Cuando deberían quedar ocho años para acabar con el hambre, la inseguridad alimentaria y todas las formas de malnutrición (metas 2.1 y 2.2 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible -ODS-), el hambre en el mundo en 2021 aumentó todavía más. Podríamos decir que existe una situación de inseguridad alimentaria permanente. Y eso no hace más que reflejar las desigualdades exacerbadas entre países, pero también dentro de los mismos. Hoy te contamos cómo hacer frente a la situación.

Inseguridad alimentaria: aumenta la prevalencia de la subalimentación


Tras permanecer relativamente estable desde 2015, la prevalencia de la subalimentación se incrementó del 8% al 9,3% de 2019 a 2020, y creció hasta el 9,8% en 2021.

Entre 702 y 828 millones de personas padecían hambre en 2021. Las previsiones apuntan a que cerca de 670 millones de personas seguirán padeciendo hambre en 2030, es decir, el 8% de la población mundial. La cifra es igual a la que las estadísticas arrojaban en 2015.

La situación muestra disparidades regionales persistentes: África es la región que soporta la carga más pesada. Según la FAO, una de cada cinco personas en África (el 20,2% de la población) se enfrentaba al hambre en 2021 (El Estado de la Seguridad Alimentaria y la nutrición en el mundo, 2022).

Esta situación se ha visto agravada por la guerra de Ucrania, que ha supuesto un enorme incremento de los precios de algunos insumos agrícolas y una rotura de stock de otros como los fertilizantes. Además, la sequía continuada desde hace ya cinco años afecta a muchos países del continente.

Abordar la situación de inseguridad alimentaria desde las instituciones


Es en este entorno en el que la Agencia Española de Cooperación al desarrollo (AECID) y Casa África organizaron en enero de 2023 un seminario sobre la situación de la seguridad alimentaria en África. En él participaron representantes de algunos de los países africanos que sufren una situación de inseguridad alimentaria más grave (Mali, Níger, Sudan, Sudan del Sur, Mauritania y Etiopia), junto con Yemen y Ucrania.

Ayuda en Acción participó presentando su estrategia para luchar contra la grave situación de la seguridad alimentaria en el continente africano, donde desarrollamos proyectos para mejorar la seguridad alimentaria de la población con la que trabajamos (Níger, Mali, Etiopia, Uganda, Mozambique y Kenia). Dicha estrategia también la ejecutamos el resto de países donde trabajamos en América Latina.

Líneas de acción complementarias para evitar la inseguridad alimentaria


Nuestros esfuerzos se centran en conseguir sistemas alimentarios sostenibles, para lo que trabajamos dos líneas de actuación complementarias:

#1 Análisis del entorno


Realizamos un análisis sistémico del entorno en el que desarrollamos nuestras actividades para conocer en detalle los motivos por los que los actores locales no pueden ofrecer los bienes y servicios que mejoren la situación alimentaria de las poblaciones con las que trabajamos. Nos centramos en entender los motivos por los que el sistema no funciona, las relaciones que deben fortalecerse y las trabas que deben ser eliminadas para lograr que los sistemas ofrezcan soluciones sostenibles que logren impactos duraderos de forma autónoma una vez que nuestros proyectos finalicen.

Agricultora en Mozambique

Además de esta aproximación sistémica y de las relaciones que desarrollamos con los actores locales (sector público, academia y el sector privado), nos esforzamos por desarrollar proyectos innovadores a todos los niveles (tecnológico, social, metodológico y financiero). De esta forma conseguimos desarrollar modelos que incrementen la sostenibilidad, escalabilidad y replicabilidad de las acciones.

Un buen ejemplo de innovación es el proyecto “Innovación para la soberanía alimentaria en Etiopia”, que con financiación de la Agencia Española para la Cooperación al Desarrollo estamos ejecutando en este país. Allí desarrollamos un invernadero inteligente que permitirá producir cuatro veces más vegetales integrando acuaponía y aeroponía, y que consume un 10% del agua que necesita un sistema tradicional. Además, utiliza energía limpia proveniente de paneles solares y usa materiales asequibles y fáciles de conseguir en distintas zonas.

#2 Incidencia política


La segunda línea de actuación es la incidencia ante las autoridades políticas tanto en España

Visita con AECID a Tigray

y Europa como en los países en los que trabajamos. Nuestro objetivo es que mejoren las normas y los tratados y se asegure un trabajo coordinado entre todos los actores en este sector. En este sentido estamos trabajando en el grupo de seguridad alimentaria que trabaja desde la Coordinadora de organizaciones para el desarrollo para demandar a los gobiernos que incrementen el gasto en servicios que apoyen la alimentación y la agricultura otorgándole mayor prioridad de forma que se alcancen sistemas alimentarios sostenibles.

 

 

 

Artículo escrito por Eduardo Reneses (Head of technical advisory unit en Ayuda en Acción).