La educación es clave para el desarrollo de cualquier país. En Bolivia llevan años apostando por una formación de calidad para infancia y juventud. En el ámbito rural es importante que el alumnado realice la etapa de secundaria no solo con conocimientos humanísticos, sino también con formación técnica, tecnológica y productiva relacionada con el potencial de sus territorios. En Bolivia existe una normativa que respalda este planteamiento. Sin embargo, muchos territorios no ofrecen formación técnica, otros no ofrecen el tipo de formación que corresponda a su vocación productiva y otros no cuentan con el material y equipamiento necesarios. La consecuencia de estas dificultades es la migración masiva de jóvenes en busca de oportunidades laborales.
La educación secundaria en Bolivia mira al futuro
Para dar más oportunidades a la juventud en su propio lugar de origen, estamos apoyando la educación técnica, tecnológica y productiva a través del Bachillerato Técnico Humanístico (BTH), los Centros de Educación Alternativa y los Institutos Técnicos Superiores. El objetivo es proporcionar a la juventud oportunidades laborales con buenas condiciones para el futuro y contribuir al desarrollo local. Con ese espíritu hemos puesto a punto la escuela secundaria en Bolivia:
- Modernizando el currículo escolar de once centros educativos y formado al personal docente.
- Impulsando un proyecto piloto relacionado con la educación técnica vinculada a la apicultura y equipado tres centros educativos.
- Capacitando a 80 estudiantes de último curso en transformación de alimentos como el melocotón, y elaboración de planes de negocio relacionados con el potencial productivo de sus territorios.
- Formando sobre nuevas tecnologías a estudiantes, docentes y familias de tres centros educativos.
Formación para el empleo juvenil
Cerca del 80% de la población activa en Bolivia trabaja en la informalidad, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La falta de oportunidades de formación y empleo en el ámbito rural afecta especialmente a la juventud, lo que le empuja a migrar a otras ciudades. Para mejorar esta situación en las regiones de Amazonía, Chaco y Valles Interandinos hemos formado en marketing digital a 64 estudiantes y a otros 23 en la elaboración de planes de negocio. Con estas competencias ahora podrán mejorar la promoción y venta de sus productos derivados del cacao. También hemos formado a 27 docentes sobre herramientas y plataformas digitales.
La convivencia pacífica, objetivo prioritario en las aulas
Los casos de violencia hacia la infancia, adolescencia y mujeres en Bolivia se incrementaron un 12,14% en 2022 con respecto al año anterior. La brecha entre lo urbano y lo rural, la necesidad de formación del personal de protección, la naturalización de la violencia y la falta de asimilación de valores como el respeto, la empatía, la solidaridad o la resolución pacífica de los conflictos son algunas de las causas de esta situación.
Para poner fin a esta situación trabajamos en distintos ámbitos:
- Elaborando un plan de convivencia pacífica con 263 docentes para promover la cultura de paz y la resolución pacífica de conflictos en la comunidad educativa.
- Capacitando a 70 miembros del sistema de protección sobre valores humanos y derechos a las comunidades y a 82 periodistas para que difundan mensajes sobre los beneficios del diálogo, la empatía y la solidaridad.
- Reforzando las capacidades de los miembros de los sistemas de protección comunitarios.
- Poniendo en marcha un sistema comunitario en la Amazonía y capacitando a 38 docentes sobre prevención de la violencia.
- Sensibilizando a 50 padres y madres sobre cuidados y crianza positiva.
Educación y formación de calidad
En muchas de las comunidades las escuelas presentan malas condiciones en su estructura y una importante falta de material escolar y mobiliario. Muchas no contaban siquiera con una biblioteca básica. Si se necesitaba algún libro, los niños y niñas se tenían que desplazar hasta la localidad más cercana. A esto se sumaba la falta de formación sobre nuevas tecnologías del personal docente.
Un elevado número de familias migraban huyendo de la pobreza, por lo que muchas niñas, niños y adolescentes se veían obligados a abandonar sus estudios. En este contexto, la posibilidad de que la infancia, adolescencia y juventud recibiera una educación de calidad era impensable. Esto disminuía sus oportunidades de encontrar un empleo con buenas condiciones en el futuro y comprometía el desarrollo del territorio.
Por eso, desde Ayuda en Acción hemos enfocado nuestros esfuerzos en el territorio en disminuir el abandono escolar y fortalecer la formación técnica y productiva de la región:
- Equipando con mobiliario y material 40 centros educativos y mejorado la infraestructura de 18. En estas últimas hemos construido también bibliotecas.
- Rehabilitando y equipando cuatro aulas de laboratorio y las aulas de los talleres de Bachillerato Técnico Humanístico en los estudios de agroecología, gastronomía y transformación industrial de alimentos, áreas relacionadas con el potencial productivo del territorio.
- Formando a 600 docentes en nuevas metodologías educativas, fortalecimiento del autoestima e igualdad de género.
- Poniendo a punto salas lúdicas para 6000 estudiantes.