Por Marta Pascual, trabajadora de ACCENTURE, que junto con su compañera, Analía Expósito, han participado como voluntarias a Terreno en Nicaragua.
PRIMERA PARTE:
¡Me ha tocado! Me dije, si si… te vas a Nicaragua Marta! Me puse en contacto con mi compi de viaje y desde el primer momento supe que iba a ser una experiencia genial por la predisposición y motivación con la que contábamos las dos. Y así fue!!!
Aprovechando las vacaciones de Semana Santa fuimos unos días antes para poder explorar la zona y tuvimos la gran suerte de tener un guía maravilloso que nos acercó su país de una forma muy atractiva y entrañable enseñándonos la riqueza con la que cuentan y mostrándonos la realidad existente.
En estos primeros días comenzamos a tomar conciencia de la dureza con la que Nicaragua ha sido castigada a lo largo de su historia bien por desastres naturales como terremotos, tsunamis, erupciones volcánicas, huracanes bien por conflictos políticos y armados…. Desde 1528 Nicaragua ha sufrido 35 sismos importantes, el más fuerte con epicentro en Managua en 1972 (10.000 fallecidos), años más tarde, en el 1979 comienza la Revolución Sandinista que duró 12 años y puso fin a la larga dictadura de los Somoza, el conflicto dejó a su paso 50.000 muertos, familias sin hogar, un deterioro importante de infraestructuras, escasez de alimentos, analfabetismo severo, deficiente salud pública y una alta deuda externa. En 1992 un terremoto azotó las costas del pacífico y además provocó un tsunami. En 1998 el huracán Mitch arrasó Nicaragua.
Con este contexto, se nos hizo más fácil situar cual era la realidad y las necesidades que nos íbamos a encontrar en nuestro Viaje al Terreno.
En primer lugar, dar las gracias a la Fundación Accenture y a Ayuda en Acción por hacer posible esta experiencia inolvidable y tan positiva, nos sentimos en todo momento como en casa. Nuestra visita estaba totalmente planificada y coordinada. En segundo lugar, a mi super compi de viaje Analía Expósito por su colaboración, predisposición y buen humor.
Visitamos varias comunidades distribuidas en varias localizaciones (Totogalpa, Matagalpa y Matiguas). A pesar de las múltiples necesidades que sufren todas ellas, las comunidades de Totogalpa (situada en la región norte de Nicaragua) son las más afectadas por estar situadas en lo que llaman el Corredor Seco y sufrir sequias severas en la época seca.
De la mano de Ayuda en Acción (AeA) y sus contrapartes (Soynica y Odesar) pudimos palpar la gran labor que están llevando a cabo y los proyectos que realizarán en un futuro cercano, en concreto, con la ayuda que recibirán de todos nosotros a través de la Fundación Accenture y nuestra aportación con el redondeo de nómina. Es un proyecto precioso… ya veréis…
En este momento, están muy centrados en proyectos de seguridad alimentaria. En casi todas las comunidades pudimos participar en el pesaje y tallaje que se les viene realizando mensualmente a los niños menores de 5 años (inicialmente realizado por las ONGs y ahora mismo ya controlado por cada comunidad). La desnutrición en la edad infantil, puede causar secuelas de por vida y con esta iniciativa se consigue estabilizar a muchos niños. Es un reto mensual ya que debido a la sequía, la ingesta de comida se reduce, la variedad de alimentos es inexistente (frijoles y maíz) y además el agua está contaminada y los niños sufren muchas diarreas y parásitos que hay que combatir día a día, mes a mes, año a año…
Me alegró mucho ver que uno de los objetivos de AeA y sus contrapartes es apostar por una ayuda sostenible y desde el primer momento se les enfoca de esta forma a las comunidades. Cada proyecto tiene un principio y un fin y el objetivo es que a su término cada comunidad sea capaz de haber conseguido la capacitación suficiente como para poder seguir su camino de forma autónoma. Un ejemplo de ello son los huertos familiares, con el fin de ayudarles a variar la dieta se les está formando para que cada familia cuide y desarrolle su propio pequeño huerto familiar y además sean capaces de recoger las semillas y poder volver a plantarlas y así sucesivamente. Además les enseñan métodos para potabilizar el agua, recetas para poder variar las comidas, formación a las embarazadas, etc.
Además con su ayuda, las comunidades se han ido organizando eligiendo a diferentes miembros con diferentes responsabilidades. La mujer es, en la mayoría de los casos, el eje de las familias por lo que a través de diferentes iniciativas también se les está dando visibilidad, importancia y respeto. Importante destacar también la involucración de los hombre como agentes del cambio colaborando en la mejora de la igualdad entre hombres y mujeres.
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