La escritura, junto a la lectura, son las dos armas más poderosas que podemos dar a los niños para cimentar las bases de su desarrollo cognitivo. A diferencia del aprendizaje de la comunicación verbal (lenguaje hablado), la lectoescritura es mucho más compleja, por la necesidad de adquirir y aprender a utilizar ciertos códigos del lenguaje escrito que requieren de un desarrollo intelectual. Por ello, la iniciación no suele darse hasta los cinco o seis años.
En este primer acercamiento, los niños y niñas aprenderán a distinguir su nombre y comenzarán a escribirlo, junto a las diferentes letras, que se asocian a una forma y un sonido concreto. Poco a poco, se suceden las fases de copiado, dictado y, por último, de escritura espontánea. Antes de abordar la escritura creativa en los niños, padres y madres debemos conocer las fases del aprendizaje con el fin de reconocer problemas en el desarrollo y la práctica de este. A partir de los ocho o nueve años las capacidades en la infancia son ya suficientes para empezar a impulsar el aprendizaje y la práctica de la escritura creativa.
La edad recomendada para la escritura creativa en niños
A partir de los nueve años, entramos en la edad perfecta para fomentar la escritura creativa en los niños. Podemos hacerlo en casa o, si existe un interés visible por su parte, estudiar otras opciones fuera de la escuela. Su práctica mejorará los tiempos de aprendizaje de conceptos, su vocabulario y el conocimiento estructural del idioma. Por regla general, el gusto por la lectura irá asociado a todo lo anterior, convirtiéndose en el acercamiento progresivo de géneros literarios, temas y autores. Esta asociación también la podemos extender a la educación en valores, mostrando situaciones y realidades que nuestros hijos e hijas deben conocer y sacando partido a algunos de los ejercicios y actividades de escritura creativa para niños que encontrarás a continuación.
En un grupo o taller donde se practique la escritura creativa con niños, quienes lo organizan plantearán una enorme variedad de ejercicios de desarrollo de historias, como el circuito —también conocido como las frases encadenadas—, a través del que se formará una historia con sentido. Del mismo modo, hay muchísimos ejercicios grupales de escritura creativa: la redacción de textos en grupo tras elegir un número determinado de palabras o el collage, pero también ejercicios que puede empezar a practicar tu hijo o hija individualmente.
Actividades de escritura creativa para niños
A continuación, te presentamos algunos:
#1. Acróstico: escribiremos una frase con sentido; seguidamente, cada una de las letras que inicia las palabras de esa frase será la letra con la que comenzará la frase siguiente. ¡Todo un reto!
#2. Escoge un final distinto: trabajaremos con una historia, un cuento o un relato que le guste a nuestro hijo o hija; le pediremos que cambie su final y que lo reescriba, imaginando qué habría sucedido si...
#3. Viajar a otro mundo: le preguntaremos cómo sería su mundo ideal y prepararemos una historia que lo describa. También podemos hacer este ejercicio de escritura creativa para niños con otros periodos de tiempo de la historia de la humanidad.
#4. Sugerir palabras: un ejercicio muy divertido de escritura creativa para niños es sugerirles algunas palabras sin relación aparente (perro, carpeta y horizonte, por ejemplo) y conseguir que imaginen y escriban una historia con las mismas.
#5. Temas de la vida diaria: aprenderán(y aprenderemos) mucho si dejamos que los niños vuelquen en la escritura sus experiencias vitales más cotidianas: describir su primer día de colegio, el sábado pasado, las vacaciones o su momento favorito de la semana…
#6. Practicar la escritura creativa con los niños al aire libre: dar un paseo por la playa, ir a caminar por el centro histórico de la ciudad o sentarnos en un parque y observar. Cualquier escritor tiene que aprender a observar a su alrededor antes de escribir: ¡una buena forma de practicar como los profesionales!
#7. Alargar oraciones: primero, vamos a escribir una historia de cinco líneas… ¡y después vamos a convertirla en una de diez! De este modo, a través de la escritura creativa el niño o niña mejorará su conciencia morfosintáctica y semántica y trabajará los detalles de la narración.
#8. ¡La caja mágica!: aunque suele tratarse de un ejercicio grupal, podemos preparar nuestra caja con palabras de distinta categoría sintáctica (nombres, verbos, adjetivos…) en su interior y dejar que el niño o la niña coja tres o cuatro; nosotros/as haremos lo mismo y cada persona tendrá que preparar dos frases distintas. Después, intentaremos unir las cuatro frases dándole sentido al texto. ¡Despertará mucho su atención! Palabra.
#9. Leer poemas en voz alta: la introducción a la poesía suele ser más fácil a través de la lectura. Este ejercicio consiste en elegir un poema y leerlo en voz alta (lo mejor es que lo haga la niña o el niño); una vez leído, tendremos que buscar qué nos sugiere y qué sentido creemos que tiene.
#10. Describir a una persona: quizá uno de los ejercicios más típicos en el colegio, pero… ¡vamos a darle la vuelta! Normalmente, las descripciones trabajan el físico, ¿verdad?; pues bien, vamos a pedirles que describan lo más importante de esa persona (su abuelo, una tía, un amigo…) atendiendo solo a tres características. ¿Lo conseguirán?
La importancia del papel en la escritura creativa para niños
Los niños y niñas que ejercitan la escritura a través del papel mejoran sus habilidades motrices (coordinación fina) y, según los expertos, también les ayuda a retener la información con mayor intensidad, potencia el aprendizaje y el neurodesarrollo y ayuda a estimular sus circuitos cerebrales, desarrollando también otras capacidades relacionadas con el aprendizaje, como dibujar o colorear.
Asimismo, la escritura creativa, por su naturaleza más original y fantasiosa, no debe hacer que nos olvidemos del aspecto más puramente lingüístico, por lo que también nos resultará útil para corregir faltas de ortografía, errores de coherencia textual y así, ayudar a que nuestro hijo o hija siga formándose.