La justicia social es más necesaria que nunca y, por ello, el 20 de febrero se celebra el Día Mundial de la Justicia Social. En un mundo globalizado que, a pesar de ser cada vez más rico, también es más desigual, necesitamos promover la igualdad, la equidad y la justicia en todas las sociedades del mundo. Pero, ¿qué es realmente la justicia social?
¿Qué es la justicia social?
La justicia social es un valor fundamental para conseguir la convivencia pacífica y el progreso de las sociedades. A diferencia de la justicia, que busca el equilibrio entre el bien común y el bien personal. La justicia social da un paso más allá y promueve el reparto equitativo de los bienes y servicios. ¿Cómo lo consigue? Para ello se apoya en normativas y leyes que garanticen su práctica. Su último fin es acabar con la pobreza y la desigualdad y conseguir el pleno desarrollo de las personas.
El Día Mundial de la Justica Social nos recuerda que la pobreza y la constante vulneración de los derechos de las personas ponen en riesgo la convivencia social que se basa en el orden y la igualdad.
Lamentablemente que exista una Carta Magna de los derechos humanos no garantiza su acceso. Es aquí donde la justicia social cobra todo el sentido. Es necesario crear mecanismos efectivos que garanticen que todas las personas puedan ejercitar sus derechos y se desarrollen con dignidad para que así las sociedades puedan prosperar.
Día Mundial de la Justicia Social: ¿por qué se celebra?
El 26 de noviembre de 2007, Naciones Unidas eligió el día 20 de febrero como el Día Internacional de la Justicia Social para recordar a las sociedades la importancia de custodiar este valor tan importante.
La justicia social busca la erradicación de la pobreza y el bienestar de todos los miembros de la sociedad. Por eso, está tan estrechamente ligada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Bajo esta premisa trabaja Ayuda en Acción: la defensa de los derechos de las personas.
En el Día Mundial de la Justicia Social, se destacan las iniciativas y los esfuerzos que se llevan a cabo para reducir al cero las desigualdades estructurales que afectan a millones de personas en todo el mundo. Entre estas iniciativas se incluyen políticas públicas que garanticen el acceso igualitario a la educación, la atención médica, el empleo decente, el derecho a la vivienda y la justicia legal. Además, este día nos permite sensibilizar sobre otras cuestiones críticas como la pobreza, la desigualdad de género, el racismo, la migración forzada o el cambio climático.
Ejemplos de justicia social
Hay tantos ejemplos de justicia social como ámbitos en los que se comenten desigualdades. Aquí distinguimos algunos de los más importantes:
- La educación. La educación ha de ser inclusiva, equitativa y de calidad. Todos los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a acceder a una educación que les permita formarse y les asegure un futuro en igualdad de oportunidades.
- La igualdad de género. Sigue siendo una tarea pendiente. Las sociedades deben procurar que todas las personas tengan garantizado el acceso a sus derechos sin tener en cuenta su género.
- La trata y el abuso. La pobreza, la exclusión y las guerras exponen a las personas más vulnerables a caer en las redes de las mafias de la trata. A través de sus legislaciones los países trabajan para condenar uno de los tipos de explotación más lucrativos del mundo.
- Racismo y xenofofobia. Las personas deben poder acceder a todos sus derechos y obligaciones con independencia de su condición o raza. De esta manera, podrán integrarse en la sociedad de manera igualitaria y con autonomía. Diferentes organismos internacionales trabajan por erradicar ambas formas de discriminación.
- Vivienda digna. A pesar de que las legislaciones de los países amparan el derecho a residir en una vivienda digna, esta premisa no siempre se cumple. El hogar debería ser un lugar habitable, seguro y accesible para las personas.
- Atención sanitaria. La calidad de vida de las personas depende en un alto grado de factores sociales y económicos. La pobreza y la exclusión tienen un elevado impacto en la salud de las personas. Por eso, los países han de vigilar por proveer de un sistema sanitario suficiente y efectivo.
- Laboral. El trabajo digno permite a las personas desarrollarse y desenvolverse en la sociedad. El acceso a empleo y la retribución justa ayuda a crear sociedades más cohesionadas y equitativas.
Necesitamos crear un bienestar y una prosperidad sostenible que abarque a todos los habitantes del planeta.