julio de 2018, el Registro Nacional de las Personas -el ente encargado de garantizar dicho derecho fundamental- reportó que el 35.5% de la población hondureña no está registrada, de este porcentaje, el 17.8% eran menores. Niños y niñas que son excluidos de los servicios de salud, educación o merienda escolar por no contar con el documento oficial de nacimiento, incidencia que se registra con mayor magnitud en las poblaciones indígenas.


Un ejemplo bastante representativo de esta situación es el caso de la Mosquitia hondureña, región en la que Ayuda en Acción trabaja desde 2017 y donde 4 de cada 10 niños no están registrados, lo que implica que 4 de cada 10 no tengan derecho a la educación, a la salud o a la merienda escolar, puesto que se exige un documento oficial de nacimiento para poder recibir estos servicios.


La niñez y sus derechos, un desafío difícil de conquistar


En 2017, se registraron más de dos mil denuncias por abuso sexual, de las cuales más del 50% son de abusos sexuales contra niñas y niños. Se estima además que un número aún mayor han quedado impunes porque la familia no ha interpuesto la denuncia, considerando que en la mayoría de los casos las y los abusadores son familiares muy cercanos.


Se estima que diariamente 2 menores son abusados sexualmente y que 3 son víctimas de intentos de abuso. Tan solo en los primeros 57 días de 2018 se detuvieron 961 sospechosos de cometer delitos sexuales -violación, violación especial y actos de lujuria-, de estos, casi el 65% estaban relacionados con niños y niñas.


Entre el 2016 y 2017, el Ministerio Público registró más de 2.000 denuncias por lesiones graves o maltrato físico a niños y niñas en sus hogares. Igual de alarmante es el hecho de que 7 de cada 10 niñas y 6 de cada 10 niños abandonen la educación formal para contribuir en acciones domésticas o en la economía familiar, de manera obligada.


En el occidente el país, una de las regiones más pobres, excluidas y postergadas y donde Ayuda en Acción ha comenzado a trabajar, la tasa de desnutrición crónica en menores de 5 años es del 40% y el 46% de las familias carece de servicios de agua potable. Esto ha incrementado las enfermedades prevalentes en menores en 5 años -grupo de niñez que experimenta el 4.5% de mortalidad-, ya que la cobertura en salud es de una unidad sanitaria por cada 4.500 habitantes y hay un médico por cada 2.821 personas.


Ayuda en Acción y nuestro trabajo con la niñez indígena y afrohondureña


El 39% de la población de Honduras, su infancia y adolescencia, está lejos de contar con el pleno goce de sus derechos fundamentales. Y todos los datos de violaciones de derechos, de exclusión, desigualdad y falta de oportunidades se acentúan cuando hablamos de poblaciones indígenas y afrohondureñas. Por ejemplo, mientras la tasa nacional de embarazos en adolescentes es del 24%, en poblaciones indígenas este dato puede llegar fácilmente al 45%, como es el caso de la población adolescente tolupán.


Desde Ayuda en Acción consideramos fundamental desarrollar acciones con pueblos indígenas y afrohondureños que nos permitan restituir los derechos de la niñez que vive en esas poblaciones, generar condiciones a nivel comunitario para proteger a la infancia, impulsar acciones de desarrollo que les permitan construir condiciones de vida diga y asegurar un presente y un futuro de oportunidades para las niñas y los niños en peores condiciones de pobreza y exclusión.


Ayuda en Acción busca superar estas barreras con tres procesos centrales. Por un lado, potenciar la dimensión de cambio en el interior de las personas, es decir, facilitar las condiciones para que se conviertan en protagonistas de su propio desarrollo. Segundo, impulsar programas y proyectos que elevan los ingresos de las familias y aseguran la protección de la niñez. Y por último, lideramos acciones de vocería e incidencia política para elevar las voces de las poblaciones indígenas y afrohondureñas en la agenda pública nacional, para que se priorice la inversión pública en favor de sus derechos.


En el marco de los 20 años de Ayuda en Acción en Honduras, el 25 de septiembre celebramos el foro “La Protección a la Niñez Indígena y Afrohondureña, Un Desafío de Prioridad Nacional”. Un espacio que pretende generar un diálogo entre los actores implicados, donde la infancia y la juventud indígena y afrohondureña puedan exigir el cumplimiento de sus derechos.