Si hablamos de búsqueda de trabajo en Nicaragua, ser joven y mujer parece una combinación de riesgo. La COVID-19 no ha hecho sino agravar la falta de empleo digno en uno de los países más empobrecidos del mundo. En Ayuda en Acción trabajamos para apoyar a la juventud activa de Nicaragua, ¡conoce la historia de Luz Adriana!
COVID-19: un nuevo enemigo para la juventud activa en Nicaragua
Cuando la COVID-19 llegó al país, Nicaragua ya arrastraba dos años de profunda crisis socioeconómica que mermaba las oportunidades de empleo entre su población. Con la pandemia, la situación ha empeorado:
- Las remesas están disminuyendo: su caída supone un fuerte riesgo, pues estas transferencias representan un 11,5% del PIB y del 20% de los ingresos de los hogares más pobres.
- Los empleos están en riesgo: la OIT calcula que casi un 38% del empleo en Nicaragua está en riesgo alto.
- La calidad del empleo empeora: no solo disminuyen las oportunidades laborales. La calidad de los trabajos, en su mayoría informales, también se ve afectada.
- Sectores más afectados: agricultura, ganadería, comercio, turismo e industria manufacturera.
- Jóvenes y mujeres, entre los más castigados: la juventud tiene que enfrentarse a un elevado índice de desempleo y subempleo. Además, según la OIT, son más vulnerables cuando baja la demanda de mano de obra, como se vio en la última crisis financiera mundial. Las mujeres también sufren con especial dureza el varapalo de la pandemia. Como vimos con las #MujeresQueRompen, ellas se enfrentan a barreas adicionales como su rol de cuidados, el trabajo en los sectores más afectados, la falta de apoyos para emprender… Y una larga lista de problemas.
Sin embargo, hay ejemplos inspiradores de juventud activa en Nicaragua a la que acompañamos para sortear todas estas barreras. El de Luz Adriana es uno de nuestros favoritos.
Adriana, un ejemplo de constante aprendizaje

Adriana, como prefiere que la llamen, tiene 25 años. Creció junto a su familia en Totogalpa, municipio de Madriz, ubicado al norte de Nicaragua. Trabaja todos los días en su apiario, cría cerdos y animales de corral, y también cultiva pitayaha. Todo esto es el resultado de muchos años de trabajo y constante aprendizaje, pues también se graduó como técnica en agroecología.
"Nos va bien, aunque siempre hay dificultades, pero una tiene un propósito: salir adelante. En mi grupo somos diez apicultoras. No estamos al 100% porque una no termina de aprender nunca, pero estamos ahí en la lucha".
La COVID-19 no es su única barrera diaria. Hay otra menos visible que ya está dejando huella. Totogalpa es una zona semi desértica del Corredor Seco Centroamericano, muy afectado por los efectos del cambio climático. Sacar adelante la cosecha no es fácil en estos terreno infértiles y castigados por la falta de lluvias.
“He aprendido que mujeres y hombres tenemos los mismos derechos”
Además de formar a emprendedoras como Luz Adriana, junto al Movimiento Comunal Nicaragüense y el apoyo de la Xunta de Galicia y la Cooperación Gallega, también fomentamos espacios de reflexión y conocimiento sobre género.
"He aprendido que mujeres y hombres tenemos los mismos derechos, que no es como antes que las mujeres no éramos valoradas, ahora sí. Sé a través de estos talleres que yo valgo igual que mi pareja, igual que los otros varones, sé que también nosotras podemos, que yo puedo. Igual que en el hogar, las tareas las podemos hacer ambos, el varón puede lavar, cocinar y nada se le quita. Igual uno puede trabajar en el campo y tampoco se le va a quitar nada".
Una mujer puede trabajar en el campo igual que cualquier hombre. Ayuda en Acción fomenta la juventud activa para generar oportunidades en Nicaragua. Clic para tuitear
Se siente ilusionada, empoderada y con muchas ganas de crecer.
"En un par de años la idea es prosperar con el apiario, tener más colmenas, procesar la miel, tener nuestros ingresos; porque ahorita hemos tenido más ingresos, pero poco. Con el tiempo la idea es ir avanzando, obtener mejores ganancias para el sustento del hogar".
Además de conocimiento y trabajo, para Adriana emprender también es diversión. Significa conocer a gente nueva, salir de la casa, ser tomada en cuenta en su comunidad, confiar en otras mujeres y tener ingresos propios. A ellas, las mujeres de su comunidad, les dedica este mensaje de despedida:
"Les digo que no se queden solo en la cocina, que nosotras también podemos, que sigan adelante, que no digan: no puedo, no tengo tiempo. Porque con esfuerzo siempre se sale adelante".
En Ayuda en Acción seguiremos trabajando cada día junto a mujeres como Adriana para apoyar a la #JuventudActiva en Nicaragua. ¿Contamos con tu apoyo?