Ashira tiene 10 años y estudia cuarto de primaria en Cajamarca (Perú). Los derechos de la infancia no son algo ajeno a ella. En Ayuda en Acción nos encargamos de que todos los niños y niñas de su provincia, Hualgayoc, conozcan y ejerzan los derechos que les pertenecen.
Sin embargo, el derecho a la educación, uno de los más importantes, se vio afectado por la pandemia para millones de niños y niñas del mundo. Para gran parte de la infancia, el parón supuso un adiós definitivo al ejercicio de este derecho, porque nunca volverán a la escuela.
Derecho a la educación, una prioridad para Ayuda en Acción
Desde el inicio de la pandemia de la COVID-19, Ayuda en Acción apoyó a comunidades educativas en los más de 20 países donde trabajamos. Acompañando a profesorado, dotando a niños y niñas de tecnología y dando apoyo a las familias hemos logrado que los derechos de la infancia, y concretamente el derecho a la educación, se cumpliera siempre.
Para Ashira el apoyo de su familia, dedicada a la ganadería a pequeña escala, ha sido fundamental sobre todo en los primeros momentos de la pandemia.
Fue muy difícil adaptarnos a los protocolos de bioseguridad que decretó el gobierno. No podíamos salir de casa y tampoco ir a la escuela…
Aunque reconoce que tuvo ciertas dificultades para adaptarse a la nueva situación, Ashira decidió ver la parte positiva de todo esto:
El confinamiento sirvió para unir a mi familia, compartiendo momentos de alegría, anécdotas y tareas del hogar en las que todos participamos en igualdad.
Educación y acceso a tecnología
Lo que más echaba de menos Ashira era ir a la escuela y compartir momentos y juegos (otro de los derechos de la infancia) con otros niños y niñas. El derecho a la educación implica también la garantía de cumplimientos de otros derechos, como el derecho al juego o el derecho a expresarse libremente, entre otros muchos.
Pero si hay algo que ha quedado claro desde la irrupción de la COVID-19 es la importancia de la tecnología para salvaguardar el derecho a la educación. Desde Ayuda en Acción somos conscientes de ello. No hizo falta que llegara una pandemia para darnos cuenta, porque ya hacía años que lo veníamos trabajando, aunque sin duda aligeró el proceso.
Escuelas Digitales Resilientes: de España al mundo
El proyecto Escuelas Digitales Resilientes, que iniciamos en España durante la pandemia y que se ha extendido a otros países, incide precisamente en acabar con las brechas digitales que impiden un acceso igualitario al derecho a la educación. Para niños y niñas de países en desarrollo que viven en zonas rurales y que apenas están familiarizados con la tecnología, la digitalización de la escuela es todo un reto.
Después de un tiempo sin escuela nuestros maestros nos avisaron que las clases serían de forma virtual. Yo no entendía cómo era esa forma de estudio, para mí era algo nuevo… Pregunté a mi hermana y mi tío y me explicaron cómo sería. Me dio un poco de temor pero luego me comuniqué con mi profesor Filmio. Me explicó detalladamente y me dio confianza para poder aprender con el programa Aprendo en Casa.
Formación a profesorado
La tecnología supuso para Ashira y para millones de niños y niñas en el mundo la única ventana abierta al derecho a la educación. Sin embargo, no fue tan sencillo. No solo había niñas y niños que jamás habían tenido contacto con una Tablet o con Internet. También era el caso del profesorado. El proceso que iniciamos consistió en apoyar a los centros educativos y al profesorado. Después, maestras y maestros como el propio Filmio, el profe de Ashira, indicaron a su alumnado cómo usar plataformas de comunicación grupal y servicios de mensajería para mantener una comunicación continua.
Me llenó de emoción ver a todos mis compañeros y al maestro detrás de la pantalla, era algo nuevo para mí.