En la COP21 de París, celebrada en la capital francesa en diciembre de 2015, se aprobó el Acuerdo de París, que pasará a la historia por ser el primer acuerdo vinculante sobre el clima a nivel mundial. El objetivo principal del Acuerdo de París es reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático, en el contexto del desarrollo sostenible y de los esfuerzos por erradicar la pobreza (artículo 2).


El cambio climático genera importantes consecuencias, cada más graves sobre todo para las personas más vulnerables del planeta. Lo vimos el pasado mes de marzo con los ciclones Idai y Kenneth en Mozambique, pero también con los efectos del Niño Costero en Perú en 2017 o con la sequía que no deja de amenazar la vida de millones de personas en Etiopía.


El Acuerdo de París es uno de los que pasarán a la historia por la emergencia que supone, pero también por las fuertes oposiciones que se están dando en diferentes países, entre ellos los Estados Unidos de América. En el año 2020 comienza su aplicabilidad, justo después de la finalización de la vigencia del Protocolo de Kyoto. Por ello la COP25 que se celebra en Madrid en diciembre de 2019 tiene una especial importancia: será la última antes de que comience a aplicarse el Acuerdo de París.


El cambio climático genera importantes consecuencias para las personas más vulnerables del planeta. El Acuerdo de París intenta ponerle freno. Clic para tuitear


Ejes de trabajo para luchar contra el cambio climático


Pero veamos cuáles son los principales ejes de trabajo que se abordan en el Acuerdo de París:


Mitigación de los efectos


La reducción de las emisiones, como decíamos es fundamental para lograr cumplir el acuerdo. Para ello, los Estados firmantes se comprometen a:


• Mantener, a largo plazo, la media mundial por debajo de los 2 ºC con respecto a los niveles preindustriales.


• Limitar el aumento a 1,5 ºC con el objetivo de reducir impacto y riesgos del cambio climático.


• Las emisiones globales deben alcanzar su máximo cuanto antes.


• Aplicación de rápidas reducciones una vez logrados los anteriores objetivos.


Sequía en Etiopía


Transparencia


• Se establece la necesidad de reuniones cada cinco años para ir fijando objetivos más ambiciosos con respecto a los criterios científicos. Cada país, además, deberá rendir cuentas sobre sus avances en lo que se llaman contribuciones previstas determinadas a nivel nacional.


• Informar a la ciudadanía, así como al resto de los Estados parte, de los avances en cuanto a cambio climático.


• Tener en marcha un mecanismo de transparencia y rendición de cuentas que permita evaluar los resultados que van obteniéndose.


Adaptación


El Acuerdo de París debe reforzar la capacidad de los países para afrontar las consecuencias del cambio climático, ofreciendo incluyo apoyo financiero o técnico para dar una mejor respuesta a dichas consecuencias.


Riesgos


Se establece la necesidad de atender los daños y perjuicios derivados de los efectos del cambio climático, teniendo siempre presente la importancia de la colaboración y la cooperación cuando se trata de asuntos como la preparación ante posibles emergencias.


¿Qué se espera del Acuerdo de París?


Las perspectivas, hoy por hoy, no son del todo buenas. Según los cambios realizados en los diferentes Estados parte desde el año 2016, no se espera que haya un cambio de más de 0,1 ºC de aquí a 2050. Si seguimos a este ritmo, obviamente el objetivo no se cumplirá, más aún con el abandono de EEUU, que ya anunció Trump con su llegada al poder.


Hace unos días conocíamos que solo el 20% de los países que firmaron el Acuerdo de París están en la senda de lograr su cumplimiento. La Unión Europea está a la cabeza de los países cumplidores, a los que se suman otros también del continente. No obstante, son ya 184 países los que han presentado programas para reducir sus emisiones, aunque en el 75% de los casos las medidas son insuficientes.


Si queremos cumplir el objetivo establecido, será necesario que la comunidad internacional haga un verdadero esfuerzo de cumplimiento, pero la realidad lo hace difícil. China es el principal país de emisiones de gases con efecto invernadero, y se encuentra en la categoría de países con ajustes más insuficientes. Le sigue Estados Unidos, que no como decíamos no forma parte del Acuerdo e India, que se encuentra en la misma categoría que China.


Las consecuencias del incumplimiento van más allá de lo “verde”: el desarrollo integral se resentirá, porque por ejemplo las pérdidas económicas de las catástrofes naturales motivadas por el cambio climático en el año 2017 ascendieron a 330 000 millones de dólares, cifra que se espera que se duplique en 2030, año en el que finalizan los Objetivos de Desarrollo Sostenible.


En el año 2017 las pérdidas económicas de las catástrofes naturales asociadas al cambio climático ascendieron a 330 000 millones de dólares. Clic para tuitear


La COP25 se plantea de esta forma como un grito necesario para ponerse manos a la obra, por fin, y atajar las consecuencias de un cambio climático que perjudica sobre todo a las poblaciones más vulnerables, con las que trabaja Ayuda en Acción, y que además son las que menos contaminación emiten.


Resiliencia, foco de nuestro trabajo


En Ayuda en Acción trabajamos con las comunidades para que estén preparadas ante las posibles adversidades que puedan presentárseles, también (y por supuesto) en cuanto a cambio climático. En nuestra estrategia institucional señalamos precisamente la resiliencia como una de nuestras líneas de trabajo: acompañamos a personas y comunidades con el fin de mejorar su capacidad de hacer frente al impacto de los cambios y las crisis de diferente índole, entre ellas la climática.


En Centroamérica, por ejemplo, hemos desarrollado un trabajo importante de resiliencia frente al cambio climático en la zona conocida como Corredor Seco Centroamericano. Gracias a nuestro trabajo, imposible de desarrollar sin apoyo de AECID y de las personas que apoyan nuestra causa de ayuda humanitaria, hemos logrado fortalecer más de cien iniciativas económicas productivas que beneficiarán a más de 35 000 personas directa o indirectamente.



¡Emergencia! Hay 70 millones de personas desplazadas de forma forzosa en el mundo a causa de sequías, desastres, hambre...