Cada 5 de diciembre celebramos de nuevo el Día del voluntariado. En Ayuda en Acción queremos reconocer a nuestra comunidad de voluntariado y agradecer su compromiso. Por eso, en un año donde más de 500 personas han participado en nuestra comunidad de voluntariado, hemos querido rescatar el día a día de una de ellas. Concretamente el de Inés, voluntaria en Mozambique durante tres meses (¡y a punto de volver!). ¿Quieres saber cómo es el día a día de una voluntaria? ¡Quédate leyendo!
Un día de voluntaria en Mozambique: la rutina de Inés
Inés Arnaiz tiene 23 años y es de Madrid. Licenciada en Ciencias Políticas y scout desde su infancia ha aprendido a trabajar en equipo, compartir y cuidar la naturaleza para dejar un mundo mejor del que encontramos.
En octubre de 2022 se unió a nuestro voluntariado internacional para realizar su experiencia en Maputo (Mozambique) trabajando con la infancia. Quería salir de su zona de confort, conocer otra cultura, otra forma de vivir y sobre, colaborar en el área de educación en otro país, tras finalizar sus estudios con un master de profesorado: “para mí, la educación es una herramienta fundamental para las sociedades, es necesario crear un mundo mejor y no hay mejor manera de empezar que desde las escuelas”, dice.
Lunes (segunda-feira en portugués), 14 de noviembre
Me levanto a las 7:30 am, desayuno y me preparo para salir a las 8:30 hacia la oficina. Camino 30 minutos por la Rua de Vladimir Lenin y a las 9 am ya estoy en la oficina. Iniciamos la mañana con una reunión de todo el equipo de Ayuda en Acción para ponernos al día con el trabajo que estamos realizando y con el que nos falta por hacer.
Sobre las 10 tomamos un almuerzo y cada una se pone a trabajar en sus tareas. En mi caso, estoy elaborando una propuesta de proyecto para el próximo año en el ámbito de educación para el distrito de Maputo. La idea es crear un proyecto para apoyar a las escuelas con las que Ayuda en Acción colabora (Michangulane y Mahelane) en las áreas de género, refuerzo educativo, protección infantil, apoyo nutricional y psicológico.
A las 13 horas todo el equipo tiene una hora para comer. Una vez que hemos terminado el almuerzo, volvemos a nuestros escritorios hasta las 16:30, que damos por cerrado el trabajo y volvemos a casa. Esta vez cojo una chapa (así se denomina en Maputo a los autobuses baratos), para ir a casa: hace mucho calor y quiero llegar cuanto antes.
Por la tarde me dedico a hacer la compra de la semana, voy al supermercado donde compro la fruta, la verdura y el resto de cosas para la semana.
Martes 15 de noviembre (terça-feira)
Son las 7 de la mañana y me despierto para desayunar y prepararme. A las 8 am me recoge el equipo para desplazarnos al distrito de Namaacha. Salimos para allí, concretamente, vamos a la escuela de primaria de Mahelane y Michangulane. Tardamos una hora y media en coche.
A las 9:30 am llegamos a la escuela y nos reciben varios profesores y el director de la escuela. Nos explican la situación actual del colegio: necesitamos hacer un análisis de la realidad de la escuela para poder plantear el proyecto que llevaremos a cabo conjuntamente
Más tarde, Fuva (es la colega que gestiona el proyecto como Coordinadora Nacional de Vínculo Solidario de Mozambique) se ha reunido con las madres y padres del proyecto de vínculo solidario para conversar sobre las necesidades que tienen y evaluarlas.
Una vez hechas todas las reuniones, comemos en la localidad y a las tres de la tarde volvemos para Maputo.
Miércoles 16 de noviembre
Hoy me he podido quedar en casa teletrabajando. Me he despertado a las 8 y junto a mi café coloco mi portátil personal y me dispongo para empezar el día. Durante la mañana he tenido una llamada con Julio (responsable del área de educación del gobierno en el distrito de Namaacha) para tratar sobre mi propuesta de crear un sistema de registro en las bibliotecas que iríamos a presentar el jueves. También he leído varios documentos para entender cómo deben formularse los proyectos en cooperación al desarrollo. ¡No dejo de aprender!
Por la tarde he decidido que me apetecía pasear por Maputo y visitar el Núcleo de Arte, este espacio es un centro en el que hay exposiciones, conciertos y puedes tomar un refresco con amigas.
Jueves 17 de noviembre
Hoy iremos a las dos escuelas de primaria (Michangulane y Mahalane) para inaugurar las bibliotecas que Ayuda en Acción ha creado para los colegios. Salimos a las 8 de la mañana de Maputo y nuestro primer destino es la escuela de Michangulane. El alumnado nos recibe con una ceremonia que consiste en unos bailes y cantos tradicionales. La directora del centro comparte unas palabras y una alumna recita un poema que ha escrito.
Una vez que finaliza el acto, nos dirigimos hacia la escuela de Mahalane. Esta vez la ceremonia es diferente: un grupo de chicos y chicas ha preparado un baile y una canción y un grupo de adolescentes cantan para agradecer la donación de la biblioteca. La jefa del distrito da un discurso sobre la importancia de leer en la escuela. Todo me parece conmovedor.
Por la tarde, vuelta a Maputo y plan de visitar la Associação dos músicos moçambicanos, donde hacen conciertos de música tradicional. Me encanta que Maputo tenga tanta vida cultural, todas las semanas tienes diferentes planes para hacer y sitios nuevos que descubrir.
Viernes 18 de noviembre
Me levanto a las 7:30 am y voy directa a la oficina para reunirme con Fuva y presentar mi primera propuesta del proyecto en el que vengo trabajando en mi voluntariado. Charlamos durante horas sobre posibles mejoras de mi documento y futuras propuestas para actividades en el área de educación y género. Sin darnos cuenta nos dan las 13 horas y ya es hora de terminar nuestra jornada. En Maputo la jornada del viernes termina a esa hora. Para volver a casa, también se nota que es viernes: todo está lleno de chapas y coches, el tráfico es tremendo, las calles no dan abasto, todo el mundo sale de la ciudad para pasar el fin de semana fuera.
Por la tarde voy con unas amigas y con las dos personas a quien alquilé mi habitación a repartir la cena por la ciudad con otra organización con la que también colaboro. Esta tarea se hace una vez por semana, los viernes. Preparamos bandejas de arroz con frijoles, nos subimos en la pick-up, y emprendemos rumbo por toda la ciudad de Maputo repartiendo la cena a personas que viven en la calle.
El fin de semana aprovecho para salir de Maputo. Mozambique es un país precioso, con mucha naturaleza, animales y no quiero perder ni un minuto en visitar todo aquello que pueda. He salido a Maniça, una villa que está a una hora y media de Maputo.
Y cuando acabe, ¡a por una semana más! Llevo aquí dos meses y medio y quiero agradecer a Ayuda en Acción la oportunidad de hacer este voluntariado. Mi vida ha cambiado, mi forma de mirar el mundo, a las personas y las cosas ya es diferente. Aquí he crecido como persona, me he formado en el ámbito de la cooperación al desarrollo y la educación global, he conocido otras culturas, me he tenido que adaptar a todo tipo de circunstancias y he aprendido a valorar más las cosas. Me voy de Mozambique siendo otra Inés y creyendo firmemente que la solidaridad, el respeto, la cooperación, el activismo social y político, y la empatía debe ser la base de nuestras sociedades y no el individualismo.