Hace unos meses una niña protagonizaba todos los titulares en la prensa. Sí, la sueca Greta Thunberg con tan solo 16 años se sumaba a la lista de niñas activistas que han marcado la agenda y la política internacional en los últimos años. ¿Te gustaría hacer un repaso por aquellas que más relevancia han tenido? ¡Acompáñanos!
#1 Greta Thunberg: en huelga contra el cambio climático
Nacida en 2003, esta niña activista sueca comenzó su andadura en el activismo iniciando una huelga cada viernes. ¿El motivo? El impacto del cambio climático. Diagnosticada con el Síndrome de Asperger, que ella misma considera un superpoder, su lucha comenzó en agosto de 2018. Su huelga consistía en no asistir al colegio hasta que fueran las elecciones generales en su país, en el mes de septiembre de ese mismo año. Quería que quien ganara las elecciones se comprometiera a que su país redujera las emisiones de gases de efecto invernadero según lo establecía el Acuerdo de París.
Tras las elecciones continuó su huelga escolar por el clima cada viernes a las puertas del parlamento sueco, portando una pancarta que siempre le acompaña. Inspiró a la juventud y en diciembre grupos de estudiantes convocaron manifestaciones en más de 270 ciudades del mundo. En mayo de 2019 fue nombrada por la revista Time líder de la próxima generación. Su lucha contra el cambio climático llegó incluso a las Naciones Unidas y a la Cumbre del Clima, tras un largo viaje en catamarán cruzando el Atlántico.
Greta es el blanco perfecto de los movimientos negacionistas del cambio climático, generando grandes polémicas que incluso han llegado al presidente de EEUU, Donald Trump. Sea como sea, la joven ha conseguido movilizar no solo a la juventud sino al mundo entero en torno a un asunto que determina, sin duda, el futuro de la humanidad.
#2 Malala Yousafzai: de reclamar educación para niñas a conseguir el Nobel de la Paz
En el año 2012, con tan solo 15 años, Malala fue tiroteada en su escuela de Pakistán. Los talibanes la consideraban una enemiga del régimen por reclamar una educación para las niñas en su país tras prohibirlo en 2009. Malala lo empezó a contar en un blog de la BBC y el mundo empezó a poner el foco en este asunto.
En Ayuda en Acción nos sentimos especialmente identificados con su lucha, ya que desde nuestros comienzos garantizar el derecho a la educación ha sido uno de nuestras principales metas. Además, promovimos en España su candidatura al Premio Nobel de la Paz, que finalmente obtuvo en 2014 junto al indio Kailash Satyarthi. De esta forma, fue la persona más joven que consiguió este reconocimiento.
Malala creció en una familia dedicada a la educación y por eso no podía concebir que niñas como ella no pudieran acceder a un derecho básico solo por ser niñas. Tras el atentado que sufrió y una vez estabilizada, la trasladaron a Inglaterra y allí ha continuado su labor como activista hasta hoy. En junio de 2020 se licenció nada menos que en Oxford en Filosofía, Política y Economía. Sin duda su frase más conocida nos acompañará siempre cuando reclamamos el derecho a la educación: “One child, one teacher, one book, one pen can change the world” (un niño, un profesor, un libro y una pluma pueden cambiar al mundo).
#3 Autumn Peltier: defender el derecho al agua desde los pueblos originarios
Nacida en la Primera Nación Wikwemikong (Canadá) en 2004, comenzó a destacar como activista con tan solo ocho años. Una ceremonia en la Reserva del Río Serpent advirtiendo sobre la no potabilidad del agua despertó su activismo. ¿Por qué no todo el mundo tenía acceso a un derecho tan básico?, se preguntaba.
Su activismo, podríamos decir, le viene de serie. Y es que su gran inspiración es su tía abuela Josephine Mandamin, fundadora del movimiento Mother Earth WaterWalk. Tras enfrentarse al Presidente Trudeau en la Asamblea de las Naciones Originarias se creó dentro de ella el fondo Niabi Odacidae. En 2019 esta joven activista fue nombrada como Comisionada del Agua por la nación Anishinabek, cargo que también había ocupado su tía.
Nominada para el Premio Internacional de la Paz Infantil, ha pronunciado discursos en las Cumbres del Clima en 2018 y 2019. No hay duda que tenemos delante una joven luchadora por los derechos más básicos.
#4 Jazz Jenning, activista transgénero por los derechos LGTBI
Aunque Jazz nació en el año 2000 con los órganos sexuales masculinos, siempre supo que ella era una niña. Así, con tan solo seis años y el apoyo de su familia, inició el proceso de transición para convertirse en niña también oficialmente. Abrió un canal en Youtube y comenzó a aparecer en programas de televisión para contar su historia, sensibilizando sobre los derechos de las personas transgénero.
En el año 2014 la revista Time la incluyó en su lista de los 25 adolescentes más influyentes de Estados Unidos.
Junto con sus padres, creó la TransKids Purple Rainbow Foundation para ayudar a niños y niñas como ella.
Conoce las historias de cinco niñas activistas que están cambiando el mundo. Clic para tuitear
#5 Ahed Tamimi, encarcelada con 16 años
Nacida en Palestina en 2001, desde pequeña ha sido uno de los símbolos más visibles de las manifestaciones contra las ocupaciones israelíes en tierras palestinas. Hija de un activista, comenzó sus protestas con nueve años tras la confiscación de un manantial en el asentamiento de Halamish.
En 2011 su figura pasó a internacionalizarse cuando fue fotografiada enfrentándose a soldados israelíes. En 2012 de nuevo el foco internacional se posó sobre esta niña activista cuando mordió la mano de un soldado que se disponía a detener a su hermano.
Cuando en el año 2017 contaba con solo 16 años fue detenida tras abofetear a un soldado israelí que se apostó en el patio de su vivienda familiar, hecho retransmitido en directo por su madre a través de redes sociales. Aministía Internacional fue la organización que lideró la recogida de firmas para pedir su liberación: “la agresión de una adolescente desarmada a dos soldados armados y con equipamiento de protección muestra que Ahed Tamimi no suponía ninguna amenaza real y que su castigo es claramente desproporcionado”, señalaban. Tras un acuerdo con la fiscalía fue condenada a ocho meses de prisión. Suponía, sin duda, una violación de la Convención de los Derechos del Niño, de la que Ahed ya era víctima.
No son las únicas ni tampoco serán las últimas. Si algo demuestra la educación igualitaria es la capacidad de niñas y mujeres para empoderarse y reclamar sus derechos. Ayuda en Acción acompaña a la infancia más vulnerable para que vean garantizados sus derechos, impulsando acciones de empoderamiento infantil y juvenil para que la voz de la infancia sea tenida en cuenta.
Si quieres leer un ejemplo de cómo formamos futuros líderes, conoce la historia de Pedro, un joven boliviano que lucha por los derechos de la infancia en su país.