Walter Chávez es un joven del municipio de Erandique en Lempira. Forma parte del grupo de 20 jóvenes que están apunto de recibir su certificado en talleres sobre reparación de motocicletas. Parece una actividad común, pero se necesita una formación que avale la capacidad profesional. En las comunidades indígenas de Lempira la motocicleta es un medio de transporte y también una herramienta para generar ingresos, así que tener el vehículo a punto es fundamental. Entérate más en este reportaje.
¿Cómo viven los jóvenes indígenas de Lempira?
Los jóvenes indígenas en el departamento de Lempira, Honduras, se enfrentan a desafíos significativos en el ámbito económico. A pesar de los esfuerzos realizados para promover la inclusión y el desarrollo en la región, la falta de oportunidades persiste como barreras que dificultan el progreso económico.
La falta de programas de capacitación adecuados limita a la juventud su capacidad para adquirir habilidades relevantes y adecuadas al contexto que viven. Como resultado, muchos jóvenes indígenas se ven obligados a migrar a las ciudades en busca de oportunidades, lo que no solo implica la separación de sus comunidades y raíces culturales, sino que también persiste la brecha económica entre las zonas urbanas y rurales.
Para abordar estos desafíos desde Ayuda en Acción Honduras junto con La Comisión Nacional Para el Desarrollo de la Educación Alternativa No Formal CONEANFO, Municipalidad de San Andrés y OCDIH estamos desarrollando talleres para certificar a 30 jóvenes en reparación de motocicletas ¿Por qué motocicletas? porque es el medio de transporte más utilizado por la población por su bajo costo. La motocicleta más barata puede costar hasta 30,000 lempiras, unos 1,050 euros pagada a plazos. Además, se gasta menos en combustible y es más rápido. Existen familias que pueden tener hasta dos motos en casa que utilizan para desplazarse hacia las fincas de café u otra actividad relaciona con la agricultura.
Reparación de motocicletas: una oportunidad de autoempleo para los jóvenes
Walter nos cuenta que desde pequeño le gusta la mecánica y estaba seguro de que eso era lo que quería hacer cuando fuese adulto, ahora tiene 23 años y con el taller que estamos impartiendo dice que uno de sus sueños se está cumpliendo “Mi plan es tener mi propio taller en Erandique, ya tengo ubicado un terreno a orilla de la calle. Lo importante del taller es que nos van a certificar y eso es bueno porque ahorita las personas que reparan motocicletas no están certificadas, esto nos da una ventaja competitiva”. Y añade “Les digo a otros jóvenes que aprovechemos las oportunidades de aprender nuevas habilidades y así salir adelante y no salir para otro país”.
Al invertir en la capacitación, educación y acceso a recursos, se promueve el espíritu emprendedor y se fomenta la generación de empleo tanto para ellos mismos como para otros miembros de la comunidad.
Para ello, Ayuda en Acción ha planificado llevar a cabo talleres adicionales de reparación de motocicletas en el municipio de San Francisco. En estos talleres, se capacitará a 30 jóvenes, tanto mujeres como hombres, para que puedan desarrollar sus propios emprendimientos, impulsar la innovación y aportar nuevas ideas y soluciones a los desafíos actuales.
(*Artículo escrito por Lizzeth Gabriela Ordoñez de Ayuda en Acción Honduras)