Escrito el 03/04/2020
Actualización: 15/11/2020.
El Salvador cuenta hoy con más de 36.000 casos confirmados y más de 1.000 personas fallecidas a causa de la enfermedad COVID-19. Así trabajamos desde Ayuda en Acción para que nadie se quede atrás ante la crisis sanitaria, económica y social generado por el coronavirus en este país:
Alerta sanitaria por coronavirus en El Salvador
En el país centroamericano, uno de los más pobres de América Latina, llevan meses sintiéndose los síntomas de parón, e incluso retroceso, en la calidad de vida de muchas personas. Por un lado, existe desabastecimiento de material en los centros de salud: faltan productos básicos para luchar contra la enfermedad, como mascarillas, guantes, alcohol, gel o alcohol.
Por otro, el frenazo de la economía está provocando falta de alimentos, servicios y acceso a la canasta básica de productos para el día a día. ¿Las más afectadas? Aquellas personas que trabajan en el sector informal y cuya seguridad alimentaria depende de lo que produzcan y vendan diariamente. En esta situación viven siete de cada 10 salvadoreños.
El 70% de los trabajadores en El Salvador lo hacen en el sector informal. Son los más perjudicados por la crisis generada por el COVID-19 Clic para tuitear
Frente al coronavirus, #SomosAyuda
Para hacer frente a la pandemia global, contamos con marcha un plan de respuesta regional en 11 países de América Latina con el que estamos prestando apoyo a más de 500 000 personas en situación de riesgo y vulnerabilidad. Gracias a nuestra amplia experiencia en el país, conocemos las principales necesidades de las comunidades rurales y empobrecidas con las que trabajamos. Sabemos que son las más golpeadas por esta alerta sanitaria. Nuestro trabajo frente a la COVID-19 se centra en Santa Ana, Chalatenango, La Unión, Cuscatlán, La Paz, San Vicente, Usulután y Ahua, donde llegamos a más de 27.300 personas. ¿Cómo?
Apoyamos a la infancia y la juventud
Una parte central de nuestro trabajo en todo el mundo es la defensa de los derechos de la infancia más vulnerable, especialmente en contextos de crisis como el que vivimos. En El Salvador, gracias a nuestro programa de apadrinamiento, ayudamos a niños y niñas como Saúl. Su testimonio nos llega desde Citalá, al norte del país. A sus 8 años, es muy consciente de los retos que el coronavirus está originando en su vida y la de su familia:
"Tenemos tareas de la escuela y no hemos podido entregarlas porque no tenemos señal telefónica y tampoco de Internet. En la comunidad no tenemos computadoras en las casas para hacer las tareas y enviarlas. El maestro no ha podido venir porque vive lejos y tiene que estar en su casa, el transporte solo pasa una vez por semana y solo pueden salir las personas para comprar algunos alimentos dos veces por semana".
Con la madurez que imponen las situaciones difíciles, Saúl ayuda hoy más que nunca a su familia a salir adelante y nos da las gracias por nuestro apoyo constante a la comunidad. Pronto, asegura ilusionado, podrá volver a jugar con sus amigos y escribir las esperadas cartas a sus padrinos y madrinas. Otro ejemplo de madurez lo encontramos en César y sus amigos, unos jóvenes que han tomado las riendas de la lucha contra la COVID-19 en su comunidad y nos cuentan sus motivos en este post.
Apostamos por la educación
El Salvador fue el primer país de Centroamérica en decretar la suspensión de todas las actividades educativas y académicas presenciales a nivel nacional. La situación continuará así al menos hasta el 31 de diciembre. Sin embargo, ante la adversidad, trabajamos junto a personas como la profesora Yaniksa, empeñadas en que ningún estudiante se quede sin educación. No te pierdas su inspiradora historia:
Otros ejemplos de nuestra actuación
Realizamos campañas de sensibilización para que las familias de nuestras comunidades entiendan qué es el coronavirus y qué medidas de prevención deben adoptar para protegerse.
Apoyamos con suministros médicos y obras de rehabilitación al Ministerio de Salud, los centros de salud y las unidades epidemiológicas. La asistencia médica de calidad es una de las principales carencias en buena parte del país.
Formamos al personal sanitario en medidas de prevención frente al coronavirus.
Distribuimos kits de higiene y paquetes de alimentos.
- Apoyamos a las personas que retornan al país: junto con el Instituto Salvadoreño del Migrante hemos creado el Centro de Atención a Retornados de El Salvador (CARES) para ayudarles a hacer frente a la crisis de la COVID-19 ofrenciéndoles, por ejemplo, asistencia psicológica.
Prestamos apoyo a estudiantes y familia para favorecer la educación y el ocio a distancia.
Formamos a pequeños emprendedores y emprendedoras para que puedan asegurar su estabilidad económica más allá de la emergencia.
Damos orientación a las instituciones para la prevención de la violencia de género e intrafamiliar, que está aumentando durante la pandemia.
Ayudamos a las familias afectadas por la tormenta Amanda: muchas personas aún sufren las consecuencias de la tormenta tropical Amanda, que castigó al país el pasado mayo. Para hacer frente al doble desafío de la COVID-19 y Amanda, hemos prestado apoyo alimentario a 500 familias del municipio de San Agustín y a otras 500 del municipio de Jiquilisco, ambos en el departamento de Usulután. Esta acción ha sido posible gracias al apoyo de la Agencia Italiana de Cooperación para el Desarrollo (AICS) y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA). También estamos muy pendientes de nuevas necesidades que puedan surgir tras el reciente paso del huracán Eta por Centroamérica.
Hoy, más que nunca, sabemos que la solidaridad es la mejor vacuna frente a la COVID-19. ¿Contamos con tu apoyo?