Existe una defensa en el ámbito mundial para la conservación de los derechos humanos. Desde organizaciones internacionales se exigen a los diferentes países que elaboren leyes con el fin de respetar estos derechos. Pero, para que te hagas una idea de lo que abarcan, vamos a acercarte a la teoría de los mismos.
¿Qué son los derechos humanos?
Los derechos humanos son inherentes a cada persona, es decir, forman parte de la esencia del ser humano. Por eso, no van a basarse en ninguna distinción de nacionalidad, sexo, etnia, religión ni otro tipo de condición.
Para la conservación de los mismos se instauró el Derecho Internacional a los Derechos Humanos. Este obliga a cualquier nación del mundo a conservar los derechos de cualquier persona dentro y fuera de su territorio.
Las bases de esta Carta de derechos se originan en el seno de las Naciones Unidas, en 1945, tras la catástrofe humana que significó la Segunda Guerra Mundial. Conforme han ido pasando los años, se han ampliado los derechos, consiguiendo así recoger por escrito una mayor protección de las personas de todo el mundo.
A pesar de que no siempre se han conseguido defender las libertades de la gente, esta Carta ha servido para denunciar internacionalmente violaciones de dichos derechos, activando así órganos judiciales internacionales que, en muchos casos, han conseguido hacer cumplir su propósito.
Tipos de derechos humanos
Se han creado distintas clasificaciones atendiendo a los tipos de derechos humanos que conforman la Carta fundacional. Te mostraremos a continuación una de estas clasificaciones, donde se dividen en tres diferentes tipos, resumiendo a su vez todo el conjunto de los mismos.
Lo primero que debes tener en cuenta antes de leer los tipos de derechos que hay es que todos y cada uno de los derechos humanos son interdependientes. De este modo, no se puede entender que uno que esté por encima de otro, sino que todos poseen la misma importancia.
Derechos civiles y políticos
Este tipo de derechos comenzaron a conocerse en la denominación de “derechos de primera generación”; también fueron llamados “clásicos”. En ellos se recoge todo lo que tiene que ver con la potestad de una persona en el interior de una nación.
Se entiende que todo país está obligado a defender este tipo de derecho en todas las personas que habitan dentro de su territorio. Por tanto, se debe garantizar la conservación del mismo, construyendo leyes que lo acrediten.
En este sentido, los derechos civiles y políticos se pueden ejercer siempre que no se dé un estado de emergencia, en el que deban establecerse limitaciones para salvaguarda de la población.
Algunos de los derechos más conocidos de los que componen este tipo corresponden a los que se refieren a la conservación de la vida y la libertad. También están subrayados los que defienden la igualdad, la integridad y el honor.
Son de referencia, a su vez, la libertad de expresión, la identidad y nacionalidad, el libre tránsito y el derecho a la elección propia o ajena, entre muchos otros.
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Derechos económicos, sociales y culturales
Llamados “de segunda generación”, evocan a derechos colectivos que tienen que ver con el bienestar de las personas. Para que lleven a cabo es necesaria una participación activa del Estado.
Este tipo de derechos atiende a las condiciones con que los distintos países pueden ofrecer a sus ciudadanos posibilidades reales en el marco de su economía. Por lo general, existe una brecha bastante amplia entre un país desarrollado y otro en vías de desarrollo.
Se reconoce que las condiciones económica, social y cultural vienen a legitimar la democracia dentro de una nación. Dichas condiciones han de ser inherentes al ser humano, ya que le garantizan el respeto y la dignidad.
Dentro de este tipo puedes encontrar los derechos que hacen hincapié a la vivienda, a la educación, al trabajo y a la alimentación. Del mismo modo, se reconoce la necesidad de una asistencia médica digna, y la protección y asistencia a los menores.
Derechos de los pueblos
Este tipo de derechos aún tiene mucho por delante para su desarrollo. Destaca la importancia de la actuación internacional, es decir, de la cooperación de los diferentes países para que se lleven a cabo los distintos derechos que contiene.
Por su parte, se exige un cumplimiento mutuo. Esto indica que, al igual que se le puede exigir a un Estado determinado, este puede hacer la misma demanda para que se lleve a cabo dentro de su territorio. Por eso, es precisa la intervención internacional, para hacer cumplir los derechos propios de cada nación.
La solidaridad internacional es aún una nota pendiente, ya que es la base para el cumplimiento de determinados derechos, los cuales vienen a defender a pueblos enteros y la efectiva ejecución de la justicia en los mismos.
Entre los derechos a los pueblos se constituyen el derecho a la paz, a la conservación y defensa de los pueblos indígenas, a la libre determinación de los pueblos y al desarrollo que permita una vida digna.
También puedes encontrar el derecho a la conservación del medio ambiente, la defensa de la justicia internacional, al uso del avance en tecnologías y ciencias, y el derecho al patrimonio común de la humanidad, entre muchos otros.
La Organización de Naciones Unidas (ONU), desde 1948, trabaja constantemente en la preservación de los Derechos Humanos, promocionando su defensa a los distintos países y diversos organismos internacionales.
Desde el desarrollo de esta Carta, se les atribuye a las diferentes naciones su obligatoriedad para llevar a cabo la salvaguarda de los derechos mencionados aquí. Para ello se centran todas las miradas en las instituciones de cada Estado, así como en sus gobiernos, esperando una respuesta objetiva para el logro de dicho fin.
Por todo esto, es importante que como individuo reconozcas tus derechos y participes en el cumplimiento de los mismos, para garantizar así la paz y la convivencia del conjunto de ciudadanos que conforman el colectivo de Estado. Los derechos humanos son tan esenciales como la existencia misma, forman parte de nuestra esencia como personas.