Las abejas son uno de los insectos más temidos por su picadura. Pero en cambio, los beneficios que nos dejan son mucho mayores que el miedo. Su importancia para los ecosistemas, y por tanto para la vida, es fundamental. ¿Sabías que incluso tienen un día internacional? En Ayuda en Acción, donde trabajamos por el desarrollo sostenible y la generación de empleo, unimos el mundo de la apicultura con el de la cooperación en proyectos como los que hoy te contamos.
Bolivia: padre e hija unidos por la apicultura
Carla Lizbeth tiene 28 años y, junto con su padre, ha iniciado un emprendimiento en el que abejas y desarrollo van de la mano. El sector de la apicultura, como la mayoría, se ha visto fuertemente perjudicado por la pandemia: demanda y producción han caído en picado. Pero adaptarse nunca ha supuesto un problema para ella. Tras haber estudiado para ser auxiliar de farmacia, no ha encontrado trabajo en su profesión, lo que le ocurre a la mayoría de jóvenes en su país. Pero es madre y necesita alimentar a su hija. Por eso pensó en capitalizar el trabajo que desde hacía seis años venía haciendo su padre con las abejas.
Empecé a interesarme por aprender en el sector de la apicultura, vi que podía generar ingresos y para empezar, la motivación y el interés son fundamentales, y yo de eso tenía mucho.
Formación para el autoempleo
Cuando Ayuda en Acción, de la mano de nuestros socios locales Nor Sud, planteó en su comunidad la posibilidad de formarse en apicultura, no lo dudó ni un segundo. Con las formaciones Carla (y otros muchos como ella) aprendió a capturar las abejas para implementar las colmenas, a diferenciar la abeja reina en el enjambre y a saber cómo se organizan.
Abejas y cooperación son palabras que van íntimamente unidas. Se relacionan tanto en el sentido más estricto de ambas palabras como si hablamos de desarrollo. Gracias a este proyecto en el que participa Carla Lizbeth estamos consiguiendo mejorar las condiciones de vida de gran parte de la comunidad de Uruguay, en el departamento de Chuquisaca. Una parte de la miel producida se vende en el pueblo pero otra se envía a Sucre o La Paz, donde existe mayor demanda.
Este año quiero aprender a cosechar el polen y criar reinas. Así podré incrementar nuestras cajas de colmenas y por tanto, nuestra producción de miel y derivados.
Por el momento, Carla Lizbeth y su padre, formados gracias a nuestro programa de generación de cadenas de valor, trabajan solos. Sin embargo, pronto se incorporarán a la Asociación de Apicultores de Uruguay (APIUR). Saben que la unión hace la fuerza y Ayuda en Acción seguirá acompañándoles para seguir creciendo.
San Lucas Atzala, el pueblo al que transformaron las abejas
En la comunidad de San Lucas Atzala la apicultura no era un oficio desconocido para sus habitantes. Sin embargo, pocos de quienes se dedican a ello tienen formación específica. ¿Qué supone esto? Que los apicultores no desarrollaban una línea de negocio óptima, llegando incluso a generar pérdidas. La poca miel que se llegaba a vender, además, era vendida a muy bajo costo, por lo que el producto era poco valorado.
Viendo la situación, Fortunato Méndez, que ya era parte de otros proyectos de desarrollo, solicitó información a Ayuda en Acción México. Nuestro programa nacional comenzaba a desarrollar un programa que ponía en conexión las abejas con el desarrollo socioeconómico de la zona. En poco tiempo Fortunato consiguió reunir a más personas interesadas, como él, en recibir información para un posible apoyo.
Abejas y cooperación, en este caso, no iban de la mano. La mayoría de las personas apicultoras de la comunidad trabajaba de forma individual y querían seguir funcionando de esa forma. Pero seis de los asistentes dijeron que sí. Estaban dispuestos a crear una empresa cuyo principal objetivo sería impulsar el desarrollo no solo de sus familias, sino de toda su comunidad. Finalmente, el grupo se creó con diez personas.
El emprendimiento apícola beneficia hoy a tres mujeres y cuatro hombres adultos y a otras tres personas jóvenes. No se trata solo de una empresa, sino también de una herramienta de sensibilización social y vecinal. La comunidad va conociendo los beneficios y ventajas de las abejas para el desarrollo sostenible. Por esta razón otras familias empiezan a ceder espacios para colocar los cajones de abejas en sus tierras.
Son solo unos meses de trabajo pero ya se ven los resultados: se ha creado un emprendimiento colectivo que está consiguiendo unir a la comunidad alrededor de unos objetivos. Además, se ha profesionalizado el oficio y se ha dado un relevo generacional en él. Si todo va bien, San Lucas Atzala será un pueblo productor de miel por muchos años.
Nicaragua: cooperativas apícolas dirigidas por mujeres
En el municipio de Madriz de Nicaragua Ayuda en Acción lleva a cabo un proyecto de generación de oportunidades gracias a la Cooperación Gallega de Xunta de Galicia. En julio de 2020, pese a la pandemia, no paramos de trabajar, precisamente cuando la ayuda era más necesaria que nunca. Impulsamos la creación de tres cooperativas apícolas compuestas por 171 mujeres. Todas ellas gestionan alrededor de 250 colmenas.
Ellas, junto con las abejas, son las protagonistas de este proyecto asociativo. Pero también son las protagonistas de sus propias vidas. Ocurre porque desde hace años el empoderamiento económico y político es una de nuestras líneas de trabajo en la región.
Además del apoyo para mejorar el rendimiento de su trabajo, las mujeres de las tres cooperativas reciben formaciones que les permiten conocer la importancia que las abejas tienen para el desarrollo sostenible. El Corredor Seco Centroamericano, donde se encuentra Madriz, es una de las zonas del mundo más vulnerables al impacto del cambio climático
Adriana, ejemplo de juventud activa, es una de las mujeres que participan en este proyecto que une abejas y cooperación.
A partir de ahora, cuando veas una abeja puede que no la mires solo con temor, sino como un pequeño ser capaz de generar vida y desarrollo.