Escrito el 11/05/2020
Actualización: 30/11/2020.
Aunque el coronavirus es un desafío global, no todos los rincones del mundo cuentan con las mismas herramientas para hacer frente a la pandemia. Hoy viajamos al continente africano para contarte cómo se está viviendo la alerta sanitaria de la COVID-19 en Mozambique, uno de los países menos desarrollados que existen.
Alerta sanitaria por COVID-19 en Mozambique
Mozambique vive hoy una peligrosa combinación de amenazas para su desarrollo: los daños aún existentes de los ciclones Kenneth e Idai, la alerta sanitaria por coronavirus y la creciente violencia e inseguridad en Cabo Delgado, provincia norteña donde trabajamos desde 1997.
Con respecto al impacto de la pandemia, el país registra más de 15.000 casos positivos y 130 fallecidos, con la provincia de Maputo como la más afectada. Desde septiembre, el país vive en estado de "Calamidade Nacional". Sustituye al estado de emergencia que estaba vigente anteriormente e implica medidas menos restrictivas, planes de reapertura de las escuelas y menos restricciones para salir o entrar del país.
A la cola del desarrollo
Según el Índice de Desarrollo Humano, que elabora cada año Naciones Unidas, Mozambique es uno de los diez países menos desarrollados del mundo. Se calcula que más del 60% de su población vive bajo el umbral de la pobreza y la esperanza de vida no supera los 56 años.
La mayor parte de sus habitantes se dedica a la agricultura de subsistencia y vive en comunidades rurales. Desde Ayuda en Acción centramos nuestros proyectos en apoyar el desarrollo de estas zonas, pues es en ellas donde las familias a menudo se quedan fuera del acceso a servicios sociales básicos como el agua potable, la salud o la educación.
Frente al COVID-19, #SomosAyuda
La mayor parte de nuestro trabajo se centra en Cabo Delgado, una de las provincias más castigadas por la pobreza y la desigualdad. Muchas personas allí han perdido sus hogares y cosechas a causa del ciclón Kenneth, por lo que luchan cada día por reconstruir sus vidas. Como imaginarás, no es una tarea fácil. A la falta de oportunidades para ganarse la vida se suma una creciente inseguridad provocada por los ataques terroristas que se están incrementando en el norte del país.
Nuestros equipos en terreno trabajan sin descanso para ayudar a la población a ejercer sus derechos. Por eso, a la repuesta ante la emergencia de Kenneth y la crisis de personas desplazadas también sumamos la respuesta ante la COVID-19 que, aunque aún no registre tantos casos en África, puede causar un impacto sin precedentes si llegase a dispararse.
Prevención y apoyo a un sistema sanitario debilitado
La alerta sanitaria provocada por la COVID-19 en Mozambique ha puesto de manifiesto las múltiples brechas existentes en el país. Para ayudar a cerrarlas, nos centramos en dos claves: prevención y apoyo al sistema sanitario.
Prevención: sensibilizamos a la población sobre buenas prácticas de higiene para prevenir el virus. Folletos informativos, mensajes en radios locales, coches con megáfonos incorporados… Recorremos las comunidades para que la información ayude a salvar vidas. Además, estamos instalando puntos de lavado de manos en zonas muy concurridas pues el agua, un bien escaso para muchas familias, es el mejor aliado contra el virus.
Apoyo al sistema sanitario: la cobertura sanitaria universal en Mozambique, como en muchos países africanos, está lejos de ser una realidad. La falta de personal sanitario, la escasez de medios y centros de salud o la lucha contra el VIH y la malaria son solo algunos de los frentes abiertos en el frágil sistema sanitario mozambiqueño. Para apoyar la respuesta frente a la COVID-19, estamos contribuyendo a la formación del personal de salud para mejorar su respuesta ante la emergencia, así como al equipamiento de las unidades sanitarias de las zonas rurales.
Frente al coronavirus, prevención y apoyo al sistema sanitario. Conoce la respuesta de Ayuda en Acción ante la COVID-19 en Mozambique, uno de los países menos desarrollados del mundo Clic para tuitear
La alerta sanitaria de la COVID-19 está demostrando que el trabajo coordinado, la solidaridad y la defensa de los derechos humanos son más necesarios que nunca. Por eso, como se dice en Mozambique, frente al COVID-19… ¡estamos juntos!