El proyecto se ha centrado principalmente en el acondicionamiento de los centros de alojamiento y el apoyo a las familias de acogida. Por ello, en Metuge y Ancuabe distribuimos estaciones de lavado y creamos comités o grupos para su mantenimiento. Asimismo, construimos letrinas en lugares de extensión comunitaria adaptadas a las necesidades y al contexto de las comunidades beneficiarias, es decir, las letrinas comunitarias son prioritarias en los asentamientos temporales, mientras que en las viviendas de larga duración construimos letrinas domésticas.
Además, en Metuge y Ancuabe, hemos rehabilitado e instalado nuevos puntos de agua y hemos formado al comité de agua en la gestión y el mantenimiento de cada una de las fuentes de agua.
En cuanto a la salubridad, formamos y equipamos a promotores de higiene en los asentamientos de Metuge con el objetivo de obtener una cobertura total de 5000 personas. Además, los promotores de higiene han celebrado sesiones comunitarias e individuales en diferentes idiomas locales con la población local y desplazada. Cabe destacar que hemos tenido en cuenta medidas de prevención contra la COVID-19 como el distanciamiento físico, el lavado de manos y el uso de mascarillas. Además, distribuimos kits de higiene a la población desplazada y local.
Asimismo, proporcionamos apoyo logístico a los hogares de personas desplazadas que viven en el emplazamiento temporal de Manono, pero que serán reubicados en el emplazamiento de Nicavaco. Asimismo, entregamos kits básicos de material para apoyar a las personas refugiadas (mantas, cubos, kits de cocina, lámparas solares).