CME celebra el papel fundamental del profesorado y personal educativo como garantes del derecho a la educación, y reclama un aumento de la financiación en cooperación en materia educativa acorde a las necesidades educativas actuales.
Con motivo del Día Mundial de los y las docentes, aniversario de la suscripción de la Recomendación de la OIT y la UNESCO relativa a la Situación del Personal Docente (1966), desde la Coalición Española de la Campaña Mundial por la Educación (CME) queremos reiterar el respaldo y solidaridad con el personal docente y de apoyo educativo, reivindicando su rol fundamental para hacer realidad el derecho humano a una educación de calidad, equitativa, inclusiva y transformadora.
Este año nos sumamos a la propuestas y demandas establecidas en la CUMBRE SOBRE LA TRANSFORMACIÓN DE LA EDUCACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS (2022) en la que se insta a los Estados, en este caso España, a que se apoye “La aceleración del progreso hacia el ODS 4 y la transformación de la educación” y esto requiere de “un número adecuado de profesorado para satisfacer las necesidades del alumnado, así como la formación, motivación y apoyo de todo el personal educativo.”
Consideramos que esto sólo puede ser posible cuando la educación cuenta con una financiación adecuada y con políticas públicas que reconocen y apoyan a la profesión docente con el fin de mejorar su situación y condiciones de trabajo.
Se calcula que se necesitan 69 millones más de profesores/as en todo el mundo para lograr una educación de calidad para todas las personas en 2030. A nivel mundial, nos encontramos con grandes desequilibrios de género en la plantilla docente. La carencia de mujeres docentes es especialmente preocupante en ciertos contextos como África u Oriente Medio, donde tener una profesora puede ser determinante para facilitar la retención de las niñas dentro del sistema educativo, junto con otros aspectos como disminuir la violencia en la escuela o mejorar la información y el acceso a salud reproductiva y sexual o la higiene menstrual. No obstante, en América Latina y Caribe, la profesión docente está altamente feminizada ya que los hombres escogen otras ocupaciones laborales más reconocidas socialmente y mejor remuneradas.
La “brecha docente” —en términos cuantitativos y cualitativos— está desviando el alcance de todas las metas de educación, incluidas las del ODS 4. Los niños y niñas que viven en zonas pobres o remotas, así como las poblaciones vulnerables y marginadas, se ven afectadas de manera desproporcionada.
En este sentido, las condiciones laborales de una gran parte del profesorado en el mundo no son adecuadas. La mayoría de los sindicatos de la profesión docente señalan que les preocupa que los salarios sean demasiado bajos, que las condiciones de trabajo se estén deteriorando y que la infraestructura de apoyo a la enseñanza y el aprendizaje sea insuficiente, pues perciben que no son una prioridad para la inversión de los gobiernos. Además, el profesorado rara vez es consultado o participa en los procesos de toma de decisiones y de formulación de políticas públicas.
Nos sumamos a las propuestas del Equipo Especial Internacional sobre Docentes para Educación 2030, que propone que la transformación educativa tendrá lugar si se profesionaliza a los docentes y se les proporciona capacitación, motivación y apoyo para que impulsen el proceso y guíen al alumnado en el logro de sus objetivos y su bienestar. En la práctica, esto supone lo siguiente:
- Cada país debería contar con un número adecuado de docentes y otros profesionales afines que estén cualificados, en el lugar adecuado y que tengan una buena capacitación y las competencias necesarias.
- Todos el personal docente debería recibir una formación inicial de calidad y un desarrollo profesional continuo a lo largo de toda su carrera
Todos el personal docente, dirigentes escolares y trabajadores/as de la educación deberían tener un estatus profesional reconocido, poder participar en el diálogo social y político y trabajar en condiciones que les permitan desarrollar la actividad docente para transformar la educación desde dentro. - Los y las docentes y otros profesionales deberían tener la capacidad de liderar el aprendizaje, innovar, producir y aprovechar la investigación pertinente.
Los retos que enfrenta el personal docente en el mundo son muchos. Por ello, desde la CME queremos hacer un llamamiento para mejorar la educación y su situación.
- Pedimos a la comunidad internacional, y en particular al Gobierno central y los gobiernos autonómicos en España, aumentar la financiación en cooperación internacional para el desarrollo en materia educativa y seguir trabajando para destinar el 0,7% de la Renta Nacional Bruta a la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), del que un 20% debe estar destinado a la educación; y un 10% de la AOD para Ayuda Humanitaria, del que el 10% debe dedicarse a educación en emergencias. Esto requiere establecer un plan de metas anuales de cara a 2030 para cumplir estos compromisos.
- Exigimos adoptar decisiones audaces sobre la transformación de la arquitectura financiera internacional, que apoye a los países en desarrollo para que puedan incrementar su inversión en educación. Los Gobiernos deben forzar las restricciones del FMI que ponen el control del déficit por delante de la inversión pública, lo cual es contradictorio con el reconocimiento por parte de todos los actores de que solo con una fuerte inversión en educación los Estados avanzan y progresan en el crecimiento económico en el medio y largo plazo.
- Es fundamental que se actúe urgentemente y se apoyen medidas para aliviar la deuda de los países menos desarrollados, incluyendo medidas que alienten la inversión en servicios públicos básicos como la educación.
España puede mejorar su papel y sus contribuciones a la educación en el mundo y recuperar su peso internacional en la materia. España ejerce en este semestre la Presidencia del Consejo de la Unión Europea, y en medio de negociaciones y acuerdos tras la Cumbre Unión Europea (UE)- Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (Celac), creemos que puede jugar un rol internacional determinante en materia de relaciones bilaterales y regionales, especialmente con América Latina. Así también, estamos a las puertas del inicio de un nuevo gobierno central y de la puesta en marcha de la mayoría de los gobiernos autonómicos. Creemos que tenemos todas las condiciones objetivas para replantear el derecho a la educación en el mundo como una prioridad en el marco de la cooperación internacional.
Por todo ello, desde la Coalición Española de la Campaña Mundial por la Educación, reclamamos aumentar los recursos para la respuesta mundial frente a la crisis educativa, mejorando la atención y reconocimiento al profesorado y personal educativo como garantes del cumplimiento del derecho a una educación de calidad, inclusiva, equitativa y transformadora, sin dejar a nadie atrás.