Entre enero y abril del año 2000 tuvo lugar en Bolivia la ya conocida como la guerra del agua. La privatización del servicio de agua potable municipal derivó en un conflicto social que se saldó con seis personas muertas y 175 heridas. Y es que, la escasez de agua en el mundo es uno de los problemas más graves a los que nos enfrentamos en la actualidad.
La escasez de agua: ¿un problema contemporáneo?
Como señala el Informe Mundial sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos de 2019, la mejora de la gestión del agua es fundamental para erradicar la pobreza. Por esta razón, la problemática mundial del agua es uno de los asuntos que no pueden escapar al trabajo de Ayuda en Acción. Hoy hacemos un repaso por aquellos lugares donde la existencia o la gestión del agua se convierten en detonantes de conflictividad social.
No dejamos de escuchar que la próxima gran guerra mundial será por el agua. Sin embargo, no es una cuestión nueva: recordemos que ya en el Código de Hammurabi (1 750 a.C) se incluían una serie de referencias legales sobre la cuestión del agua. A día de hoy, hay muchas voces que aseguran que el agua ha tenido mucho que ver en la guerra de Siria. Lo que sí es claro es que su acceso se ha convertido en arma de guerra.
En todo caso, el aumento demográfico y las consecuencias del cambio climático son una bomba de relojería que generará cada vez más conflictos por el uso y la gestión del agua. Según diversos estudios sobre la temática, dichos enfrentamientos crecerán entre un 75 y un 95% de aquí a un siglo, como máximo.
Países con mayor escasez de agua
Según el World Resources Institute (WRI), Oriente Medio y el Norte de África son las zonas más afectadas del mundo por la escasez de agua. Pero no son las únicas. Analicemos los principales problemas por regiones.
Asía y Pacífico, azotada por el cambio climático
Más de la mitad de los países de esta región son inseguros desde el punto de vista de la escasez de agua, situación que se agrava, también, con los efectos del cambio climático. Los desastres naturales son cada vez más frecuentes en esta zona del planeta. Este hecho genera mayor inseguridad para la población, sin tiempo apenas para recuperarse entre una y otra catástrofe. Es por ello que la resiliencia sea una constante en los proyectos de cooperación en las zonas más vulnerables del mundo.
La contaminación del agua en esta zona del mundo es alarmante, lo que repercute en la salud de las personas y en el empobrecimiento de las tierras, además de las consecuencias que ello tiene para el ganado.
Oriente Medio y Norte de África, las zonas más vulnerables del mudo
De los 33 países con más probabilidad de enfrentarse a los problemas derivados de la escasez de agua, 14 de ellos se encuentran en esta región del mundo. Mientras que en el mundo el promedio de recursos hídricos renovables asciende a 7 453 metros cúbicos por persona y año, a esta región del mundo le corresponden 736. Un total de 51 millones de personas no tenían servicio básico de agua potable, la mayoría de ellas en zonas rurales.
¿Significa ello que pueda darse una guerra del agua? No necesariamente, pero tengamos en cuenta otros factores. A la escasez de agua se le une el aumento poblacional esperado en los próximos años. Y las consecuencias del cambio climático no juegan a favor de la situación. La existencia de conflictos en la zona desde hace décadas ha generado una fuerte presencia de asentamientos humanitarios formales e informales, que pueden derivar también en conflictos añadidos sobre la gestión de las fuentes hídricas. Por estas razones, la atención a personas refugiadas y desplazadas es crucial para asegurar la asistencia humanitaria pero también la paz.
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África Subsahariana, otro obstáculo para el desarrollo
Dentro del grupo de palabras que nos salen cuando hablamos de África, seguro que entre ellas está la sequía. La escasez de agua es un continuum en la historia del África Subsahariana, donde los niveles de pobreza extrema son alarmantes y donde, a pesar de todo, la población sigue aumentando.
Y no solo es un problema la falta de agua, sino también la ausencia de infraestructuras que aseguren una buena gestión de los recursos hídricos en el continente.
En una región en la que agricultura y ganadería, aunque de subsistencia, son cruciales para el desarrollo de las sociedades, la escasez de agua se presenta como un verdadero drama. El aumento del precio de los alimentos a causa de las sequías y otros efectos del cambio climático están generando ya grandes movimientos de personas desplazadas a causa del hambre y la ausencia de un futuro digno.
América Latina y Caribe, de lo rural a lo urbano
Ni fuentes de agua potable ni saneamiento básico y seguro. El crecimiento de suburbios alrededor las grandes urbes latinoamericanas, donde la pobreza es protagonista, ha impedido hasta ahora dar una respuesta a los problemas derivados del agua para la población que lo sufre. En zonas rurales el problema también es importante debido a la falta de infraestructuras que lleven agua limpia y segura. Guatemala, Nicaragua, República Dominicana, Perú y Paraguay son los países donde la desigualdad más determina el acceso (o no) a recursos hídricos.
Como ocurrió en Bolivia con la guerra del agua, los procesos de privatización y descentralización de sectores que hasta entonces habían sido públicos (como el caso del agua), no ha hecho más que empeorar la situación. El aumento del coste del agua hace que este bien sea inaccesible para gran parte de la población, lo que constituye una vulneración de los derechos humanos.
Europa y América del Norte, donde crece la desigualdad
Dos de las zonas más enriquecidas del planeta, que sin embargo también son vulnerables a la falta de agua. Y los problemas se agravan allá donde más desigualdad existe, porque en esos casos, el acceso al agua puede peligrar. Hablamos de desigualdad socioeconómica pero también geográfica, ya que como ocurre en todo el mundo, la dificultad de acceso a fuentes de agua es aún más preocupante en las zonas rurales.
Puede que nos parezca mentira pero en estas dos zonas del mundo hay 57 millones de personas que no tienen canalizado el acceso a agua en sus casas. 21 millones ni siquiera tienen acceso a servicios básicos de agua potable. La situación es particularmente grave en Europa del Este, Cáucaso y Asia Central en Europa, y en México en Norteamérica.
En América del Norte y Europa, 21 millones de personas no tienen acceso a servicios básicos de agua potable Clic para tuitear
Ayuda en Acción y el agua
Desde Ayuda en Acción trabajamos el tema de la gestión del agua a través de la creación y gestión de pozos comunitarios en las zonas del mundo más vulnerables y donde el agua es más escasa.
En Etiopía, donde la falta de agua amenaza la vida de más de 10 millones de personas, trabajamos con familias dedicadas al pastoreo para asegurar su alimentación y su acceso a agua potable. El Corredor Seco Centroamericano es otra de las regiones más vulnerables al cambio climático y allí trabajamos en Guatemala con asociaciones campesinas para asegurar el acceso a agua segura; por su parte, en Nicaragua hemos posibilitado el acceso a agua segura para más de 800 familias. Nuestro voluntariado ha instalado filtros potabilizadores de agua en comunidades de Bolivia, Perú o Colombia, donde nunca antes habían visto que el agua podía ser transparente.
Allá donde trabajamos #SomosAyuda dando herramientas para hacer un mejor uso de la tierra y del agua, lo que sin duda asegurará la alimentación y el futuro de las comunidades en las que desarrollamos nuestros proyectos.