La tierra es un recurso esencial del que no todos disfrutan de la misma manera. Las mujeres en África, y en otros continentes, no solo tienen menos acceso a la tierra, sino que además solo son titulares a través de los hombres de la familia. Esto provoca que una mujer sea más vulnerable en caso de divorcio, viudedad o migración de su marido, ya que pierde todos sus derechos. Además, las parcelas que se le conceden a las mujeres son generalmente las más pequeñas y de peor calidad. Pese a las tentativas de llevar a cabo reformas igualitarias por parte de muchos gobiernos y organizaciones, estas no se traducen en avances reales ya que la tradición sigue pesando, por lo que el acceso a la tierra de la mujer sigue siendo escaso y limitado.


Se trata de un problema global que afecta a la mayoría de países del África subsahariana.  Es el caso de Uganda y Malawi, donde la agricultura es el motor de la economía y representa un 24,8% y 39% del PIB, respectivamente. La agricultura constituye una base segura que proporciona protección, independencia y sustento a las familias. En Uganda, la agricultura es también la principal ocupación de las mujeres: en este país, viven de la agricultura el 72% de las mujeres que trabajan y un 90% de las mujeres del mundo rural, frente a poco más de la mitad de hombres.


El caso de Patuma


Natural de la aldea de Kwirasha, en el distrito de Machinga (Malawi), Patuma Ajibu recuperó sus tierras gracias al Foro de Mujeres que apoya Ayuda en Acción, a través de su socio local ActionAid.


Casada y con tres hijos, Patuma, de 37 años, perdió sus tierras cuando su hermano, Wyson Engelesi, regresó a la casa de sus padres tras morir su mujer. En Malawi, cuando un hombre se casa, abandona su hogar y se muda a la casa de la mujer. Wyson Engelesi tiene 10 hijos y había repartido las tierras de sus padres entre ellos, dejándole a Patuma una tierra pequeña en la que cultivar. De esta forma, Patuma y sus hijos se vieron en una situación muy precaria, privados de sus modos de subsistencia, de su tierra. Su propio hermano no le permitía cultivar las tierras de sus padres pese a que su madre, antes de morir, le dijera a Patuma que las tierras eran suyas.


En el Foro de Mujeres, Patuma encontró un respaldo que le ayudaría a luchar por lo que es suyo:“Allí me informaron sobre los derechos de las mujeres y de que, aunque yo sea mujer, también tengo derecho a poseer tierras”, nos cuenta Patuma. Gracias a este proyecto, mujeres y hombres han cobrado conciencia de que las mujeres en África tienen derechos, como la propiedad de las tierras, y que pueden y deben reclamarlos.


El objetivo de estos programas es empoderar a las mujeres otorgándoles protección y una mayor independencia. “Gracias al Foro de Mujeres de Machinga ahora poseo mis propias tierras y vivo feliz y en paz”, exclama Patuma, con una sonrisa de oreja a oreja.


Desde Ayuda en Acción


Trabajamos para ayudar a las mujeres en África que se encuentran en situaciones similares a reclamar sus tierras y defender sus derechos. A través de estos foros, luchamos por los derechos de las mujeres. El Foro de Mujeres de Machinga ha logrado llegar a más de 2.000 mujeres. Son ya 47 las que poseen actualmente tierras y tienen el control sobre lo que obtienen de ellas; lo cual les permite desarrollar estrategias de subsistencia.


Garantizar el acceso de las mujeres a las tierras no solo debe ser visto como un fortalecimiento económico, sino como una obligación para permitir que puedan disfrutar de sus plenos derechos. La mujer africana es el motor del continente por ello no debe ser olvidada sino empoderada y dotada de la independencia que merece. La tierra es también su signo de identidad, de patrimonio cultural y forma parte de su riqueza.