El cambio climático amenaza la producción agrícola y la seguridad alimentaria de miles de familias en Bolivia. Por eso, el objetivo de Ayuda en Acción durante los últimos diez años ha sido apoyar los esfuerzos por mejorar los ingresos de las familias de pequeños productores de los valles interandinos. Las condiciones de pobreza y vulnerabilidad en los municipios de Cotagaita, San Lucas y Tupiza han marcado el trabajo de la organización para impulsar el desarrollo de sus habitantes.
El clima y la falta de agua amenazan la producción del durazno
En un contexto de alta fragilidad climática donde las temperaturas extremas oscilan entre los -2°C de mínima y los 20°C de máxima en un mismo día, los medios de vida de sus habitantes se ven seriamente afectados. La agricultura no soporta los drásticos cambios de temperatura y las cosechas se pierden. Todo esto se ve acentuado por el déficit hídrico con precipitaciones que tienen en promedio 520 mm, que merced al cambio climático, van dificultando la actividad productiva y haciéndola cada vez más de alto riesgo. En esta compleja situación, la producción de durazno (principal y una de las más tradicionales actividades de estos valles) se ha visto seriamente afectada.
Tecnología y nuevas variedades para hacer un durazno más resistente
El apoyo de Ayuda en Acción ha devuelto la esperanza a los y las productoras. A partir de proyectos respaldados por AACID, el Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea "La Mayora" (perteneciente al CSIC) y el Ayuntamiento de Bilbao, se ha aplicado tecnología e investigación para mejorar la producción. Los agricultores que tenían una producción artesanal tradicional y de autoconsumo de durazno han recibido apoyo con variedades de plantines resistentes a las sequías y condiciones extremas, recibiendo capacitación y asistencia técnica en sus procesos productivos, así como tecnología de riego para contrarrestar los efectos del cambio climático. Gracias a la suma de todas estas acciones las cosechas han dado el fruto suficiente para permitir que lleguen a los mercados en condiciones competitivas. Este proceso desarrollado en los valles se lleva a cabo desde un enfoque de cuidado y respeto del medio ambiente, mostrando que es posible producir y generar ingresos cuidando al planeta.
La suma de esfuerzos permite el desarrollo
Las acciones de innovación de Ayuda en Acción están vinculadas también a instituciones de investigación en España, así como al sector público de investigación en Bolivia (INIAF – Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal). Todos los actores implicados en este proyecto han buscado desarrollar continuamente alternativas nuevas de variedades de durazno adaptables a un cambio climático cada vez más severo. Este empeño ha impulsado el esfuerzo y trabajo de las familias productoras para desafiar con resiliencia estas condiciones, accediendo a mercados y soñando con la transformación de sus productos en una planta de transformación de durazno que el gobierno departamental de Potosí ha implementado para fortalecer su cadena de valor.
(*Articulo escrito por Isabel M. Cajías, directora de Ayuda en Acción en Bolivia)