¿Sabías que existe una estrecha relación entre cambio climático y género? Las mujeres indígenas con las que trabajamos en Honduras son cada vez más resilientes al cambio climático a través del trabajo que realizan con sus huertos familiares. Solo así están consiguiendo moldear su propio destino. Hoy te contamos los relatos de algunas de las mujeres que están transformando sus vidas.
Huertos familiares: una acción contra el cambio climático
En La Mosquitia hondureña trabajamos con mujeres indígenas para que puedan establecer sus propios huertos familiares. Muchas veces este es un trabajo cuesta arriba porque las zonas donde trabajamos son las más empobrecidas del país. En algunas de las comunidades, además, hay carencias de agua y en otras, por el contrario, llueve en exceso como consecuencia del cambio climático.
En el año 2021 creamos el proyecto Yamni Iwanka (que significa “el buen vivir”). Gracias a él estamos apoyando a mujeres misquitas y a sus familias con el objetivo de que mejoren sus métodos de cultivo a través de capacitaciones y asistencia técnica. Además, también financiamos la compra de herramientas y equipo para prácticas agroforestales con producción sostenible como los huertos familiares. El proyecto es financiado por el Gobierno de Japón a través de su programa JSDF y administrado por el Banco Mundial.
Mujeres indígenas comprometidas con la tierra y sus recursos
A través del proyecto Yamni Iwanka, las mujeres indígenas construyen huertos que generan alimentos para sus familias. Pero además, los comercializan para lograr una independencia económica con la generación de ingresos. Pero la cosa va mucho más allá: gracias a estos huertos, estas mujeres indígenas van ganando en empoderamiento e igualdad en sus propias comunidades.
“La yuca se volvió en un alimento indispensable en la mesa, antes no sembraba mucho por falta de conocimiento, no sabia por dónde iniciar. Las herramientas y las capacitaciones han servido de mucho, además ya tenemos semillas y nos enseñaron a hacer surcos, necesarios para que la tierra no se inunde, aquí tenemos que ser precavidas con eso”, cuenta Alnora Casy, productora de la comunidad de Rumdin en La Mosquitia.
La sostenibilidad ambiental con la mirada de la mujer
Cansia Wilban es productora de un huerto familiar y presidenta del consejo comunal. Actualmente en su comunidad trabajamos con 25 familias que tienen un huerto familiar. En ellos siembran legumbres y vegetales: “necesitamos cultivar más para asegurar alimentos en los tiempos de sequía y lluvias”, cuenta Cansia desde su casa de El Salto, en el corazón de La Mosquitia.
Oportunidades para mejorar los medios de vida
Con el proyecto Yamni Iwanka hemos conseguido ya que más de 700 mujeres que antes no tenían una fuente de alimentos e ingresos para sus familias, puedan afrontar este reto. Aún hay grandes desafíos en La Mosquitia por el limitado acceso a programas de desarrollo social y económico que deteriora las condiciones de vida de la población (y en especial de las mujeres). Con el proyecto se hna facilitado las herramientas de conocimiento y financiamiento para incrementar sus niveles de producción y hacer frente a su demanda de alimentos que les permita mejorar sus vidas.
(Artículo escrito por Liz Ordóñez, responsable de comunicación en Honduras)