Internet ha cambiado nuestras vidas. El mundo digital está modificando y determinando nuestras formas de relacionarnos y comunicarnos. Para el activismo la expansión de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación ha supuesto un punto de inflexión: lo ponen todo a favor para influir y cambiar sin cambiar de sitio. Las acciones tradicionales de protesta, manifestaciones, pegadas de carteles,… se combinan con otras que se originan en la red. Hoy hacemos un repaso por las últimas tendencias en activismo digital y redes sociales.

Internet se convierte en un espacio propio para que la ciudadanía se empodere y tome conciencia de su capacidad de influencia en la toma de decisiones. En el mejor sentido de la palabra, la ciudadanía se apodera de la tecnología para convertirla en una herramienta cívica. El activismo digital te permite contactar, intercambiar información, participar de decisiones colectivas, influir sobre otros que están a miles de kilómetros, ser proactivos y no solo receptores, dar voz, educar y movilizar a la sociedad. Esto convierte a la ciudadanía en potenciales activistas que participan activamente en el ejercicio de sus derechos como seres humanos y como grupo social, ya que la difusión es el primer paso para la movilización. Y esto, en Ayuda en Acción, lo intentamos hacer a través del voluntariado (y más concretamente, con la modalidad de voluntariado digital).

A lo largo de los años contamos con numerosos casos de éxito en ámbitos como la educación, los medios de comunicación o la economía. Por supuesto también en la política, donde el activismo digital ha sido determinante.

Del pásalo al firma aquí: herramientas de activismo digital


Hagamos un repaso por la historia más reciente del activismo digital:

• Inicialmente una de las primeras vías de convocatorias para el activismo digital fue el SMS, ahora en un progresivo desuso, consiguiendo una difusión masiva con su clásico pásalo. Esta fue una de las vías principales utilizadas en las protestas del 13 de marzo de 2004 víspera de las elecciones y dos días después del atentado terrorista del 11M.


• El correo electrónico, actualmente en uso, pero no tanto para el activismo digital, fue otro instrumento útil para informar, generar debate y coordinar manifestaciones sociales.


• Las redes sociales como Facebook o Twitter se convierten en núcleos centrales de la difusión de masas para conseguir viralidad internacional, presionar a los poderes, recaudar fondos, generar acciones concretas. El hashtag se ha convertido en uno de los grandes protagonistas. Y últimamente, no podemos olvidar mensajería privada como Whatsapp o Telegram, utilizado tanto entre personas anónimas como desde organizaciones y partidos políticos con fines de incidencia política.


• También a través de las plataformas web como Change.org u Oiga.me se ha expandido la posibilidad de generar peticiones e iniciativas para recoger firmas. Recordamos, por ejemplo, la iniciativa de un chico de 14 años para suprimir las reválidas de Wert, que consiguió más de 1.000.000 de firmas. Tras la presión social, el presidente del gobierno en su momento Mariano Rajoy dejó sin efecto académico las pruebas de ESO y Bachillerato que había impulsado. Desde Ayuda en Acción también hemos puesto nuestro granito de arena: en su día con la campaña Candidatos a la Pobreza recogimos firmas para impulsar un Pacto de Estado por la Infancia, finalmente apoyado en el Congreso de los Diputados.


Aplicaciones para sondeos masivos como Appgree.


Podcast para difundir información y crear opinión pública.


Blogs personales y colaborativos.



15M, un movimiento precursor en EspañaAsamblea del 15M


Entre algunos casos de mayor éxito en el activismo digital podemos considerar el Movimiento 15M como un caso de ciberactivismo político en el que el poder de las redes sociales fueron clave para movilizar a miles de personas. A ello contribuyó una situación de hastío social, un contexto económico muy deprimido y una oportunidad mediática para los activistas digitales del movimiento social. Todo ello fue fundamental para su expansión.

El activismo digital no se entiende sin las redes sociales. Estas son las campañas más exitosas de los últimos años. Clic para tuitear

#MeToo, un hashtag que lo cambió todo en activismo digital


Otro de los casos de más éxito se da en el ámbito de los derechos de las mujeres, donde el activismo digital ha sido clave para la superación de la violencia de género. El movimiento #Metoo que no solo ha promovido que muchas mujeres de ámbitos diversos se atrevieran a denunciar casos de violencia y acoso, sino que también ha situado la lucha contra el acoso sexual en el foco de la agenda política.

En España las redes sociales han sido claves en la convocatoria de concentraciones y manifestaciones como el 8M, donde el hashtag #hacialahuelgafeminista movilizó a miles de mujeres uniéndose a la huelga feminista y manifestándose de forma multitudinaria en ciudades de todo el país.

8 claves para el éxito de campañas de activismo digital


Algunos de estos casos de activismo digital son casos de éxito porque comparten algunas de estas características:

• Estrategia: no pueden ser acciones puntuales, sino que deben están enmarcadas en una estrategia a largo plazo en la que confluyan muchas acciones y muchas otras campañas.


• Glocal: conectar lo global con lo nacional y lo local. Para ello, lo digital es un gran aliado, porque nos permite ver cómo se están alcanzando éxitos en todas las partes del planeta.


• Estructura participativa: el proceso es tan importante como el resultado, y esto lo conseguimos con responsabilidades, vías de participación y acciones a acometer.


• Objetivo claro y específico.


• Llamada a la acción.


• Documentación compartida y colaborativa.


• Ceder espacios, tener una imagen única, los éxitos son colectivos.


Un momento social, político o, económico propicio que permita la visiblización de la causa que queremos movilizar.




Aportas una gota. Recibes un océano.