El Día del Cooperante es una fecha destinada a todas las personas que se dedican profesionalmente a la cooperación internacional para el desarrollo y a la acción humanitaria. Según la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), son más de 2.808 los españoles que entregan su tiempo y capacidades para conseguir un mundo más justo.
El perfil medio es el de una mujer, mayor de 35 años , de Madrid y destinada en África. Conoce a algunos de nuestros cooperantes y un instrumento fundamental para regular esta figura profesional: el estatuto del cooperante.
¿Qué es el Día del Cooperante?
Cada 8 de septiembre, los actores de la Cooperación Española conmemoran el Día del Cooperante. Su objetivo es reconocer la labor de quienes trabajan por el desarrollo sostenible y la lucha contra la pobreza en las zonas más vulnerables del planeta.
No se trata de una fecha elegida al azar, sino que hace honor al 8 de septiembre de 2000. Aquel día, los dirigentes mundiales se reunieron en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York para aprobar la Declaración del Milenio. Era la primera vez en la historia en la que tantos países formaban una alianza mundial para reducir la extrema pobreza y alcanzar una serie de objetivos -que inspiraron los actuales ODS-: los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
¿Qué significa contar con un Estatuto del Cooperante?
Los cooperantes cuentan con un marco normativo en el que se regulan sus derechos y obligaciones: el Estatuto del Cooperante. En este documento también se establecen cuestiones como la homologación de los servicios que prestan o las posibles incompatibilidades de su labor, entre otras.
El origen de este estatuto se remonta a 1998, cuando la Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo estableció, en su artículo 38.2, la obligación de aprobar el Estatuto del Cooperante. Sin embargo, no fue hasta 2006 cuando el estatuto salió a la luz, a través del Real Decreto 519/2006. Su nacimiento fue fruto de una reivindicación histórica por parte de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo de España (CONGDE), de la que formamos parte. Su consecución fue muy importante pues, por primera vez, se reconocían las circunstancias especiales en las que trabajaban estas personas y se equiparaban sus derechos con los del resto de profesionales en España.
Conoce a cooperantes de Ayuda en Acción
Ayuda en Acción cuenta con un amplio equipo de cooperantes que nos ayudan a luchar contra la pobreza y la desigualdad en 18 países. Algunas de estas personas quieren compartir hoy contigo su experiencia en el mundo de la cooperación:
Miren, cooperante en San Andrés de Cholula, México
¿Que qué es ser cooperante para mí? Desde luego nada que me sienta capaz de resumir en 10 líneas, por espacio y por desconocimiento. Pero si tuviera que decir cómo lo siento yo y qué supone para mí, diría que principalmente implica conectar(me) con otras realidades. Significa asumir que antes de lo imaginado tendré que hacer una bola de papel con mis prejuicios y expectativas para tirarlos a la basura más cercana. Supone aprender a relacionarme desde mis privilegios, con la mayor empatía que puedo, siendo consciente de que ni así será suficiente en muchas ocasiones para salvar las distancias que existen. Implica aceptar que soy efímera, que no me necesitan, que todo seguirá igual sin mí. Y que, sin embargo, nada seguirá igual para mí.
Jacobo, cooperante de la Universidad Carlos III de Madrid por cuatro meses en San Lucas, Bolivia
Ser cooperante es una puesta en valor de una realidad olvidada, es impregnarse de conocimiento con las cosmovisiones de culturas diferentes, escuchando, observando y permitiendo que en nuestros países europeos se escuchen las voces de aquellos que generalmente olvidamos.
Para mí es reconocer nuestros privilegios y actuar deconstruyéndonos. Luchar por la justicia social y por la noción de ciudadanía global desde el diálogo entre culturas y sociedades diferentes, desde una perspectiva de igual a igual, sin imposiciones ni paternalismos.
En definitiva, creo que la labor más importante y significativa del cooperante comienza cuando regresa a su país con una percepción distinta y enriquecida que le guiarán en su devenir vital.
Álvaro, voluntario y cooperante en Ecuador durante seis meses por parte de la Universidad Politécnica de Madrid
En mi opinión, trabajar como cooperante significa trabajar de la mano de la gente local, lo que permite acercarse a conocer una realidad diferente, sentirla, absorberla y actuar. Mi motivación parte de querer seguir aprendiendo y aportando a la parte del mundo más desfavorecida, con la idea de que un grano de arena puede ayudar a inclinar la balanza.
En el mundo actual en el que existen tantas desigualdades y vulneración de derechos humanos, siento necesario que las personas de todo el mundo tomen conciencia de la importancia de trabajar con y por los/as vulnerables, para no dejar a nadie atrás.
Andrés, voluntario y cooperante de la Universidad de Alcalá de Henares. Colabora en un proyecto de animación comunitaria y de infancia en México
Las primeras semanas han sido de locos, todo es nuevo, intentas adaptarte lo más rápido posible y ayudar en todo lo que puedas, «tener una mente flexible», lo que tanto nos decían en Madrid. Y es aquí cuando esa frase cobra sentido, empiezas a trabajar para lo que venías y también a ayudar en más cosas que no imaginabas pero se te dan bien, estás conociendo personas, aprendiendo palabras y, cuando se puede, sales a explorar un poco la ciudad. Es una experiencia que sin duda marca un antes y un después. Siento que el tiempo pasa muy rápido y cuando menos lo note ¡estaré a un mes de irme y siento que me falta tiempo!
Itziar Ruiz, cooperante en San Cristóbal de las Casas, México
Aquí la cabeza da muchas vueltas, constantemente tienes que pararte a reflexionar, a ser crítica, intentar no juzgar, y no imponer tus ideas y pensamientos. Vivir la realidad de las comunidades es impactante y enriquecedor. Las maneras de vivir, los valores, los códigos, la organización, la lucha... Son totalmente diferentes. Pero a fin de cuentas te das cuenta que somos iguales dentro de nuestras diferencias, y aunque en contextos totalmente distintos, todxs luchamos por una vida justa y digna.
El Día del Cooperante sirve para conmemorar el trabajo de estos profesionales cuya labor es fundamental e imprescindible para el desarrollo de las zonas las sensibles de nuestro planeta.
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