¿Alguna vez te has preguntado sobre el funcionamiento de las ONG y los voluntarios? ¿Es una ONG similar a una empresa? ¿Todas las personas que colaboran con una ONG son voluntarios o voluntarias, donantes, o hay personas contratadas que cobran un salario? Hoy contestamos a algunas de tus dudas.
Las ONG técnicamente somos definidas como Organizaciones No Gubernamentales, pero en la práctica para considerar ONG a una organización, necesitamos cumplir una serie de requisitos como ser independiente de las instituciones, poderes públicos y partidos políticos; ser declaradas sin ánimo de lucro; o trabajar por causas concretas que persiguen un fin social y bien colectivo.
Además de esos requisitos, en las ONG también tenemos algunas características particulares propias del sector, como que contamos con la participación de personas voluntarias en nuestras estructuras. Los voluntarios y las voluntarias son personas que prestan su tiempo de forma desinteresada, su conocimiento y habilidades para apoyar la misión de las ONG. Hay diferentes formas de colaboración, desde apoyos a tareas más administrativas a otras tareas más orientadas a la divulgación y la incidencia política, incluso a la captación de recursos. En cualquier caso, el voluntariado es un aliado clave en la lucha contra la pobreza y desigualdad o en la movilización en defensa del medio ambiente. Por si fuera poco, refuerza el compromiso cívico, afianza la solidaridad y es agente de transformación social.
Sin embargo, siendo conscientes del capital humano del voluntariado en las ONG, no es suficiente contar únicamente con voluntariado para gestionar de forma eficaz y eficiente el funcionamiento de una organización como Ayuda en Acción.
Profesionalización de las ONG y el papel del voluntariado
Hoy en día los desafíos globales a los que nos enfrentamos y la continua evolución del Tercer Sector requiere la profesionalización de las ONG. Un sector que intenta cubrir necesidades sociales y ofrecer soluciones a problemas complejos se enfrenta a retos incluso más desafiantes que otros sectores. Todo ello nos exige a las ONG hacer el trabajo de la mejor forma posible. Y esta profesionalización se refleja en el exterior: en general se considera que las ONG hemos avanzado de forma firme hacia la profesionalización. En una encuesta realizada por ESADE- Obra Social La Caixa que recoge la evolución de la profesionalización en las ONG, el 90% de las personas encuestadas decía estar de acuerdo en que las entidades han mejorado mucho en este camino.
Según el informe, algunos de los elementos clave que las ONG hemos profundizado en el camino hacia la profesionalización son en temas relacionados con:
- Elaboración de políticas de gestión de personas: es importante contar con un equipo capacitado, comprometido, motivado que comparta los valores, tanto de personal remunerado como de voluntariado.
- Orientación estratégica y posicionamiento de las organizaciones: las entidades debemos contar con planes estratégicos y operativos que pongan foco al uso de los recursos; debemos tener capacidades para la innovación y el liderazgo de los órganos de gobierno; tenemos que participar en redes; y por último, hay que hacer un esfuerzo para que nuestra orientación sea siempre a resultados.
- Políticas y sistemas de gestión: trabajar en la medición de impacto y en la eficacia supone implementar sistemas de calidad; adaptar herramientas procedentes del sector privado; aprender y adaptar de modelos con más experiencia; incorporar nuevas herramientas (nuevas tecnologías).
- Comunicación y transparencia: acciones de transparencia, diversificación de fuentes de ingresos, transparencia y rendición de cuentas, compliance, etc.
Retos en el funcionamiento de las ONG: transformación digital
Aunque estas mejoras han supuesto un gran avance, aún queda camino por recorrer. Entre los algunos retos pendientes tenemos la transformación digital, la mejora en políticas de gestión de personas y retribución y medir mejor el impacto que generamos.
En Ayuda en Acción aspiramos a un mundo con los mismos derechos y oportunidades para cada individuo, un mundo donde las personas se ayuden unas otras y puedan desarrollar sus capacidades, disfruten plenamente de una vida digna y participen a través de cauces democráticos en las decisiones que afectan a sus vidas para ser así los protagonistas de su propio desarrollo. Esto nos exige como organización que estemos en constante revisión de profesionalización, formando y capacitando también a nuestro personal voluntario.