Los docentes en Etiopía no lo tienen fácil. Ya de por sí, la educación universitaria está al alcance de unos pocos. Una vez egresados, es difícil cubrir puestos en aldeas rurales, por lo que muchas unidades educativas quedan en riesgo de ser desatendidas.
Sin embargo, la educación es clave para el desarrollo de cualquier sociedad. Lo sabemos desde Ayuda en Acción tras un trabajo continuado desde hace más de 40 años trabajando por los derechos de la infancia. La educación es uno de los pilares básicos para su crecimiento.
Afortunadamente, hay futuro para los docentes en Etiopía: se trata de uno de los países que más está creciendo. Más del 40% de la población tiene menos de 15 años según los últimos datos conocidos (2017).
Jibril: ¿de primer alumno a primer docente?
Jibril Ture tiene 17 años y es estudiante de sexto curso en la escuela primaria Medfo Wolte'e, en Arsi, una de las zonas donde trabajamos en Etiopía. Él es todo un pionero en su comunidad, ya que cuando comenzó su edad escolar no había ningún centro educativo en los alrededores de su comunidad. Fue la chispa para abrir una escuela y así dar acceso a la educación a más niños y niñas como él.
Es algo en lo que trabaja Ayuda en Acción desde la primera infancia, etapa escolar que en Etiopía no es obligatoria, razón por la que es difícil encontrar centros (y docentes) para los niños y niñas más pequeños.
Quizás esta historia le hizo ser consciente de la importancia de la educación desde sus primeros años de vida. Siempre ha tenido claro que quería ser maestro:
Creo que un maestro es la base del conocimiento y de toda profesión. Los profesores ayudan a los niños y niñas a ser médicos, pilotos, científicas y políticos.
Docentes en Etiopía: fuente de inspiración para el futuro
El Sr. Muktar es el profesor de inglés de Jibril. Pero para él significa mucho más: es su modelo a seguir.
Me encanta su forma de enseñar. Es muy amable y tiene muchos conocimientos. Siempre intenta ayudarnos a entender mejor la asignatura. También nos da consejos para que estudiemos mejor.
Si hablamos de asignaturas, su favorita, sin embargo, es la historia. Según él, le ayuda a entender mejor su país y el mundo. Es algo que le gustaría enseñar a sus futuros alumnos cuando se convierta en docente.
Jibril sueña con ser un profesor disciplinado y ejemplar que se dedica a formar un alumnado sobresaliente y visionario. Pero no sueña con ser docente en cualquier escuela: quiere hacerlo en la suya:
Conozco bien los problemas que tiene aquí la infancia y quiero ayudar.
Sabe que todo debe empezar por mejorar las infraestructuras educativas: aulas, materiales, una biblioteca, electricidad, laboratorio y algún equipo informático. Solo así será posible conectar con el futuro, dice.
Mi profesor ideal es amable y serio pero humilde, que se ha formado en la materia que enseña. La mayoría de los niños y niñas de nuestra escuela piensan que los docentes son fuentes de conocimiento, que determinan su futuro. Yo también lo creo y por eso lucharé por convertirme en el mejor.
Pero los docentes del futuro en Etiopía no solo enseñan, también educan en todos los aspectos de la vida. Esto se vio durante la pandemia:
Nos aconsejan sobre cómo protegernos de la COVID-19. Nos han dicho una y otra vez cómo podemos protegernos a nosotros mismos y a los demás de esta terrible enfermedad.