Cada día los derechos de las mujeres y las niñas son vulnerados. Aunque representan la mitad de la población mundial y, por tanto, la mitad de su potencial, la desigualdad de género sigue presente en muchos países. Los embarazos precoces son una de múltiples las caras que adopta esta desigualdad. Conoce cómo trabajamos para evitar que haya embarazos adolescentes.
Los embarazos adolescentes en el mundo
Cada año dan a luz en el mundo unos 16 millones de adolescentes entre 15 y 19 años. Cuando hablamos de menores de 15 años, la cifra alcanza el millón de casos. Aunque desde 1990 la situación ha mejorado, aún queda un largo camino por recorrer, pues el embarazo adolescente es hoy una de las principales causas de mortalidad entre las niñas de 15 y 19 años, como alerta la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Aunque sean fértiles a estas edades, su cuerpo no ha alcanzado aún la madurez sexual, lo que implica graves riesgos tanto para la madre como para el recién nacido, por no hablar de las consecuencias a nivel psicológico y social (abandono escolar, miedo al rechazo, núcleo familiar inestable…).
Pero los embarazos adolescentes son más que un problema de salud. También están muy relacionados con el círculo de la enfermedad y la pobreza. La mayor parte de ellos se producen en comunidades rurales, pobres y con falta de acceso a servicios básicos de salud y educación. Es cierto que algunas chicas planean y desean tener un bebé. Sin embargo, cuando se trata de contextos desfavorecidos, el embarazo no suele ser fruto de una decisión deliberada, sino de causas como la falta de acceso a educación, información o atención médica de calidad.
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Cómo trabajamos para evitar embarazos adolescentes
Desde Ayuda en Acción creemos que, para abordar el problema de los embarazos adolescentes, es necesario actuar sobre sus causas principales. Éstas guardan una relación directa con la vida y la pobreza de los habitantes de un país y son:
- Las relaciones sexuales sin uso de métodos anticonceptivos, o con un mal uso de los mismos.
- El matrimonio adolescente
- Los roles tradicionales de género que pesan sobre muchas sociedades.
Para trabajar sobre estas causas y, en definitiva, defender los derechos de las mujeres en el mundo, contamos con una herramienta muy poderosa: la educación y la sensibilización.
Educación sobre salud sexual y reproductiva
Los derechos sexuales y reproductivos son derechos humanos universales. Toda persona tiene derecho a decidir sobre su cuerpo, su vida sexual o su identidad. Fomentamos la educación en estos derechos porque son fundamentales para permitir a las adolescentes estar informadas, proteger su salud frente a embarazos no deseados y enfermedades de transmisión sexual; así como tomar sus propias decisiones sin enfrentarse a coacción, violencia, estereotipos o discriminación. Aunque ellas sean las protagonistas, toda la comunidad (varones, escuela, familias, profesorado, autoridades locales...) participa y se apropia de lo aprendido a través de formaciones, clubs de jóvenes, charlas, reparto de kits sobre salud sexual y reproductiva, etc. Gracias a nuestro trabajo en esta línea, en 2017 logramos que más de 15.800 mujeres pudieran tomar sus propias decisiones sobre sus derechos y salud sexual reproductiva.
Educación para evitar matrimonio infantil
Aunque el matrimonio infantil está prohibido en la mayor parte del mundo, aún se encuentra muy arraigado, sobre todo en los países en vías de desarrollo. Pero, ¿qué relación hay entre el matrimonio infantil y el embarazo adolescente? La mayor parte de los partos adolescentes que se producen en estos países son de niñas que ya están casadas. En otros lugares también es frecuente que los primeros partos surjan de relaciones anteriores al matrimonio, lo que lleva a muchos padres a casar a sus hijas por el miedo o estigma que aún rodea al embarazo fuera del matrimonio. Desde Ayuda en Acción trabajamos de la mano de nuestros socios locales para fomentar proyectos educativos y campañas de sensibilización en las comunidades más vulnerables. Además, en países como Kenia también ponemos el foco en otra lacra relacionada con el matrimonio infantil y los embarazos adolescentes: la mutilación genital femenina.
Educación en igualdad de género
La igualdad de género es cosa de todos y todas. Por eso, la educación en igualdad y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas impregna nuestra actuación en todo el mundo. De la mano de nuestros socios locales, educamos y sensibilizamos para romper estereotipos de género desde la infancia. También llevamos realizamos incidencia política para asegurar que las autoridades cumplen con los derechos de las comunidades fomentan sociedades igualitarias y libres de violencia machista.
La importancia de la escolarización
Cuando hablamos de educación para evitar los embarazos adolescentes, también nos referimos a la importancia del acceso a dicha educación. Está demostrado que la escuela es un factor de protección frente a este tipo de vulneraciones. Permite a las niñas y adolescentes conocer sus derechos para luego poder reivindicarlos, así como formarse para tener un mejor empleo y, como consecuencia, un futuro mejor.