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Promover el cambio de pensamiento para asegurar el buen vivir en pueblos de familias Zapotecas
Presupuesto total
- 87.600 €
Población objetivo
- Familias campesinas
Localización
- Oaxaca, México
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Promover el cambio de pensamiento para asegurar el buen vivir en pueblos de familias Zapotecas
En la Sierra Sur de Oaxaca, se ha agudizado la pobreza alimentaria por causa de los desequilibrios en la temperatura y las estaciones del año agravando la desnutrición, hambre, escasez de agua, baja producción, y enfermedades gastrointestinales. Los pobladores locales notan una menor cantidad y variedad de alimentos propios de su cultura. Como respuesta se adecuan los modos de vida para asegurar alimentos saludables, inocuos, culturalmente apropiados y oportunos para el presente y futuro. Se procura la resiliencia de las familias y sus comunidades frente al impacto del cambio climático sobre la alimentación.
Desde 2016, en alianza con Irizar, se promueve el cambio de pensamiento, donde las familias estén seguras de lo que tienen en su territorio (agua, tierra, semillas, abonos naturales y cultura), para vivir bien en sus pueblos, sintiéndose orgullosos de lo que son y lo que tienen. Esto se reforzó en 2020 al constatar que las comunidades fueron capaces en afrontar los efectos de la pandemia, al no sufrir por desabasto alimentario.
Año tras año las familias han fortalecido su alimentación y reducido los niveles de desnutrición visibles. Actualmente, los y las campesinas cultivan semillas de frijol, maíz, calabaza, chile, miltomate, chepiche, mostaza, acelga, lechuga, rábano, tomate, jitomate, durazno, aguacate, manzana, pera, y nísperos, entre otros.
El presente proyecto parte de conocimientos y experiencia previa de los y las implicadas en las fases anteriores, mejorando sus prácticas e integrando nuevas, para cultivar alimentos de manera más eficiente, sin descuidar el enfoque agroecológico.
Con la experiencia de fases anteriores junto a nuestra contraparte local Eecos Incides, y con la organización de los colectivos de agroecología participantes se han definido 2 tipos de acompañamiento técnico: presencial y a distancia; con actividades que se apoyan de materiales impresos y audiovisuales en las comunidades de Santo Domingo Lachivitó, Santo Tomás Quierí, Santiago Lachivía y San Baltazar Chivaguela (Municipio de San Carlos Yautepec); y Santa María Lachivigoza, San Francisco Logueche y El Carrizal (Municipio de San José Lachiguirí).
Recientemente, el mayor reto ha sido que las familias continúen cultivando sus alimentos, a pesar de los efectos provocados por la COVID-19. Priorizamos el cultivo de plantas medicinales en sus huertos familiares para la prevención y auxiliar en el tratamiento de enfermedades respiratorias. Además, se promueve el intercambio de plantas medicinales y alimentos, como semillas criollas de hortalizas diversas e introduciendo semillas de acelga y zanahorias de diferentes colores, lechugas diversas y espinaca. Complementariamente se aplican abonos naturales sólidos y líquidos, preparados por las propias familias. Se desarrolla un manejo preventivo de enfermedades y plagas de árboles frutales sembrados en años anteriores, siendo parte de la alimentación fundamental de las familias.
Por otro lado, se introducen aves y abejas, como parte del sistema alimentario y productivo. Las aves de traspatio producen huevo y carne, mientras que la apicultura es una actividad con gran impulso debido a que la experiencia previa de algunas familias ha contagiado a otras.
Finalmente, se continua con la sensibilización en torno a la autonomía alimentaria. A través de difusión sobre la importancia de cultivar comida para ser soberanos, realizando carteles, infografías, impresiones en playeras, murales, campaña en radio comunitaria EKO-RADIO en el 94.1 FM con 52 horas mensuales
Cuenta con más de 20 años de experiencia trabajando para la sociedad civil. Es contadora pública por el Instituto Politécnico Nacional y ha cursado un MBA en la Universidad de Negocios de Barcelona. Además, está certificada en Fundraising por la Universidad de Indiana, cursó un Diplomado en Alta Dirección en el IPADE y cuenta también con una certificación como PM4R por el Banco Interamericano de Desarrollo, así como certificado como profesional en Cooperación Internacional para Desarrollo emitido por el Instituto Mora. También ha realizado el Diplomado en Gestión Estratégica de la Responsabilidad Social Empresarial en la Universidad Anáhuac.
“Con mis compañeras sembramos árboles y milpa; a eso le llamamos MIAF que quiere decir que ahí sembraremos diferentes árboles frutales y también maíz. Ahora solo tenemos árboles, nosotras nos organizamos para ir a regar, abonar, limpiar, podar; nos da gusto hacerlo porque ahí platicamos, aprendemos; a veces nos enojamos también”.
Cirila Hernández Hernández, participa en el colectivo Semilla Nueva con otras mujeres en la comunidad de Santo Tomas Quierí.
“Aprendemos a hacer abonos naturales; también platicamos acerca de la importancia de cuidar nuestras semillas criollas, es importante tenerlas siempre en los pueblos porque de ahí nace todo lo que comemos. Alimentarnos bien significa que comamos lo que sembramos, pero no sembrado con químicos si no con abonos naturales”.
Gerónimo Hernandez Cruz participa con Eecos Incide, junto a otros compañeros de la comunidad de Santo Domingo Lachivitó
"Hace tres años en el pueblo mejoramos la red de agua potable; en ese tiempo yo era comité. Pienso que cuando trabajamos como equipo se logran muchas cosas. Ahora por ejemplo en el pueblo algunas personas motivadas por EECOS empezaron a trabajar la apicultura. Ellos ya han cosechado miel; a partir de ahí más personas nos hemos interesado en tener abejas también".
Miguel Martinez, soy de la comunidad de Santiago Lachivía, participa con Eecos Incide desde sus inicios.
“Eecos Incide está en el pueblo organizando a la gente para trabajar la tierra de una manera limpia, con semillas criollas. Yo me empecé a interesar más porque ahora se está trabajando un proyecto de abejas y como mi esposa les tiene un poco de temor a las abejas; yo estoy llevando esa parte”.
Noé Cortes Aguilar, de la comunidad de San Baltazar Chivaguela, participa en Eecos Incide desde dos años.
