Apoyamos a las comunidades con las que trabajamos para que puedan participar de una forma activa en un modelo de desarrollo económico que permita alcanzar un equilibrio sostenible entre naturaleza, sociedad, cultura y economía. Buscamos la creación y promoción de empleos decentes y facilitamos la generación de iniciativas de autoempleo, con especial atención a mujeres y jóvenes.
En torno a 783 millones de personas (aproximadamente el 10% de la población mundial) viven por debajo del umbral de la pobreza (1,9 dólares diarios). Los índices de pobreza rural son aún más pronunciados (en torno al 17%) y por cada 100 hombres en situación de pobreza se contabilizan 122 mujeres. Para 2030 se necesitarán crear 470 millones de puestos de trabajo para aquellos que accederán por primera vez al mercado laboral. Se trata de un esfuerzo que además deberá tener lugar en un contexto de descarbonización de la economía.
En torno a 783 millones de personas (aproximadamente el 10% de la población mundial) viven por debajo del umbral de la pobreza (1,9 dólares diarios). Los índices de pobreza rural son aún más pronunciados (en torno al 17%) y por cada 100 hombres en situación de pobreza se contabilizan 122 mujeres. Para 2030 se necesitarán crear 470 millones de puestos de trabajo para aquellos que accederán por primera vez al mercado laboral. Se trata de un esfuerzo que además deberá tener lugar en un contexto de descarbonización de la economía.
El crecimiento económico ha contribuido a sacar a cientos de millones de personas de la pobreza. Sin embargo, el crecimiento no siempre beneficia en igual proporción a las personas más pobres. Las desigualdades estructurales y otras limitaciones, como el entorno institucional, la provisión de servicios públicos y las tradiciones culturales, hacen que carezcan de los insumos, servicios, desarrollo de capacidades e información que necesitan para responder a los retos y oportunidades que trae consigo el crecimiento económico.
En muchos países en desarrollo, especialmente en zonas rurales, los mercados presentan ciertas disfuncionalidades que dificultan que las personas pobres participen de los intercambios económicos o que su inserción se lleve a cabo en términos completamente desfavorables. En consecuencia, hacer que los mercados sean inclusivos y permitan a las personas pobres aprovechar oportunidades para salir de la pobreza supone un reto de enormes dimensiones.
Sin embargo, el mercado por sí solo no es garantía de superación de la pobreza. El crecimiento económico está estrechamente ligado a la provisión de servicios públicos (educación, salud, etc.). Existe un círculo vicioso entre la falta de crecimiento económico y la deficiente provisión de estos servicios. En este sentido, las carencias en cuanto acceso a servicios públicos suponen un lastre para el crecimiento económico y viceversa.
Entendemos la búsqueda del desarrollo económico y la generación de empleo decente como un esfuerzo que debe ser liderado por los actores y poblaciones locales. Los enfoques programáticos tradicionales tienden a proporcionar apoyo directo a los agentes del mercado (pequeños productores, PYMES, proveedores de servicios, etc.), suplantando las funciones de otros actores y generando distorsiones en el sistema de mercado. En consecuencia, rara vez se logran impactos a gran escala y ni ser sostenibles en el tiempo.
Entendemos la búsqueda del desarrollo económico y la generación de empleo decente como un esfuerzo que debe ser liderado por los actores y poblaciones locales. Los enfoques programáticos tradicionales tienden a proporcionar apoyo directo a los agentes del mercado (pequeños productores, PYMES, proveedores de servicios, etc.), suplantando las funciones de otros actores y generando distorsiones en el sistema de mercado. En consecuencia, rara vez se logran impactos a gran escala y ni ser sostenibles en el tiempo.
Nuestro enfoque de “Desarrollo de Sistemas de Mercado” aborda las causas estructurales por las que los mercados generan dinámicas que excluyen a las personas pobres y no satisfacen sus necesidades. Se centran en intervenciones que modifican los incentivos y el comportamiento de las empresas y otros agentes del mercado (públicos, privados, formales e informales) para garantizar cambios a gran escala, sostenibles e inclusivos.
En este sentido,