Aunque todos los días son de la madre, hoy quería aprovechar esta fecha para darte las gracias por:


Quererme desde que supiste que estabas embarazada. Por alimentarte correctamente y cuidarte mucho para que todo fuese bien.


Las noches incómodas antes del parto, soportando mis patadas y la presión de mi cuerpo que te hacía ir cada poco al baño.


Tu ilusión ante el espejo cada día observando cómo crecía poco a poco en tu barriga


Ser tan fuerte en el parto, no acobardarte y soportar ese gran dolor. Después he escuchado esos chillidos de nuevo por no portarme bien, perdóname por eso.


Haber pasado conmigo tantas noches sin dormir y todo lo que eso conlleva, cansancio, ojeras al día siguiente en el trabajo, estrés y muchas cosas más.


Limpiarme los mocos, pipís y demás constantemente y volver a limpiármelos a los 5 minutos porque había vuelto a mancharme.


Soportar ese sentimiento de culpa constante que la sociedad impone a las madres por parecer que no llegáis a todo


Por darme de comer e invertir tanto tiempo en hacerme esas comidas tan ricas.


Preocuparte tanto cuando estaba mala y quedarte conmigo en casa, ponerme el termómetro, llamar al médico y contarme cuentos para que me olvidara de la fiebre.


Llevarme a la guardería antes de ir al trabajo y volver corriendo a buscarme.


Acompañarme al parque después de un día duro en el que solo te daban ganas de tirarte en el sofá.


Ayudarme a hacer las tareas del colegio todos los días y animarme en mis exámenes cuando yo creía que no iba a aprobarlos.


Pagarme las clases de inglés y de baloncesto, sé el esfuerzo que hacías.


No compararme nunca con nadie y hacerme sentir que era especial


Tus sabios consejos que en su momento no entendía pero que ahora comprendo perfectamente.


Esperarme preocupada cada día que salía de fiesta y llegaba tarde.


Escucharme aunque dijera tonterías


No darme la razón cuando no la tenía.


Aguantarme durante todo la adolescencia (en este punto no puedo entrar en detalles porque no acabaría nunca).


Ayudarme a elegir mi profesión y apoyarme en mis decisiones aunque no las compartieses.


Estar ahí en cada momento que para mí era importante; el examen de conducir, mi graduación, el primer día de trabajo, mi boda, el parto de mis hijos…


Celebrar conmigo todo lo bueno que me pasa


Bueno, si has llegado hasta aquí solo me queda decirte que habría mucho más que estos 21 puntos pero al parecer cuando haces una cosa durante 21 días se vuelve rutina. Por eso, espero poder darte las gracias siempre y no solo el Día de la Madre.