• Más de 47.700 niñas se casan diariamente antes de cumplir los 18 años

  • La pobreza y las guerras son algunas de las causas que originan el matrimonio infantil

  • Las niñas que se casan tienen más posibilidades de abandonar la escuela. La educación es clave para acabar con los matrimonios infantiles


La educación y la sensibilización son las mejores herramientas para acabar con los matrimonios infantiles. Sin embargo, y a  pesar de las graves consecuencias que acarrea, son muchas las familias que siguen optando por esta práctica, pero ¿por qué? Te contamos las causas que pueden originar el matrimonio infantil.

Pobreza


Las regiones de África Subsahariana y el Sudeste Asiático son las que más matrimonios infantiles registran. Nepal, Burkina Faso, Etiopía, Guinea, República Centroafricana, Mali, Chad, Bangladesh y Níger son los diez países con mayor porcentaje de niñas casadas a la fuerza siendo menores.

No es casualidad que estos también ocupen las listas de los países más pobres. En los estados en desarrollo, las familias con bajos recursos optan por casar pronto a sus hijas para quitarse una carga económica y recibir la dote (bienes, ganado, dinero…). También son muchos los que creen que están dando un mejor futuro a su hija.

La guerra


Las niñas que huyen de la guerra a otros países son otro de los grupos víctimas de los matrimonios forzosos. Los campos de refugiados de Jordania, en donde la paz y la protección brillan por su ausencia, se han convertido en escenario de numerosas bodas infantiles. A pesar de que la edad legal para casarse en Jordania son 18 años, la sharia puede autorizar el matrimonio con menores de hasta 15 años, aunque debido a las dificultades económicas a las que se enfrentan muchas familias de refugiados, se han dado ocasiones de matrimonios con niñas menores de 14 años. En estos casos a la pobreza se suma el miedo de los padres de que la niña sea violada o atacada y ven el matrimonio como una forma de protegerlas.



Nueva llamada a la acción



Aunque en Siria el matrimonio infantil representaba el 13% del total de los matrimonios antes de la guerra, actualmente se ha duplicado y cerca de la mitad de las niñas han sido obligadas a casarse con un hombre de al menos 10 años más que ellas. Pero no todos los datos son negativos, ya que el número de mujeres sirias refugiadas en Egipto, Jordania y Líbano que se oponen a que sus hijas se casen cada vez es mayor.

Educación y cultura


A las dos causas anteriores hay que sumar los valores culturales de la sociedad en la que viven esas niñas. La sociedad de los países en los que se admite esta práctica es machista, no permite a las mujeres acceder a las mismas oportunidades que los hombres y no respeta sus derechos más fundamentales.

Tampoco ayuda el limitado acceso a la educación que tienen las mujeres en dichos países. Esto lleva a muchas madres a seguir creyendo que casar a su hija con un hombre mayor es una forma de asegurarle el futuro y darle mejor vida y a no dar importancia a que la niña abandone la escuela antes de tiempo.



El matrimonio infantil al alcance de todos

Si se pregunta a alguien por la calle de un país como Francia, España o Estados Unidos por el matrimonio infantil, la gran mayoría responderá que es algo propio de los países menos desarrollados y que en el suyo esas cosas no pasan.

Pero se equivocan. El matrimonio infantil, aunque no de una forma tan extendida, también existe en los países más desarrollados. Sucede así en Estados Unidos, país que se ha visto sacudido por la polémica tras la publicación del artículo “Once años, madre, y obligada a casarse con su violador en Florida”, en The New York Times el pasado 26 de mayo.

En este artículo, Sherry Johnson cuenta su historia. Tenía 11 años cuando fue violada y quedó embarazada, de manera que sus padres y su iglesia decidieron que se casara para evitar escándalos. Sherry abandonó el colegio y durante el matrimonio se dedicó a cuidar a todos los hijos que tuvo, también fruto de violaciones.

A día de hoy, Sherry se ha convertido en activista y lucha por evitar los matrimonios infantiles en un país en el que, entre 2000 y 2010, han contraído matrimonio más de 167.000 menores, incluyendo a niñas de hasta 12 y 14 años, y en el que a pesar de que la ley nacional establezca los 18 años como la edad legal para contraer matrimonio, las leyes de cada estado establecen excepciones que lo hacen legal. En la mayoría de ellos, tener el permiso de los padres y tutores y una autorización de un juez es lo único que se necesita para que los menores puedan contraer matrimonio.