Hay un gran número de experimentos caseros para niños y niñas que podemos llevar a cabo junto a nuestros hijos para acercarles, poco a poco, a la ciencia y a los fenómenos físicos y químicos. ¡Pero este artículo será un poco distinto a experimentos para niños y niñas, donde te enseñábamos cómo meter un huevo en una botella o cuántas cosas chulas puedes hacer con… ¡el aire!, porque vamos a hacer todos los experimentos caseros con material reciclado, ¿qué te parece? ¡Vamos allá!
1. ¡El poder del jabón!
Mediante la tensión superficial vamos a enseñar a los peques cómo pueden impulsar un bote y hacerlo navegar. Necesitarás: una tarjeta de visita, tijeras, un recipiente lleno de agua y detergente líquido.
- Recorta una tarjeta de visita en forma de bote; también puedes hacerlo con trozo de cartulina que te sobre: 5 cm de largo, 3 de ancho y un corte cuadrado en la popa de la embarcación de 1x1 cm.
- Colocaremos nuestro barco en el recipiente con agua.
- ¡Echa un poco de detergente en la parte de atrás del bote!
¿Qué ha ocurrido? Habréis visto que el bote avanza a toda velocidad. Pero, ¿por qué? Al echar el jabón se rompe la organización de las moléculas del agua, creando una delgada capa fuerte y flexible en la superficie conocida como tensión superficial. ¡Es el mismo fenómeno que utilizan los zapateros y algunos mosquitos para caminar por encima del agua!
2. ¡Como agua y aceite!
Para este experimento casero con material reciclado aprovecharemos un cuentagotas, un vaso de agua, un poco de aceite de cocina, un vaso desechable de papel y alcohol etílico.
Llenaremos los vasos con agua.
Con el cuentagotas, succionaremos algunas gotas de alcohol y las dejaremos caer dentro de la superficie del agua.
A continuación, dejaremos caer algo de aceite en el otro vaso (desechable).
¿Qué ha ocurrido? A diferencia del aceite, las moléculas de agua y alcohol se atraen entre sí, por lo que una vez vertidos, se aseguran a la molécula de agua más cercana y forman una solución. Por el contrario, el aceite y el agua no se atraen: todo lo contrario. El aceite empujará las moléculas de agua y formará burbujas hacia la superficie; ¿y por qué ocurre esto último? Por la presión del agua que es superior a la del aceite, y así las burbujas de aceite son presionadas a la superficie.
3. La bolsa de té que quería volar
Para este experimento solo necesitaremos una bolsa de té y un encendedor. Vaciaremos el té encima de una superficie ignífuga y colocaremos la bolsa de té encima.
Con ayuda de un encendedor prenderemos la bolsa desde arriba y esperaremos.
Cuando la llama llegue hacia el final de la bolsita, ¡magia! La bolsita volará.
¿Qué ha ocurrido?
La llama consume el cilindro de arriba abajo y el aire caliente se acumula dentro. Una vez llega al fondo del cilindro, las moléculas calientes del aire son menos densas y empujan hacia arriba el cilindro, donde están las moléculas más frías y densas. ¿Y por qué no sale volando antes? Pues porque no tiene tanta fuerza y solo puede “levantar” cuerpos muy ligeros.
4. Electricidad cítrica
Para este experimento casero necesitaremos: 2 limones, 1 cuchillo, 3 pinzas, 4 tornillos, 4 monedas de cobre y cable de cobre. ¡La mayoría de los elementos pueden reciclarse sin problemas!
Cortaremos los dos limones por la mitad con la supervisión del adulto.
En los extremos del limón, haremos incisiones con el cuchillo donde quepan las monedas de cobre y las introduciremos.
En el punto contrario a cada moneda, clavaremos un tornillo.
Por último, cogeremos cable de cobre y conectaremos los tornillos a las monedas con ayuda de las tres pinzas creando un pequeño circuito que ya tiene electricidad.
Para comprobarlo, aprovecharemos un cable eléctrico enlazado a un multímetro y comprobaremos cuánta corriente eléctrica hemos conseguido.
¿Qué ha ocurrido? El clavo galvanizado y la moneda de cobre funcionan como electrodos (al estar fabricados con dos metales distintos) y causan una relación electroquímica mediante el zumo del limón que genera una pequeña corriente eléctrica. ¡Así es como funciona una batería también!
5. La pelota bala
Para este experimento casero para niños necesitaremos reciclar dos botellas grandes de plástico, 6 m de cuerda de plástico para tender, tijeras o cúter y cinta adhesiva.
Cortaremos la parte superior de las dos botellas (podemos usar las del experimento de nuestro primer experimento) y las encajaremos una dentro de la otra.
Las aseguramos con cinta adhesiva y quitaremos los tapones. Seguidamente, pasaremos dos trozos de cuerda (3 m cada uno) por nuestro invento y anudaremos los extremos para un mejor agarre.
Agarremos las cuerdas y aquel jugador que tenga la bola bala más cerca abrirá y esta se deslizará hacia el lado contrario. Cuando el contrario abra los brazos, nosotros los cerraremos y viceversa.
¿Qué está ocurriendo? La bola bala coge velocidad al someterla a una fuerza (abrir los brazos) y frena al someterla a una fuerza contraria. Si los dos jugadores abren los brazos a la vez, la bola bala no se moverá. ¡Con este experimento estudiaremos las tres leyes físicas de Newton!
6. Pescando plásticos en el mar
Por último, ahora que se acerca el tiempo de playa, podemos concienciar a los peques con este experimento casero con un cazamariposas o una red de pesca casera para acuarios como la de este vídeo. Recuperamos los plásticos con seguridad siempre y atendiendo a las indicaciones de los adultos y los socorristas e intentaremos adivinar qué fueron los desechos que vamos depositando en el contenedor apropiado. ¡Un experimento que conecta con la iniciativa de recoger tres plásticos cada vez que visitamos una playa!
Como ves hay muchas actividades con niños que podemos llevar a cabo desde casa para divertirnos con ellos, pero también para concienciar y promover valores útiles para su desarrollo y el de toda la sociedad. Si quieres informarte de todas las acciones que Ayuda en Acción hace en los 19 países donde estamos trabajando, ¡lee nuestra historia y ayúdanos a construir un futuro más justo!