Cada año mueren en el mundo más de cinco millones de niños menores de cinco años, la mayoría en África subsahariana y Asia meridional. De hecho, la elevada tasa de mortalidad infantil, la pérdida de vidas durante el parto o el SIDA son algunos de los mayores problemas de salud a nivel global a los que debemos enfrentarnos en la actualidad. De ahí que el tercero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) vaya en esa línea: la de garantizar una vida saludable y promover el bienestar universal.

El trabajo de los últimos años en favor del ODS 3 va dando sus frutos. Las muertes por enfermedades como la malaria o la tuberculosis se han reducido, y el contagio de VIH en la infancia ha disminuido un 58% desde 2001. Pero todavía queda mucho por hacer. De hecho, el VIH es aún la principal causa de muerte entre las mujeres en edad reproductiva y la segunda entre los adolescentes de todo el mundo. Por otro lado, la proporción de madres que no sobreviven al parto, en comparación con las que lo hacen, es todavía 14 veces mayor en los países en desarrollo que en las regiones desarrolladas.

¿Qué hace falta para logar el ODS 3?


El trabajo que hay por delante para alcanzar el ODS 3 es enorme. Entre otras cosas, es necesario mejorar el saneamiento y las condiciones de higiene en las zonas más desfavorecidas y garantizar el acceso a los servicios médicos, haciendo especial hincapié en la salud sexual y en la atención prenatal de la mujer. Para lograr el ODS 3 es necesario mejorar, también, la alimentación y reducir la contaminación ambiental a nivel global.

Por otro lado, debemos apoyar la investigación, y el desarrollo y la fabricación de vacunas y medicamentos destinados a las enfermedades que afectan a los países más pobres. De hecho, se estima que una inversión de 1.000 millones de dólares para ampliar el acceso a las vacunas de la gripe, la neumonía y otras enfermedades contagiosas podría salvar la vida de un millón de niños cada año.

Además, si queremos conseguir el cumplimiento del ODS 3 para 2030, debemos abordar el problema desde la base: la pobreza y la falta de formación son caldo de cultivo para la propagación de enfermedades y hábitos insalubres. De hecho, los niños y niñas que nacen en familias pobres tienen casi el doble de probabilidades de morir antes de los cinco años que aquellos que vienen al mundo en entornos con más recursos. Incluso en familias empobrecidas, la formación puede marcar la diferencia. Los niños y niñas cuyas madres han recibido alguna educación tienen más probabilidades de sobrevivir que los nacidos de mujeres sin formación.



Infancia


¿Cómo colabora Ayuda en Acción en el cumplimiento del ODS 3?


Desde Ayuda en acción apoyamos el ODS 3 proporcionando educación sobre higiene, nutrición, salud sexual y reproductiva. Una de las costumbres contra las que luchamos intensamente es la mutilación genital femenina, una práctica habitual en algunas zonas de África y Asia que vulnera los derechos humanos de las mujeres y que tiene múltiples consecuencias para la salud física y psicológica, desde hemorragias e infecciones, al contagio del VIH o una fuerte ansiedad.

Nuestro trabajo en Kenia, en colaboración con socios locales y otras organizaciones como Fundación Kirira, ha servido para empoderar a mujeres y niñas, convirtiendo la educación en la mejor arma para defender su salud y luchar por el ODS3. Así lo reconoce Valarie Didii, una de esas chicas a las que su abuela y algunos amigos intentaron practicarle la ablación cuando cumplió 14 años: “Yo me negué. Me aislaron porque me había negado, pero yo estaba decidida a no cambiar de opinión porque me habían informado de los efectos negativos de la mutilación genital femenina durante las reuniones de nuestro club-foro de chicas”. Finalmente, tras explicar las razones a sus padres, Valerie pudo contar también con su apoyo, y hoy sueña con ir a la universidad y estudiar medicina.

Así podrá, por ejemplo, ayudar a reducir la mortalidad derivada de complicaciones en el embarazo y el parto en países como el suyo. Porque también en esto la formación es fundamental e incluso implicar a la comunidad y darle algunas pautas básicas de atención e higiene resulta de mucha ayuda. De hecho, responder con rapidez ante una hemorragia puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de la madre y su bebé.

Pero la lucha no acaba ahí.: como hemos comentado, muchos niños y niñas mueren antes de cumplir los cinco años por causas que pueden evitarse. ¿Cómo? Por ejemplo, garantizando el acceso a vacunas y a algo tan básico como el agua limpia, lo que puede favorecer un cambio importante en las condiciones de higiene y salubridad, y un gran avance para que el ODS 3 llegue a cumplirse cuando finalice este ciclo de 15 años.

¿Cómo puedes ayudarnos a alcanzar el ODS 3?


Si decides apadrinar o te animas a hacer una donación con nosotros estarás ayudándonos a llevar formación, agua potable y atención médica a las zonas más desfavorecidas del planeta. Y por tanto, estarás ayudando a que el ODS se cumpla con éxito. Infórmate sobre las distintas formas de colaborar con Ayuda en Acción.