Si hay un motor poderoso para cumplir nuestros sueños, ese es la pasión. Conoce la historia de Anabel y sus compañeras, un grupo de mujeres artesanas de México que están tejiendo su propio futuro en su país. Con nuestra ayuda, están convirtiendo su pasión, la costura, en un negocio para mejorar sus vidas.
Artesanas de México: impulso económico para 55 mujeres
Viajamos al estado de Sonora, al norte de México. Nuestra historia se detiene en un modesto local donde Anabel Flores nos enseña orgullosa todo un despliegue de coloridos bordados. A su espalda, un cartel, igual de colorido, reza “bienvenidas”. Enseguida comprobamos que así es como se sienten ella y sus compañeras. Una vez a la semana, se reúnen para disfrutar de su amor por la costura y dar forma a un sueño que cada vez está más cerca: crear su propia empresa de bordados y tejidos artesanales.
Anabel es la representante de uno de los 7 grupos solidarios creados por Ayuda en Acción y FAI Sonora para impulsar la economía de 55 mujeres que, como ella, viven situaciones de pobreza y vulnerabilidad.
Su grupo se llama “Mujeres en Acción” y lleva 10 años tejiendo oportunidades. “Estamos emprendiendo un negocio de bordados artesanales. Yo soy la encargada de orientar y asesorar a mis compañeras en estos comienzos. Queremos sacarles provecho a nuestros talentos, ¡a todas las cosas que sabemos hacer!”, explica.
Uno de sus productos más exitosos son las servilletas con diseños de flores de la región. Se usan para guardar y mantener el calor de las tortillas de maíz y de harina, decorar las mesas o cubrir los alimentos. Además de servilletas, también diseñan mochilas, bolsos, manteles… Sus ganas de innovar y superarse no entienden de límites.
Un proyecto de emprendimiento con mujeres artesanas de México que está cambiando la realidad de Sonora. Hilo, pasión y agujas para coser futuro. Clic para tuitear
Más oportunidades para las mujeres artesanas de Sonora
Las comunidades con las que trabajamos en Sonora viven en zonas rurales marcadas por la falta de oportunidades. La mayoría de las personas trabajan en el campo como jornaleras, y otras muchas lo hacen en granjas porcinas o avícolas.
Cuando hablamos de las mujeres, su actividad se queda mucho más limitada. A menudo viven relegadas al cuidado de la casa y los hijos e hijas, por lo que ni reciben su propio sueldo ni puede aportar ingresos al hogar.
Nuestro proyecto de emprendimientos sobre bordados artesanales quiere cambiar esta realidad. Todas las mujeres tienen derecho a crecer personal y profesionalmente, a ser autónomas y a contribuir activamente en los ingresos familiares. Anabel y sus compañeras de Sonora no pueden ser una excepción.
¿Cómo lo estamos consiguiendo?
Para apoyar a estas madres entusiastas, estamos fomentando su organización en bancos comunales. Gracias estos grupos solidarios, se organizan para ahorrar entre todas y conseguir un préstamo en condiciones satisfactorias que les permita arrancar su negocio. Además, reciben una formación que va más allá de lo profesional y abarca temas como la superación personal, la alimentación saludable y sus derechos como mujeres. A lo largo de este año avanzarán en los procesos de registro y desarrollarán una plataforma digital para dar a conocer sus productos. En 2021 todo estará listo para hacer realidad su sueño: tener su propia empresa social.
Sueños, pasión, esfuerzo y, no lo olvidemos, derechos humanos. Son algunos de los hilos con los que queremos seguir tejiendo oportunidades para otras mujeres como Anabel, ¿nos acompañas?