«Lo triste de la beca es que para obtenerla tienes que comprometerte a pagar tú hasta que te llega la beca y eso es imposible, si pides una beca es porque no puedes pagarla y eso es algo que nunca he entendido. Uno de los requisitos es que fueras asiduo al comedor, si eres asiduo es que lo pagas, si lo pagas es porque puedes, entonces, ¿por qué pides beca? Es incoherente. Yo creo que ese es un requisito importante, ¿cómo paga una persona un comedor si pide una beca porque no lo puede pagar?»
Este es el testimonio de la directora del Colegio de Educación Infantil y Primaria Palma, en Palma de Mallorca. Describe muy bien la situación que cada curso viven miles de familias que son penalizadas con la suspensión de los servicios de comedor, refuerzo educativo y actividades extraescolares por no haber podido hacer frente al pago de dos mensualidades.
Es el caso de familias que solicitan una beca que, cuando llega (o no) a mitad del curso escolar, ya han tenido que adelantar de su bolsillo a duras penas el dinero para pagar uniformes y libros. O el de aquellas otras más vulnerables que a menudo no pueden asumir los costes de gestión y mantenimiento de las cuentas bancarias... cuando el requisito para la bonificación de las becas educativas es poder domiciliarlas. Y también el de las familias que bien por encontrarse en una situación administrativa irregular por su condición de inmigrantes, bien por no alcanzar los ingresos mínimos obligados, no han realizado la declaración de la renta, trámite necesario para acreditar la insuficiencia de recursos económicos.
Todas estas y muchas más paradojas se encuentran recogidas en el estudio sobre equidad educativa en España La sombra de la inversión educativa en España. En busca de la gratuidad y la equidad en educación, que Ayuda en Acción ha elaborado conjuntamente con la ONG EDUCO. El informe arroja algunos grandes titulares como estos:
- La gratuidad de la educación en España no es real. Supone un mayor esfuerzo por parte de las familias, que además han tenido que afrontar su progresivo empobrecimiento en los últimos años.
- Entre 2009 y 2015 el gasto medio de los hogares españoles en educación aumentó un 34%, según la Encuesta de los Presupuestos Familiares del INE.
- España invierte en becas y ayudas la mitad que la media de la UE-28.
- El gasto público en becas y ayudas educativas apenas se duplicó en los últimos treinta años. Esto, a pesar de la expansión sin precedentes del alumnado y su permanencia durante más años en el sistema educativo.
- La inversión insuficiente en educación, y más concretamente en becas y ayudas al estudio, impide que cumpla con su función de compensación de las desigualdades de origen.
Un sistema educativo que penaliza a las familias con mayores necesidades vulnera el derecho a la educación en sí mismo, así como los compromisos nacionales (la propia Constitución española) y los adquiridos a nivel internacional (Convención de los Derechos del Niño). Algunas de las soluciones pasan por políticas públicas a la infancia y un Pacto de Estado por la Educación que garantice la gratuidad real del sistema, la calidad y la equidad.
Mientras no se ataje este problema como una prioridad de Estado seguiremos ostentando el triste honor de ser el 3er país de Europa en el ranking de pobreza infantil, solo por detrás de Rumanía y Bulgaria, y 1 de cada 3 niños y niños en España seguirán en riesgo de pobreza y exclusión social.