“Para poner a prueba la realidad, debemos verla en la cuerda floja. Cuando las verdades se hacen acróbatas, podemos juzgarlas”. Estas palabras de Oscar Wilde reflejan el momento en el que se encuentra la Convención de los Derechos del Niño. Y es que el coronavirus está suponiendo una prueba de fuego para medir su fortaleza 30 años después de su aprobación. Hacemos un repaso de los derechos de la infancia que más se han visto afectados debido a la pandemia de la COVID-19.
Derechos de la infancia en el contexto COVID-19
#1 Protección
Artículo 19 – Protección contra los malos tratos: “Es obligación del Estado proteger a los niños de todas las formas de malos tratos y establecer medidas preventivas y de tratamiento al respecto”.
El confinamiento doméstico se ha convertido en un factor más de riesgo para garantizar este derecho fundamental a niños, niñas y adolescentes. Ello unido al miedo, la presión, el estrés o la inseguridad, han aumentado las probabilidades de que afloren casos de abuso y violencia intrafamiliar en aquellos hogares donde ya existía riesgo. Y los largos meses de confinamiento han supuesto un grave hándicap para que sus víctimas accedan a los mecanismos de prevención y protección disponibles. Por otro lado, los niños, niñas y adolescentes pasan más tiempo Internet, lo que les ha hecho más vulnerables a sufrir acoso cibernético.
Artículo 27 – Nivel de vida: “Todo niño tiene derecho a beneficiarse de un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social”.
Las consecuencias económicas derivadas de la COVID-19 ha sido un grave varapalo para las economías de las familias que ya se encontraban en situación de pobreza o exclusión social. En España, por ejemplo, la pobreza infantil afectaba a 1 de cada 3 niños y niñas antes de la llegada de la pandemia, pero se prevé que esta cifra sea aún mayor a final de año.
#2 Salud
Artículo 24 – Salud y servicios médicos. “Los niños tienen derecho a disfrutar del más alto nivel posible de salud y a tener acceso a servicios médicos y de rehabilitación”.
La salud es otro de los derechos del niño más afectados por la COVID-19. La saturación de los sistemas de salud debido a la emergencia o el miedo de los padres ante un posible contagio son algunas de las causas que han impedido que la infancia y adolescencia tenga pleno acceso a los servicios sanitarios.
Pero la COVID-19 también ha tenido consecuencias directas en la salud de los niños, niñas y adolescentes. El miedo al contagio, las medidas de distanciamiento social y los confinamientos domiciliares están mermando su salud emocional. Y la Sociedad Española de Obesidad alertaba tras el confinamiento que el peso medio de la población infantil y adolescente en España se había incrementado casi un 5%.
Los derechos de los niños y niñas se han visto afectados por la pandemia de la COVID-19. Salud física y emocional y educación, algunos de esos derechos. Share on X
#3 Educación
Artículos 28 y 29: “Todo niño tiene derecho a la educación”. “El Estado debe reconocer que la educación debe ser orientada a desarrollar la personalidad y las capacidades del niño, a fin de prepararlo para una vida adulta activa”.
El acceso a la educación inclusiva, de calidad y en igualdad de condiciones es, sin duda, el derecho de la infancia que más impacto ha sufrido por la COVID-19. El cierre de los colegios e institutos dejó a casi un tercio de los niños, niñas y adolescentes de todo el mundo sin acceso a este derecho fundamental.
#4 Juego
Artículo 31 – Esparcimiento, juego y actividades culturales. “El niño tiene derecho al esparcimiento, al juego y a participar en las actividades artísticas y culturales”.
La obligación de no salir a la calle para garantizar la salud colisionó frontalmente con este derecho durante la primera ola de la pandemia. Una vez relajadas las medidas de contención, la preocupación se centra en la infancia y adolescencia más vulnerable. La oferta de este tipo de actividades se ha limitado y, en el caso de España, muchas comunidades autónomas han prescindido de las actividades extraescolares en la oferta educativa de colegios e institutos. Estas suponen la única oportunidad para que los niños, niñas y adolescentes con menos recursos accedan a este tipo de actividades. En ocasiones estas resultan clave para completar su proceso de aprendizaje.
#5 Participación
Este es uno de los principios rectores que marcan la hoja de ruta de la Convención de los Derechos del Niño. Establece que la infancia y adolescencia tienen derecho a participar en la toma de decisiones y a intervenir activamente en los temas que les afecten, sean cuales sean sus circunstancias. Sin embargo, los niños, niñas y jóvenes no han tenido muchas oportunidades para participar en la búsqueda de soluciones a los problemas derivados por el contexto actual. Por el contrario, ha primado la visión asistencialista donde no han tenido cabida las opiniones de la niñez y adolescencia.
Vinculado con el derecho a la participación, se encuentra el de la información (artículo 17). Este también se ha visto afectado ya que existe poca información sobre la COVID-19 en formatos amigables para niños, niñas y adolescentes.
La pandemia y las medidas para contenerla han supuesto un grave efecto físico, emocional y psicológico sobre los niños y niñas. Así lo alertaba el Comité de los Derechos del Niño en abril que expresaba su especial preocupación en aquellos países donde se habían adoptado medias de confinamiento obligatorio. En nuestra mano está aprender de los errores cometidos en la primera etapa y estar preparados para dar una mejor respuesta a la segunda ola de la emergencia y a crisis venideras. Todo ello con el objetivo de fortalecer los derechos de la infancia y que la COVID-19 no suponga un paso atrás.