En un mundo cada vez más digital, es fundamental que las niñas tengan acceso y habilidades en el uso de la tecnología para garantizar su éxito en el futuro. Sin embargo, las niñas suelen estar subrepresentadas en los campos de STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) y, en particular, en la industria tecnológica. En la actualidad, solo el 33% de los investigadores científicos en el mundo son mujeres, según un informe de UNESCO publicado en 2021.
En este post, exploramos la importancia de involucrar a las niñas en las TIC alrededor del mundo a través de las historias de nuestras protagonistas en diferentes proyectos de desarrollo. ¿Te apuntas a conocerlas a ellas y a sus motivaciones para volcarse en las tecnologías de la información y la comunicación? ¡Vamos a ello!
Alba, de España
La primera historia nos lleva a Cáceres (España), a uno de los institutos donde hemos trabajado en los últimos años con jóvenes: el IES Al Qazeres. En su día nos contaba que no sabía muy bien a qué quería dedicarse de mayor. Pero algo tenía claro: que lo que fuera, tenía que ser relacionado con las ciencias. Porque las TIC eran su pasión.
Gracias a la mejora de la calidad educativa ha recibido clases prácticas sobre robótica, por ejemplo: “cada vez me interesa más y voy a seguir por este camino”, decía. No será la primera mujer de su familia que se dedique a una carrera relacionada con la ciencia. Su hermana estudia Ingeniería Mecánica, y eso ha sido también un fuerte referente para ella.
Alba participó en su día en el proyecto Labs4Opps de Ayuda en Acción.
Marcell y la robótica
Marcell vive en la comunidad de Los Ranchos, en Nicaragua. Participa en los talleres de robótica que desde hace años ponemos en práctica en el país. La robótica es una herramienta educativa enfocada en una nueva forma de aprender, que contribuye a desarrollar capacidades y destrezas en la infancia, fomentando la creatividad para la resolución de problemas mediante el trabajo colaborativo. Entre 2019 y 2022 hemos facilitado la habilitación de 14 espacios de robótica, beneficiando a 2203 estudiantes.
Nadie mejor que ella para contarte todo lo que ha aprendido gracias a estos talleres.
Angie y la energía
Con otras chicas de su edad, Angie participa en la provincia peruana de Sánchez Carrión en los laboratorios de innovación tecnológica que hemos puesto en marcha en su distrito. Gracias a ellos es una joven más independiente y autónoma: “He aprendido de robótica, a utilizar LEDS, máquinas… El profesor ahora nos está enseñando a descubrir cómo obtener energía”, cuenta a nuestro equipo de Perú.
Diorela, de “Los Astronautas” de Nicaragua
Con solo seis años, Diorela forma parte de uno de los grupos de robótica en Waslala (Nicaragua). Es una apasionada de los robots y trabaja en equipo con un grupo creado en su centro educativo llamado “Los Astronautas”. Es la más pequeña del grupo, pero aún así, ejerce como toda una lideresa.
El hecho de participar en estos talleres le ha permitido mejorar en su rendimiento escolar, concretamente en matemáticas.
Según Marlon González, representante de uno de nuestros socios locales en Nicaragua (Fumat) cree que “la robótica ha disminuido las brechas educativas en las zonas rurales porque estamos brindándole a niños y niñas acceso a medios tecnológicos”.
Marla, una joven voz de la radio
Marla comenzó a participar en Perú en los proyectos de emisoras y programas radiales liderados por infancia y juventud. Gracias a ellos pudo confirmar que su futuro estaba irremediablemente ligado a las TIC a través de la comunicación.
A Marla, de la que te contamos su historia aquí, le preocupa mucho el tema de la violencia contra las mujeres y seguirá luchando desde su parcela para acabar con ella.
Luz, una magnífica de las TIC en Nicaragua
Cuando conocimos a Luz tenía solo nueve años y cada tarde se reunía con sus compañeros del Club de Robótica Los Magníficos para armar un pequeño robot que simula un autobús sin conductor que debe ir trasladando piezas de un lugar a otro.
Los inicios no fueron fáciles para ella: “me costaba armar el robot…al principio tardaba cinco minutos, a día de hoy ya solo tardo 2:19”.
Luz es parte del proyecto Innovo y Cambio de Nicaragua, donde participan cientos de niños y niñas de zonas rurales que de otro modo no tendrían acceso a tecnología.